Ingenieros militares de México construirán dos carreteras en el estado de Guerrero

Debido a la inseguridad que se vive en el estado de Guerrero, uno de los más golpeados por la guerra contra el narcotráfico, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha firmado un convenio de colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para que sean ingenieros militares los encargados de construir dos carreteras que van de la costa a la sierra guerrerense. Los constructores civiles no quieren trabajar en estos territorios, así que tendrán que ser los militares los que tomen las riendas del proyecto.

En este sentido, según expicó el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, “si hablamos de la sierra de Guerrero es lógico pensar que la ingeniería militar ayuda a que se pueda hacer la obra con mayor tranquilidad que si fueran constructores privados”.

El primer proyecto corresponde a una carretera en construcción que va desde Atoyac hasta Ciudad Altamirano, región conocida como Tierra Caliente dentro del territorio hídrico del río Balsas y ubicada en la frontera con el estado de Michoacán y el Estado de México.

La segunda carretera va de la costa a la zona conocida como Filo de Caballos, alrededor de este sitio y de acuerdo a reportes de la prensa local, algunos médicos, enfermeras y profesores han decidido abandonar sus comunidades al no contar con las garantías mínimas de seguridad para ejercer sus actividades cotidianas.

Territorio del narcotráfico

Ambas carreteras suman una distancia mayor a 100 kilómetros y el problema es, según las declaraciones del subsecretario de Infraestructura de la SCT, Raúl Murrieta Cummings, que “a los constructores privados no les encanta ir a esas zonas, donde tendrían que laborar bajo mucha presión”.

Es importante mencionar que en los 81 municipios del estado de Guerrero se siembra amapola, también conocida como 'adormidera', en un negocio creciente que, según un informe de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) hecho público en octubre pasado, ha sufrido un incremento de 50% en su cultivo reciente.

Según Jack Riley, subadministrador de la DEA, el aumento en el cultivo de la amapola incrementa a su vez la producción y el tráfico de heroína desde México hacia Estados Unidos, lo que provoca que los estadounidenses sean los mayores consumidores de esta sustancia mientras la violencia y la inestabilidad continúan del lado de los mexicanos.

Foto: Presidencia de México