El Ejército del Aire suma tres accidentes de aviones entrenadores en seis meses

Con el accidente del pasado jueves de una aeronave de la Patrulla Águila, ya son tres los siniestros que acumula el Ejército del Aire con sus aviones de entrenamiento en apenas seis meses. El incidente del C-101 se suma a los protagonizados por otro avión del mismo modelo, en agosto de 2019, y por un T35C Pillán, un mes después, en septiembre. Todas las aeronaves pertenecían a la Academia General del Aire (AGA), con sede en San Javier (Murcia).

Estos tres accidentes se han cobrado la vida de cuatro pilotos. En el primero de esta triste serie falleció el comandante Francisco Marín Núñez, también de la Patrulla Águila. Ésta no es la única similitud que guarda este siniestro respecto al último, en el que perdió la vida el comandante Eduardo Fermín Garvalena, puesto que ambas aeronaves se estrellaron prácticamente en el mismo sitio, en aguas del Mediterráneo frente a las costas de La Manga del Mar Menor.

Además, aquella tragedia también dejó daños colaterales: el cazaminas Turia encalló mientras participaba en las tareas para recuperar el cuerpo del piloto. Desde entonces la embarcación permanece en el dique seco a la espera de su reparación por parte de Navantia.

Por su parte, el incidente del T35C Pillán costó las vidas del comandante Daniel Melero Ordóñez y la alférez Rosa María Almirón. Instructor y alumna cayeron a las aguas del Mar Menor en el entorno del Club Náutico de Santiago de la Ribera de la ciudad de San Javier, instantes después del despegue.

El Ministerio de Defensa anunció en noviembre del año pasado que la elección del PC-21, del fabricante suizo Pilatus Aircraft LTD, para reemplazar de forma paulatina la actual flota de 66 aviones aviones C-101 en servicio desde la década de los años 80 del siglo pasado. La operación supone la entrega de 24 aviones de entrenamiento por un valor de 204,75 millones de euros. La entrega de las primeras seis unidades está prevista a partir de marzo de este año.

Dos accidentes de caza en 2017

En 2017, el Ejército del Aire también vivió una desafortunada serie de accidentes aéreos que le costaron la vida a dos de sus pilotos. El 12 de octubre de aquel año, un Eurofighter del Ala 14, pilotado por el capitán Borja Aybar, se estrelló en las inmediaciones de la Base Aérea de Los Llanos (Albacete), cuando volvía de participar de los festejos del Día de la Fiesta Nacional.

Cinco días después, el teniente Fernando Pérez Serrano, de 26 años, se estrelló en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), durante una maniobra de despegue con un F-18 perteneciente al Ala 12.