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La Fuerza Aérea y la Policía de Brasil fortalecen su cooperación en el control del espacio aéreo
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) y la Policía Federal han dado esta semana una muestra más de su coordinación a la hora de interceptar aeronaves que ingresan ilegalmente en el espacio aéreo del país. El pasado miércoles la FAB desplegó aviones Embraer A-29 Super Tucano para obligar a aterrizar una aeronave sospechosa de transportar drogas.
Previamente, el avión había sido detectado por los radares brasileños de los Centros Integrados de Defensa Aérea y Control del Tráfico Aéreo (Cindacta), ante lo que se llamó a las fuerzas de defensa antiaérea y se avisó a la Policía Federal, ya que la aeronave seguía una ruta conocida del narcotráfico.
Durante todo el proceso de interceptación, el piloto de la aeronave ilícita volaba a baja altura y, tras el contacto de la FAB, realizó un aterrizaje forzos, en medio de una zona deshabitada, abandonando la aeronave y la carga. La Policía Federal de Marília y la Policía Militar de São Paulo llevaron a cabo medidas de control sobre el terreno.
Según el Comae, la realización de una interceptación como ésta demuestra, una vez más, la preparación y operatividad de la Fuerza Aérea.
Acción permanente
Este tipo de actuaciones se enmarcan en la Operación Ostium y la Operación Ágata, del Ministerio de Defensa, vinculadas al Programa de Protección Integral de Fronteras (PPIF).
El objetivo es prevenir las actividades ilícitas en el espacio aéreo brasileño, en el que la Fuerza Aérea y los organismos de Seguridad Pública actúan conjuntamente, en cumplimiento del Decreto Nº 5144 del 16 de julio de 2004.
