Moscú culpa a los servicios secretos de Kiev del asesinato de la hija de un aliado del presidente de Rusia, Daria Dugina, pero Ucrania niega cualquier implicación en el asesinato. La principal sospechosa es una ciudadana ucraniana de 43 años, supuestamente miembro de la Guardia Nacional ucraniana.
Por otro lado, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, asegura que Rusia ha lanzado sobre Ucrania 3.500 misiles de crucero y debe ser calificada como un Estado terrorista. El comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Valeri Zaluzhni, cifra en casi 9.000 soldados los ucranianos muertos desde el inicio de la invasión.
Las autoridades separatistas de la provincia de Donetsk ignoran las advertencias de Zelenski y siguen adelante con los juicios contra los combatientes de la acenría de Azovstal.