La compañía Escribano Mechanical & Engineering ha dado a conocer sus resultados del último ejercicio, coincidiendo con la incorporación del Consejo de Administración de Indra.
La empresa, con sede en Alcalá de Henares, cerró 2023 con una cifra de negocio de 115 millones de euros, lo que representa un aumento de hasta el 26% respecto al año anterior -87,5 millones-, según recoge el informe elaborado por la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno de Indra sobre el nombramiento de Javier Escribano como consejero dominical. Este informe, por cierto, concluye que no existe "conflicto permanente" de interés en la entrada de Escribano al Consejo.
Escribano obtuvo un Ebitda (resultado bruto por explotación) de 22 millones euros y cerró el año con una plantilla de aproximadamente 1.000 empleados de alta cualificación y con la calificación de modelo rentable y solvente rating BBB. En 2023, la empresa superó los 1.000 millones de euros en pedidos con el contrato de estaciones de armas remotas Guardian 30 de Emiratos Árabes Unidos, valorado en 185 millones de euros.
El año pasado, la compañía de los hermanos Javier y Ángel Escribano, especializada estaciones remotas, los sistemas electro-ópticos y los kits de munición guiada, reforzó su posición en el sector de la defensa con la entrada en el accionariado de Indra. Primero, en mayo, anunció la compra del 3%, para acabar después 2023 con el 8%. Este peso en Indra es el que permite a la firma madrileña entrar ahora en el consejo de administración de la multinacional tecnológica.
Escribano, en una alianza con Expal y Elbit, firmó a finales de año con el Ministerio de Defensa el contrato para el suministro de un nuevo Sistema Lanzacohetes de Alta Movilidad (Silam) para el Ejército de Tierra valorado en casi 700 millones de euros.
La compañía forma parte de la empresa Tess Defense, junto con Santa Bárbara Sistemas, Indra y Sapa. Esta sociedad es responsable del desarrollo del nuevo Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 y también liderará el programa Vehículo de Apoyo de Cadenas (VAC), aprobado hace unos meses por el Ministerio de Defensa, con un presupuesto que ronda los 2.000 millones de euros.
Además participa en el consorcio industrial SMS, que busca impulsar las capacidades misilísticas del sector de la defensa español.