La Armada de Chile fue protagonista hace 30 años de una de las emergencias más duras vividas en la Región de Magallanes y Antártica Chilena. La institución desplegó en 1995 sus capacidades durante el Terremoto Blanco, colaborando activamente en el rescate de personas, el traslado de ayuda y la recuperación de la conectividad, en medio de condiciones climáticas extremas.
Para conmemorar esta fecha, la Armada de Chile publicó un video en su cuenta de YouTube en el que presenta parte de las historias que marcaron aquellos duros momentos y en el que recuerda la labor y homenajea a quienes participaron en esta emergencia climática sin precedentes.
Registro de naves varadas en el Estrecho de Magallanes. Firma Gobernación Marítima de Punta Arenas de la Armada de Chile
El invierno de 1995 aún marca los recuerdos colectivos de muchos magallánicos, esto producto de las condiciones extremas que se desarrollaron en ese entonces, las cuales, daban muestra de un invierno en particular extremo.
Es de esta manera que desde mediados de julio se tomaron una serie de medidas por parte de las autoridades gubernamentales, culminando el mencionado mes con situaciones dramáticas que comenzaron a exigir la intervención a nivel central.
Agosto de 1995
A comienzos de agosto, el invierno se tornó aún más severo en Chile Sur y Austral, decretando el Gobierno el 7 de agosto de 1995 Estado de Emergencia en la zona entre la Región del Maule y la Región de Magallanes y la Antártica Chilena. Sin embargo, la situación meteorológica se complicó aún más con el temporal más fuerte de aquel invierno y que fue nombrado por los medios de comunicación como Terremoto Blanco, debido a su gran magnitud.
Capitán de Puerto de Punta Arenas verificando en terreno la situacion del muelle Pichero. Firma Gobernación Marítima de Punta Arenas de la Armada de Chile
El fenómeno meteorológico se caracterizó por temperaturas extremadamente frías, fuertes vientos, y precipitaciones de lluvia y nieve que pocas veces se han registrado en la historia de Magallanes. Afectó a diversas y extensas zonas del territorio, teniendo su periodo más crítico entre el 10 y el 15 de agosto, cuando se produjeron intensos temporales que agravaron la situación.
Estos temporales provocaron el corte de numerosos caminos y dejaron buses con pasajeros atrapados en la nieve, además del aislamiento de varias localidades por varios días. También se registraron pérdidas en la producción ganadera, paralización de actividades forestales, suspensión del cruce marítimo por Primera Angostura hacia Tierra del Fuego y del tránsito internacional terrestre hacia Río Gallegos. A esto se sumó la contaminación de la costa por derrames de hidrocarburos tras el varamiento de embarcaciones, y daños de envergadura en infraestructura portuaria y en la industria de piscicultura.
Movilización
Las condiciones registradas por el Servicio Meteorológico de la Armada de Chile dan cuenta de un fenómeno global mayor, el cual se veía caracterizado por precipitaciones de nieve, vientos que alcanzaban rachas de hasta 130 km/hr, siendo afectadas los canales interiores del Estrecho de Magallanes, lo cual se proyectaba hacia las zonas interiores. Las bajas temperaturas registradas alcanzaron los -14°C, lo cual fue conformando un escenario con efectos devastadores a lo largo y ancho de la pampa patagónica.
La movilización de diferentes recursos e instituciones, tanto privados como estatales, entre ellos vialidad, Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Carabineros de Chile permitió activar un operativo en varias dimensiones, realizando un accionar interagencial con el objetivo de llegar con ayuda a sectores aislados, trabajando incansablemente a pesar de las difíciles condiciones climáticas que en ocasiones superaron los -14°Cy con vientos de 110 km/hr.
Carros M113 del Ejército de Chile repartieron alimento para el ganado en dificiles condiciones meteorológicas. Firma Fondo Terremoto Blanco Fundación Huellas Magallánicas
En el marco de este desastre natural el 13 de agosto de 1995, en el Retén Dorotea de Carabineros, el cabo 1° Eliecer Medina falleció producto de una explosión tras la ruptura de una cañería de gas producto del peso de la nieve acumulada, lo cual destruyó totalmente el cuartel policial, sumándose así a la lista de mártires de la institución policial.
En este escenario de alta complejidad de variantes, la Armada de Chile realizó múltiples tareas, en donde unidades anfibias, de superficie y aeronavales tuvieron un rol importante dentro de la emergencia, trabajando codo a codo con el resto de las instituciones de la Defensa Nacional y de Orden, así como de estamentos gubernamentales.
