UNASUR concluye con críticas verbales pero sin condena escrita contra Colombia por las bases a EEUU
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UNASUR concluye con críticas verbales pero sin condena escrita contra Colombia por las bases a EEUU

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30/08/2009 Buenos Aires (Infodefensa.com) - Tras un largo y tenso debate, los presidentes de la UNASUR firmaron una declaración que no incluye el punto central para el que fue convocado: la presencia de tropas estadounidenses en bases militares colombianas. En cambio, ordena a los cancilleres y ministros de Defensa diseñar medidas de fomento de la confianza y la seguridad en la región latinoamericana.

La Cumbre Extraordinaria realizada en la ciudad argentina de Bariloche, que duró más de siete horas por la intensidad de los debates, concluyó con un documento en el que se afirma que "la presencia de fuerzas militares extranjeras no puede, con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación suramericana y en consecuencia la paz y seguridad en la región".

El texto también ratifica el respeto "irrestricto de la soberanía de los Estados", tal como exigía Colombia, y la "no injerencia en asuntos internos y la autodeterminación de los pueblos. Además refuerza la idea de "consolidar en Sudamérica de una zona de paz" y la "vocación de una solución pacífica de los conflictos".

La cita de los cancilleres y titulares de Defensa, según el acuerdo, está prevista para los primeros días de septiembre.

En el transcurso de la reunión, las sugerencias de los mandatarios pasaron de tener una cita y un ámbito de discusión con el presidente Barack Obama sobre el acuerdo con Colombia, hasta la prohibición explícita de bases militares extranjeras en la región, posiciones que, sin embargo, no entraron en la declaración final.

Acuerdo que parecía imposible

El texto del acuerdo, que por momentos parecía imposible de alcanzar por las enormes discrepancias manifestadas por los presidentes, es suficientemente amplio como para haber permitido el consenso de las posturas más dispares, encabezadas por el colombiano Álvaro Uribe, por un lado, y los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales, y Ecuador, Rafael Correa, por otro.

Estos últimos son los más acérrimos críticos con el acuerdo militar cerrado, pero aún no firmado, por Bogotá y Washington.

Durante la jornada se sucedieron las peticiones para que Uribe presente ante sus socios de UNASUR el texto del acuerdo, pero el Presidente no se refirió al asunto en ningún momento.

Dicho acuerdo, que no se menciona en el texto final de la cita, prevé la utilización de siete bases de las Fuerzas Armadas colombianas por parte de militares estadounidenses.

Garantías políticas

El Mandatario colombiano insistió en ofrecer garantías a sus vecinos de que la utilización de las bases colombianas por parte de militares estadounidenses no afectará a la estabilidad de la región y se limitará a actividades de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en su país.

Sin embargo, no logró convencer al grueso de los presidentes que participaron en la reunión de Bariloche y tuvo que aguantar duras críticas públicas de algunos de sus socios, en especial del ecuatoriano Correa y del venezolano Chávez.

El colombiano intentó tranquilizar también a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien manifestó abiertamente su preocupación por la presencia militar estadounidense en las proximidades de áreas de interés clave para su país, como la Amazonia, y pidió a Uribe garantías jurídicas de que el acuerdo con Estados Unidos no amenaza la estabilidad de la región. "Respetamos el acuerdo, pero queremos resguardarnos", dijo Lula, quien sostuvo que no es precisamente Sudamérica el mayor consumidor de drogas.

Pero, a pesar de que intentó mantener un tono conciliador y pidió a sus socios ayuda para combatir el narcotráfico y los grupos paramilitares en su país, Uribe no aceptó la propuesta del Jefe de Estado de Brasil, secundada por Correa y la mandataria anfitriona de la cita, Cristina Fernández, de convocar a Barack Obama para que detalle cuál es la estrategia de la Administración estadounidense para la región.

Uribe se quejó por la "falta de cooperación" de sus pares de la región.

"La propuesta de los Estados Unidos representa un apoyo práctico y eficaz. Pocas veces hay una cooperación práctica, más allá del plano discursivo".

Chávez, el más duro

La intervención de Chávez, una de las más esperadas por su anuncio sobre los preparativos para la ruptura de relaciones con Colombia, se desinfló cuando presentó un informe militar de Estados Unidos sobre la región, que en realidad es público y que, según Washington, se trata de planes de emergencia y evacuación en la zona.

El boliviano Evo Morales, otro de los presidentes que mantuvo un discurso más duro, había advertido que no iba a firmar un documento que no expresara el rechazo de UNASUR a la presencia de bases militares extranjeras en la región.

