El Senado de México aprobó la reforma a la Ley de la Guardia Nacional, que otorga nuevas atribuciones a la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) y redefine la estructura, funciones y mando operativo de la corporación.
La iniciativa, que también reforma ocho leyes relacionadas con la seguridad, fue enviada por la Cámara de Diputados y forma parte de los cambios constitucionales en materia de seguridad pública publicados en septiembre de 2024. De acuerdo con el dictamen, la Guardia Nacional se consolidará como una fuerza permanente integrada por personal militar con formación policial, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional, encargada de implementar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en todo el territorio. Además, se contempla la incorporación de personal civil en funciones técnicas y administrativas bajo el régimen de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado.
Entre las modificaciones se establece que el comandante de la Guardia Nacional deberá tener el grado de general de división en activo, y será designado por el Ejecutivo federal a propuesta del titular de Defensa. La estructura jerárquica será equivalente a la del Ejército y Fuerza Aérea, desde soldado hasta general.
El dictamen también establece que el Senado podrá ratificar los nombramientos de mandos superiores, como coroneles y jefes regionales, en concordancia con los artículos 76 y 78 de la Constitución. Por otra parte, se reforma la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal para incluir a la Guardia Nacional dentro de las funciones formales de Defensa que ahora también estará facultada para generar y procesar información en materia de seguridad nacional.
La coordinación con el Centro Nacional de Inteligencia y el Centro Nacional de Información será clave para la operación del nuevo esquema.
Con estas reformas, Defensa queda a cargo de organizar, adiestrar, equipar, administrar y operar a la Guardia Nacional, además de presentar informes anuales al Ejecutivo federal. Se autoriza también la celebración de convenios con gobiernos estatales y municipales, ampliando el control territorial del cuerpo armado.
La aprobación en lo general allana el camino para discutir reservas en lo particular y representa un nuevo paso en la profundización del modelo de seguridad pública bajo control militar.
Pese a las críticas, la mayoría legislativa respaldó el proyecto de la presidenta Claudia Sheinbaum, que convierte a la GN en el eje central de su estrategia de seguridad 2024-2030. La apuesta es reforzar el músculo militar del Estado y profundizar la presencia territorial de esta corporación, ahora bajo el control de la Defensa.
Para la oposición, lo que se consolida es un modelo de vigilancia sin controles, sin transparencia y con riesgos claros para los derechos civiles. En un país con más de 100 mil personas desaparecidas y una creciente desconfianza en las instituciones, advierten, entregar la seguridad a los cuarteles no solo es un error, sino un retroceso histórico.
Al mismo tiempo, la presidenta de México conmemoró en el Campo Marte de la Ciudad de México el 6to aniversario de la Guardia Nacional, y señaló que, desde su creación el 30 de junio de 2019, esta corporación suma 130 mil elementos distribuidos en ocho coordinaciones territoriales y 32 estatales. En 2024 la Guardia Nacional pasó a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional en un cambio constitucional sustantivo y, hace unos días, fue aprobado por el Congreso todo su andamiaje legal.
El comandante de la Guardia Nacional, general Hernán Cortés, destacó la importancia de la integración de este brazo armado y su crecimiento durante estos primeros seis años de operaciones, en los cuales se ha consolidado como una fuerza armada y de seguridad que atiende a la población y resguarda la integridad del país, contando con instalaciones y armamento propio