Apoyo vital en situación extrema
La inclemencia meteorológica cortó caminos clave en la región, como la Ruta 9 entre Puerto Natales y Punta Arenas, donde la nieve acumulada superó los 4 metros en tramos de hasta 150 metros. En este contexto, dos buses de pasajeros quedaron atrapados, con dos pasajeras que necesitaban diálisis urgente, y para atender esta emergencia el helicóptero Bolkow BO-105 (UH-05) matrícula Naval 44, perteneciente a la entonces Fuerza Aeronaval N°2, logró llegar a las cercanías de Morro Chico para evacuar a las pacientes.
El contraalmirante (r) Alberto Ahrens, en ese entonces teniente 2° y piloto del helicóptero Naval 44, recuerda que “las condiciones no eran favorables pero igualmente se intentó un vuelo tratando de seguir una ruta marcada por la carretera, la cual solo era posible distinguir por los postes del tendido eléctrico y algunas señaléticas propias de la carretera que sobresalían de la nieve; sin embargo, las condiciones eran tan malas que nos vimos obligados a retromarchar un par de veces al hangar”.
Traslado de mujer rescatada en Morro Chico efectuado por el helicóptero Bolkow BO-105 Naval 44. Firma La Prensa Austral
El oficial en retiro agregó que “en uno de los intentos logramos sobrepasar el punto de mayor complicación en la ruta, lo que nos permitió llegar finalmente al lugar donde se encontraba atascado el bus, posando en las cercanías de éste, con las dificultades propias de efectuar un aterrizaje con nieve suelta y pocas referencias visuales. Posteriormente y sin cortar rotores, se entregó alimentos para la gente que permanecía en el bus y se procedió al embarco de las personas que requerían diálisis en el helicóptero, las que trasladamos inmediatamente a Punta Arenas, donde fueron atendidas y sometidas rápidamente al tratamiento requerido”.
Paralelamente, se dispuso un dispositivo de rescate terrestre por parte de Carabineros y el Ejército de Chile, en donde mediante el uso de carros M113 se buscó llegar a los diferentes puntos en donde se encontraban los buses. La maniobra no rindió los frutos esperados quedando atrapados, por lo cual se optó por el uso de dos carros VVT BV-206 D del Destacamento de Infantería de Marina N°4 Cochrane, perteneciente a la Agrupación de Artillería de Campaña, en ayuda de la partida inicial.
Los vehículos del DIM N° 4 Cochrane, dadas sus capacidades técnicas pudieron llegar al primer grupo de rescate y posteriormente a uno de los buses atrapados llevando víveres y ropa de abrigo, para realizar el traslado y establecer un sistema de rescate, conectando diferentes localidades intermedias, así como las ciudades de Puerto Natales y Punta Arenas.
Apoyo logístico a través del mar
En lo que respecta a apoyo logístico, las unidades navales realizaron diversas tareas de distribución de enseres, forraje para animales y alimento concentrado en diversas zonas aisladas como fueron localidades de Provincia de Última Esperanza, Tierra del Fuego e Isla Navarino.
Carga de fardos de pasto para ganado en la barcaza LST-95 Chacabuco en el molo de abrigo de Valparaíso. Firma Armada de Chile
Entre otras unidades, la barcaza LST-95 Chacabuco y el transporte AP-41 Aquiles transportaron 6.700 y 15.600 fardos de alimento para animales, respectivamente, los cuales fueron fundamentales para mantener parte importante del ganado que no contaba con alimento, distribuidos en un accionar conjunto con el Ejército y la Fuerza Aérea, mediante el establecimiento de puentes aéreos y rutas terrestres con el cual también se nutría esta importante cadena logística en beneficio de las zonas afectadas.
De igual forma la barcaza LSM 90-Elicura, unidad perteneciente a la Tercera Zona Naval, transportó a diferentes localidades enseres de primera necesidad, leña y fardos de alimento, siendo parte fundamental del esfuerzo logístico que a través del mar llego a diferentes núcleos de distribución y apoyando a la comunidad, teniendo que sortear el temporal que durante cuatro días afecto a la zona con viento Este de 38 nudos, condición de alta complejidad para operaciones de superficie.
