Centroamérica invirtió en Defensa más de 1.000 millones de dólares en 2018

Según un informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (Sipri, en inglés), un centro global de monitoreo de defensa y seguridad, el gasto militar de los países centroamericanos que aún manejan fuerzas armadas (Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua), durante 2018, superó los 1.000 millones de dólares.

Por ejemplo, recordó Sipri, la gestión de Guatemala confirmó que compró dos aviones militares a Argentina en 28 millones de dólares, en un negocio que pactó el pasado 3 de julio, aunque pocos días después se frustró por un mal procedimiento del Ministerio de Defensa guatemalteco que alertó a la Contraloría, y un barco logístico del tipo BAL-C a Colombia en 11,7 millones de dólares, que llegará a aguas guatemaltecas entre octubre y noviembre.

El gobierno de Nicaragua admitió que pagó 13 millones de dólares al astillero holandés Damen Shipyards, transferidos de segunda mano desde Jamaica, por dos buques patrulleros que mantiene en una fase de prueba que inició el 29 de junio anterior en el mar Caribe, con maniobras de preparación combativa.

Honduras, por su parte, mantiene un acuerdo con Israel por una cooperación que supera los 200 millones de dólares, para remozar su Fuerza Aérea, adquirir buques para su Fuerza Naval, así como otros equipos militares.

La meta regional es reforzar la militarización del combate a la delincuencia organizada, como los contrabandos de personas, drogas o armas y otras modalidades criminales que azotan a la zona, precisó Sipri.

Período 1998-2018

Además, como si fuera poco, de acuerdo con el informe del Sipri, en dos décadas (de 1998 a 2018), estos países centroamericanos han invertido en el rubro militar más de 25.000 millones de dólares.

Los datos de las cuatro naciones, que en los casos de Guatemala, El Salvador y Nicaragua fueron sacudidas por guerras internas por conflictos sociopolíticos en varias etapas de la segunda mitad del siglo pasado y llegaron al actual en paz, excluyen donativos militares externos de proveedores como Estados Unidos, Rusia, Taiwán o Israel, entre otros.

Sin embargo, El Salvador va quedando rezagado, desde la última inversión, en 2014, en su actual flota de aviones de ataque ligero Cessna A-37B Dragonfy, que adquirió con Chile, de segunda mano (10 aeronaves), por un monto de inversión de alrededor de nueve millones de dólares.

Costa Rica y Panamá carecen de ejércitos, pero tampoco están exentos de invertir cuantiosas sumas para su seguridad pública, pero que no incluye el informe del Sipri.