Sin embargo, dicho Jefe de Estado, quien reiteró su propuesta de convocar un referéndum popular en la región sobre las bases de Colombia, terminó sumándose al acuerdo final.

La apertura del encuentro en el hotel Llao Llao, de Bariloche, estuvo a cargo de la presidenta Fernández de Kirchner, quien se concentró en pedirles a sus colegas el esfuerzo por lograr "una doctrina uniforme" con respecto de la instalación de bases militares de naciones extrarregionales.

América del Sur como región de paz

"No podemos tener un criterio diferente si otro país decide instalar bases militares de otro país que no sea de América del Sur". También dijo que los esfuerzos deberían dirigirse a "preservar a América del Sur como una región de paz, que no sea perturbada por doctrinas de unilateralidad" y siga "alejada de confrontaciones" que no le son propias.

El segundo de los "dos objetivos fundamentales" que sostuvo debería perseguir la Cumbre es el de sostener "la unidad de la UNASUR, que puede molestar a algunos, pero que ha permitido abordar situaciones conflictivas y procesarlas".

Pese a las discrepancias, la mayoría de los mandatarios coincidió en la necesidad de definir una "doctrina común" de defensa para dar salida al tema de Colombia y a posibles casos similares en el futuro.

Tras siete horas de debate, los ánimos estaban caldeados y las posturas se mantenían dispares, incluso durante la aprobación del documento.

Chávez y el Libro Blanco de EEUU

Durante una de la sesiones, Chávez aseveró que "no hay ninguna duda" de que el acuerdo de Estados Unidos con Colombia forma parte de la "estrategia militar" global de la nación norteamericana, más que de la lucha contra el narcotráfico, para lo cual leyó un documento que atribuyó al "Comando (estadounidense) de Movilidad Aérea y Estrategia Global de Bases de Apoyo".

Empero, el Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró que ese legajo, denominado Libro Blanco de las Fuerzas Aéreas, es un informe de esa unidad militar sobre planes de emergencias y ayuda humanitaria, y que en ningún caso contiene estrategias ni políticas de su país. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, por su parte, dio una versión diferente y aseguró que es una propuesta pública de un grupo académico y que no fue adoptado por la Administración estadounidense.

Empero, según Chávez, el denominado Libro Blanco incluye el uso de la base colombiana de Palanquero y otra en Aruba, "que está en las narices" de Venezuela. Aseguró que tal documento demuestra la estrategia militar de Estados Unidos tanto en Suramérica como en África, en vista de que habla de "aumentar el alcance a todos los segmentos del globo" y el "lanzamiento de largo alcance de paracaidistas sin tener que abastecerse en vuelo".

Acerca de Sudamérica, mencionó que el acuerdo con Colombia permitirá a aviones de transporte de Estados Unidos abarcar "sin abastecerse" de combustibles a la mitad del territorio sudamericano. "Los aviones estadounidenses C-17 pueden llevar 200 paracaidistas", recordó

Lula se enojó por "retórica" de sus colegas

Durante los debates, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su enojo por la prolongación de las intervenciones de sus colegas. Según Efe, el reproche de Lula surgió luego de que su homólogo ecuatoriano y presidente pro témpore de UNASUR, Rafael Correa, propusiera un receso de 30 minutos para que los cancilleres acordaran el contenido de la resolución final de la cita, que ya llevaba algo más de seis horas de deliberaciones tensas.

"Ya me tendría que haber ido (dijo el Presidente de Brasil). Si todos hubieran hablado cuando lo tenían que hacer, no tendríamos que tener una segunda fase de la reunión".

El brasileño criticó a Correa por dejar para una segunda intervención y no para sus palabras de apertura de la sesión, una exposición que reavivó las discusiones que parecían tomar buen curso.

En esa participación, el Mandatario ecuatoriano tuvo un tono muy crítico sobre el Gobierno del colombiano Álvaro Uribe, quien posteriormente se tomó un largo rato para contestarle.

"El problema (le dijo Lula a Correa) es que tu último discurso debería haber sido el primero, pues era un discurso que tenías interés en hacer, que tenía sustancia para discutir el tema de las bases colombianas". El gobernante brasileño dijo no creer en la validez de las transmisiones de los debates en vivo y en directo, tal como lo pidió Colombia y a lo que el resto de los países accedió.

Para consultar el texto íntegro de la declaración final descargue el documento adjunto:



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