Daños en naves
El temporal que azotó la región también afecto las diferentes naves, lanchas a motor y unidades navales, en donde durante la jornada del 12 de agosto se registró el hundimiento de la lancha patrullera costera LPC-1802 Tronador que contaba con 15 años de servicios en la institución, además de 10 embarcaciones pesqueras.
La LPC-1802 Tronador horas antes de hundirse en las aguas del Estrecho de Magallanes. Firma Gobernación Marítima de Punta Arenas de la Armada de Chile
La situación provocó el varamiento con daño estructural de la nave frigorífico Nayadic, lo cual derivó en el derrame de hidrocarburos, conllevando a diferentes operaciones de rescate y tareas de contención, sumado al daño de envergadura de infraestructura portuaria, entre ellos la destrucción del muelle Chipero. Las operaciones por parte de la Autoridad Marítima permitieron controlar el derrame, al igual que establecer las principales necesidades del sector marítimo ante las adversas condiciones meteorológicas.
El inspector de la Comisión Local de Inspección de Naves de la Gobernación Marítima de Punta Arenas, José Ampuero, recuerda que “en el marco de la emergencia tuve que ir a inspeccionar la nave afectada, las condiciones de viento eran terribles como pocas veces se ha visto en nuestra región, la Nayadic tenía averías mayores en sus obras viva y muerta, producto del oleaje termino destruyendo el terminal marítimo”, señalando que “fue una de las tantas embarcaciones que en esas duras jornadas sufrieron daños, otras quedaron varadas a lo largo de la bahía era un panorama desolador”.
San Gregorio y Última Esperanza
La Capitanía de Puerto de Punta Delgada también sufrió lo embates del temporal, las condiciones de corriente y marea habían llevado a la varada de la barcaza Yagana, además de daños en la infraestructura de conectividad con Tierra del Fuego, el poder de mar se hizo notar destruyendo parte del histórico faro Punta Delgada, el cual a pesar de todo no dejo de funcionar su fanal guiando a los navegantes que aún se mantenían en el área.
En Puerto Natales, la Autoridad Marítima recibía también información de las duras condiciones meteorológicas que afectaban a lanchas pesqueras, teniendo además que superar las duras condiciones de nieve acumulada que hacían intransitable incluso el interior de la ciudad, enviando información a la superioridad naval en torno a las necesidades y situaciones que se estaban desarrollando en la provincia de Última Esperanza.
Daños en el faro Punta Delgada por las condiciones meteorológicas extremas. Firma Gobernación Marítima de Punta Arenas de la Armada de Chile
La encargada de recaudaciones de la Capitanía de Puerto de Puerto Natales, Mónica Pincón, recuerda que “fue tanto lo que nevó y acumuló la nieve que no dejaba circular vehículos ni personas, el pasar de los días nos dimos cuenta que estábamos aislados de todas las formas, cada uno tenía que ir abriendo camino en medio de la nieve”-
Pincón agrega que “en esa época en la Capitanía de Puerto éramos pocos, fue super complicado pero seguimos atendiendo a los usuarios marítimos, a pesar que se paralizó en gran medida, acá la llegada de las barcazas de la Armada con ayuda era maravilloso, un orgullo de como la Armada ayudaba a Puerto Natales, pues nuestra única conexión era por el mar”, resaltando que “es el invierno más duro que me tocó vivir”.
Compromiso y ejemplo de servicio a la Patria
El aporte de la Armada de Chile a los distintos estamentos conjuntos de las Fuerzas Armadas y de Orden, así como la colaboración con otros organismos gubernamentales, se manifestó de manera constante mediante el despliegue de recursos y medios.
El ciclo logístico era constante llegando ayuda en barcazas de la Armada para ser distribuida en vehículos como este carro M113 del Ejército de Chile. Firma Fondo Terremoto Blanco Fundación Huellas Magallánicas
Esta labor incluyó tareas de apoyo en zonas aisladas por la nieve, patrullajes aéreos y navales permanentes para evaluar la magnitud de la catástrofe, transporte de autoridades y alimentos, así como el rescate de personas incomunicadas, entre otras acciones.
A treinta años de dichos acontecimientos, muchas de estas historias han perdurado en el relato de los hogares, transmitiéndose de generación en generación y recordando la fuerza de la naturaleza en la zona austral del país.
El personal naval, al igual que sus pares de otras instituciones del país, reafirmaron una vez más el compromiso y ejemplo de servicio a la Patria, encarnando el mismo espíritu que ha guiado a la Armada de Chile a lo largo de más de dos siglos de historia.