La Fuerza Aérea Brasileña intercepta una aeronave ilícita en la región de Pará y la obliga a aterrizar

Una aeronave PT-VSB fue interceptada en el Estado de Pará por dos cazas A-29 Super Tucano de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB). La acción, sucedida el pasado jueves 15 de mayo, fue coordinada por el Comando de Operaciones Aeroespaciales (Comae), en colaboración con la Policía Federal (PF), en el marco de las actividades de vigilancia del espacio aéreo brasileño.

El avión, un Embraer EMB-810 Seneca III, fue detectado por los radares de Defensa Aérea y Control del Tráfico Aéreo (Cindacta IV) y sometido a Medidas de Vigilancia del Espacio Aéreo (MPEA).

Conforme a lo previsto en los protocolos operativos, los pilotos de la FAB llevaron a cabo un reconocimiento remoto y un interrogatorio de la aeronave, seguidos de procedimientos de intervención, incluyendo órdenes de cambio de rumbo y persuasión (disparo de advertencia).

Tras estos MPEA, la aeronave realizó un aterrizaje forzoso en un lugar no preparado, cerca de la ciudad de Altamira (PA). Poco después del aterrizaje, los dos ocupantes incendiaron la aeronave y huyeron del lugar.

En respuesta a la situación, un helicóptero de rescate H-60 Black Hawk de la FAB, operado por el Séptimo Escuadrón del Octavo Grupo de Aviación (7º/8º GAV) —Escuadrón Arpía—, fue llamado para transportar a los agentes de la Policía Federal responsables de las Medidas de Control en Tierra (MCS).

La incautación de los narcóticos encontrados en el interior de la aeronave (200 kg de skunk) fue responsabilidad de la Policía Federal, que llevó a cabo las investigaciones para identificar a los implicados y averiguar las circunstancias del vuelo irregular.

Los dos hombres que iban en la aeronave fueron identificados, localizados y detenidos pocas horas después de incendiarla y abandonarla. Fueron capturados en el municipio de Brasil Novo, a 46 kilómetros del punto de aterrizaje forzoso.

Las detenciones se produjeron en una acción conjunta de la Policía Militar del Estado de Pará, a través de la 4ª Compañía Independiente de Misiones Especiales (CIME), que rastreó a los fugitivos, la 16ª BPM, que sitió la zona, y la Policía Federal, que detuvo a los delincuentes y posteriormente los envió a la Comisaría de la Policía Federal de Altamira. La acción contó también con el apoyo de las fuerzas de seguridad de los estados de Mato Grosso y Goiás.