¿Busca China competir con Estados Unidos en gasto militar

(Infodefensa.com) Por Ginés Soriano – China planea incrementar su gasto de defensa un 10,7% este año y alcanzar los 720.200 millones de yuanes (cerca de 89.000 millones de euros). La reciente propuesta de presupuesto presentada al Congreso Nacional del Pueblo Chino coincide con la toma de posesión –el pasado jueves– del nuevo presidente, Xi Jinping. Ambas circunstancias inquietan en algunos de sus países vecinos, sobre todo por el eslogan “el sueño de China”, que ha empleado Xi al acceder al cargo. Esta frase coincide con el título de un libro del coronel Liu Mingfu, de la Universidad de Defensa Nacional, en el que se alienta a la nación a superar el poder militar de EE UU. ¿Son esas las verdaderas intenciones del imparable crecimiento de los presupuestos militares del país? ¿Podría China acabar equiparando su defensa a la enorme maquinaria militar norteamericana?

En su El sueño de China Liu apunta que el poder económico del país no es suficiente por sí mismo, por lo que necesita un ejército a su altura capaz de salvaguardarlo. Defense News recoge en un artículo de hace unos días la cita que hace Liu del famoso adagio romano: “Si vis pacen, para bellum” (“si quieres la paz, prepara la guerra”), y recuerda que la tesis de este autor ha sido citada para advertir a otros países de la región de que no apoyen ni al “tigre global”, en referencia a EE UU, ni al “lobo asiático”, como denomina a Japón.

En uno de los últimos comunicados del Ministerio de Defensa Chino se cita las palabras de Chen Zou, investigador de la Academia de Ciencias Militares, organismo dependiente del Ejército Popular de Liberación (fuerzas armadas chinas), en las que afirma que el incremento de los gastos militares del país se debe a dos motivos: la necesidad de una defensa nacional propiamente dicha, y su coordinación con el desarrollo económico. El razonamiento recuerda a la tesis del libro de Liu.

Sobre este punto el Ministerio explica que el Gobierno chino siempre ha defendido el principio de desarrollo coordinado de la construcción de la defensa nacional con el desarrollo económico. Hace diez años, apunta en la información que ha difundido oficialmente, el desarrollo militar estaba detrás del económico, e incluso los gastos de defensa descendían. Hoy en día, añade, “mientras la economía se desarrolla, es natural que China aumente su gasto militar de una manera razonable”.

Una estrategia estadounidense específica frente a China

Si el objetivo es situar el poder militar chino a la misma altura de su poder económico, en teoría podría suponer el principio del fin de la supremacía de las fuerzas armadas norteamericanas. Pero las cifras reales no lo ponen tan fácil. Es cierto que la economía China crece a pasos de gigante -más de un 60% entre 2008 y 2011 según el Banco Mundial, mientras que EE UU apenas lo ha hecho en un 5% durante ese mismo periodo- y también es cierto que su PIB ya supone la mitad del estadounidense. Sin embargo, el gasto militar de la gran potencia asiática apenas alcanza la sexta parte del de Estados Unidos.

En todo caso, el creciente poder militar del gigante asiático llevó a EE UU a anunciar hace un año una estrategia de defensa enfocada específicamente a contrarrestarlo. De hecho, según algunos analistas, China ya está atenuando el crecimiento de sus presupuestos militares para tratar de aliviar las preocupaciones de EE UU y de los países de su entorno. La propuesta de presupuesto militar de este año del 10,7% es inferior al alza del ejercicio anterior 11,2%, mientras que un año antes, en 2011, el aumento fue del 12,7%.

Pero, aunque aminorado, el presupuesto militar chino continúa creciendo año a año en porcentajes de dos dígitos, mientras que el estadounidense comienza a decrecer presionado por la coyuntura económica y el denominado secuestro fiscal, que amenaza con recortar sus presupuestos militares en más de medio billón de dólares (unos 390.000 millones de euros) en los próximos diez años.

Por otra parte, el crecimiento de la Defensa china paradójicamente estaría aportando de manera indirecta mayor poder a EE UU, ya que la inquietud que supone en numerosos países de Asia-Pacífico podría empujarles a incrementar sus lazos con EE UU.

El derecho a protegerse a sí mismo

Un argumento que rebaja el temor ante el empuje militar de China es el que apunta en el mencionado artículo de Defense News el analista chino afincado en Londres, Gary Li, quien recuerda que el nuevo presidente Xi apenas menciona en sus discursos el poder militar y que cuando lo hace habla de modernizar el ejército, pero no de convertirlo en una maquinaria más potente que la defensa estadounidense.

En esta misma línea, el Ministerio de Defensa del país aclara en algunos de sus últimos comunicados que la decisión de fortalecerse militarmente sólo persigue la protección propia y la salvaguarda de la paz y la seguridad, y en ningún caso amenazar a otros países. “No sería una buena noticia para el mundo que un país tan grande como China no pueda protegerse a sí mismo”, apuntó la portavoz de la primera sesión del 12º Congreso Nacional del Pueblo, Fu Ying, el pasado día 4 durante una conferencia de prensa.

Comparado con otras partes del mundo, añadió Fu, Asia está disfrutando de una significativa paz después del fin de la Guerra Fría, lo que ha creado un ambiente favorable para el desarrollo. “Por eso Asia resulta ahora tan atractivo”, concluyó.

El departamento de Defensa chino también justifica el aumento de sus presupuestos explicando que la protección del país ya no sólo se circunscribe a los dominios tradicionales –los terrestres, marítimos y aéreos–, sino que ahora también se debe prestar atención a otros no tradicionales, como los del mar profundo, el espacio exterior y el ciberespacio. Para mantener la seguridad de esos nuevos dominios, argumenta, se necesita un poder militar de gran alcance.

Además, añade, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, China debe hacer grandes contribuciones al mantenimiento de la paz mundial, y cita la participación activa del país en varias operaciones internacionales de paz, en misiones de socorro, en ejercicios militares conjuntos y en iniciativas internacionales para combatir amenazas no convencionales.

Para el Ministerio su información sobre los gastos de defensa es de una “correcta transparencia”, y recuerda que los países calculan sus gastos militares de distintas formas y los dan a conocer en diferentes grados, “pero no puede decirse que ninguno haya alcanzado la transparencia absoluta”.

Los cuatro pilares principales de la defensa china

El presupuesto de defensa chino de 89.000 millones de euros propuesto para este ejercicio contempla que los gastos se emplearán principalmente en cuatro aspectos.

En primer lugar se destinarán a aumentar las inversiones relacionadas con el desarrollo científico militar y la alta tecnología, incluido la construcción de armamento avanzado.

El segundo hace referencia a la mejora de las condiciones de vida de los soldados y los oficiales a través de “la construcción de la infraestructura logística de las unidades de tropa”.

En tercer lugar se busca ajustar los gastos de mantenimiento de las unidades de tropa con el desarrollo socioeconómico del país para reducir la presión de la inflación.

Y el último aspecto trata sobre la intensificación de las capacidades militares distintas al combate propiamente dicho, como las antiterroristas, las de salvaguarda de la estabilidad y las de socorro en desastres, además de mejorar la capacidad de las unidades de tropa para enfrentarse a varias amenazas de seguridad y realizar tareas militares diversificadas.

El Ejército Popular de Liberación, nombre oficial de las fuerzas armadas chinas, cuenta con el mayor número de efectivos del mundo: 2,3 millones de soldados. Además, sus programas de defensa están ocultos bajo un cuidado secreto, aunque sus responsables insisten en que sus programas de modernización son únicamente de naturaleza defensiva.