Tal día como hoy en 1862 México derrota a Francia en Puebla
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Tal día como hoy en 1862 México derrota a Francia en Puebla

La mala estrategia del general Lorencez fue decisiva para la victoria de los mexicanos
Batalla del 5 de mayo de 1862
"Batalla del 5 de mayo de 1862", óleo sobre tela. Museo Nacional de las Intervenciones. Imagen: Wikipedia Commons.
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Tal día como hoy, 5 de mayo, pero en 1862, el ejército mexicano del general Zaragoza venció a las tropas francesas en la batalla de Puebla.

El conflicto empezó cuando Benito Juárez, presidente de México, anunció que debido a la crisis que sufría su país después de la guerra de la Reforma, no iban a ser capaces de hacer frente al pago de la deuda externa contraída con otros países. Este auncio provocó la respuesta de Francia, España e Inglaterra, que convocaron la Convención de Londres, donde acordaron enviar contingentes militares a México para reclamar el pago de la deuda que ascendía a 80 millones de pesos, 69 millones de Inglaterra, nueve millones a España y dos a Francia.

El ejército de los tres imperios llegó con 9.489 hombres encabezados por general Juan Prim por parte de España, el contraalmirante Jurien de la Graviere de Francia y el comodoro Dunlop de Reino Unido. Los tres países enviaron un ultimátum a Juárez, que les respondió con una invitación a una convención que acompañó derogando el decreto de suspensión de los pagos. En esa conferencia, consiguieron estrechar lazos diplomáticos y firmaron los tratados de La Soledad, por los que el Gobierno mexicano se comprometía a realizar los pagos que debía y los demás a abandonar el país, pero Francia no cumplió el acuerdo y comenzó la invasión. Francia tenía un interés secundario y aprovechó la deuda para intentar derrocar al Gobierno de México e instaurar una monarquía afín a sus ideales que le permitiese tener controlada la zona de la expansión de Estados Unidos.

Juárez se había adelantado porque vió la posibilidad de que la invasión con la que habían amenazado se pudiese hacer realidad y ordenó la fortificación de Puebla, junto con el envío de suministros para una posible guerra y la creación de una unidad llamada el Ejército de Oriente dirigida en primer lugar por el general José López Uraga, que luego fue sustituido por el general Zaragoza, quien dirigió la organización de la defensa ante el avance de los franceses. La estrategia de Zaragoza se basó en concentrar todas las fuerzas posibles en Puebla para enfrentarse a los franceses allí.

Las tropas del general Charles Ferdinand Latrille tenían gran confianza en la victoria, ya que eran muy superiores militarmente y el país estaba en una crisis que les complicaría hacerles frente. El ejército de Zaragoza tuvo problemas para reclutar soldados, por lo que tuvieron que recurrir a la leva junto con el posterior refuerzo de las tropas de Alejandro Constante Jiménez, que se unió a Zaragoza con 2.000 hombres más para enfrentarse al avance de los franceses.

Las cumbres de Acultzingo

El primer enfrentamiento se dió en las cumbres de Acultzingo, donde murieron 500 franceses, mientras las pérdidad mexicanas ascendieron sólo a 50. Los mexicanos se retiraron y los franceses tomaron control de la zona, aislaron al centro del país del principal puerto en el Golfo, y continuaron hacia Puebla. Las tropas francesas también tomaron el mismo camino y al llegar, se organizaron por las calles de la ciudad, con el pueblo a su favor y con el objetivo de evitar que los franceses llegasen al áerea urbano.

En un segundo enfrentamiento, Tomas O'Horan y Antonio Carbajal junto a sus tropas consiguieron detener un ataque de caballería dirigido por Leonardo Márquez y José María Cobos que iba encaminado a Puebla. La defensa de Puebla estuvo formada por dos baterías de artillería de batalla y dos de montaña, 1.200 hombres cubriendo los fuertes y 3.500 divididos en cuatro columnas de infantería con una batería de batalla y una brigada de caballería.

El 5 de mayo de 1862, los franceses aparecieron en Puebla, entrando a la ciudad cruzando fuego con las guerrillas. La batalla comenzó con un cañonazo desde el fuerte de Guadalupe. La estrategia francesa consistió en dividirse en dos columnas, una con 4.000 soldados que se dirigió hacia los fuertes cubierta por la artillería y la otra, quedó como reserva. No todos los generales estaban de acuerdo con esta estrategia, pero Lorencez confiaba en la superioridad de sus tropas y decidió seguir. Allí, los mexicanos tenían ventaja y se organizaron para hacerles frente.

Los zuavos, el regimiento de élite de la infantería francesa, intentaron acercarse a Guadalupe por el cerro, pero los mexicanos acabaron con ellos de inmediato. Los franceses iniciaron otro ataque que fue respondido con bayonetas, en este momento, el coronel mexicano José Rojo avisó a Antonio Álvarez, cuya brigada protegió el flanco izquierdo de los reductos, de que era el momento de avisar a la caballería para hacerse con la victoria.

Cuando la victoria ya parecía de los mexicanos, Lorencez se dispuso a lanzar el último ataque con los cazadores de Vincennes y los zuavos hacia el fuerte de Guadalupe, con una segunda columna con restos de los cuerpos de batalla. Se enfrentaron a los zapadores de San Luis Potosí del general Lamadrid, en un combate con bayoneta, que ganaron los mexicanos y, después, acudieron como refuerzo a los fuertes. Desde allí, uno de los cañones hacía mucho daño a las filas francesas, por lo que los zuavos buscaron la manera de hacerse con él. El artillero no llegó a meter la bala cuando se encontró con uno de los zuavos en frente y se la tiró encima acabando con el francés. El ataque de nuevo fue rechazado y el ejército francés comenzó a retirarse poco a poco por todos los frentes hacia Amozoc.

Las pérdidad totales del bando francés fueron 172 muertos o desaparecidos, 304 heridos y 83 muertos, por parte de los mexicanos, 132 heridos y 12 desaparecidos para el Ejército de Oriente.



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