Fuerza Aérea de Chile, renovando capacidades hacia el centenario

La Fuerza Aérea de Chile (FACh) continúa en la ruta del centenario bajo los lineamientos de su Plan de Desarrollo Estratégico institucional. Con el término del mando del general Arturo Merino, a inicios de noviembre, ahora le corresponde durante los próximos cuatro años a su nuevo comandante en jefe, el general del aire Hugo Rodríguez, continuar con los proyectos definidos para afiatar el proceso de modernización continuo en orden a contar con una Fuerza Aérea moderna y potente.

Es así como durante el 2022, y en el marco del 92° aniversario institucional, se han completado una serie de hitos como el exitoso desarrollo de la Feria Internacional del Aire y del Espacio luego de la cancelación por la pandemia en 2020; el anuncio del aumento de la flota y modernización del material KC-130R y C-130H Hercules con el sistema NP2000 donde la Empresa Nacional de Aeronáutica (Enaer) entregó recientemente al servicio la segunda aeronave con esta nueva capacidad; la incorporación de aviones de alerta temprana y control aerotransportado Boeing E-3D Sentry AEW.Mk1; la aprobación gubernamental para la fabricación de 33 nuevos aviones de instrucción primaria Pillan II por parte de Enaer; y un nuevo y exitoso despliegue en Glaciar Unión en la Antártica.

Segundo Hercules modernizado con el nuevo sistema de hélices NP200. Foto: FACh

En relación a los aviones de combate Lockheed Martin F-16 Fighting Falcon, el modelo Block 50 alcanzó las 20.000 horas de vuelo, mientras los MLU las 30.000. Sobre el upgrade de este material, el general Merino destacó en su discurso de despedida el proyecto de modernización y estandarización de este sistema de armas. 

Además, confirmó la total implementación de comunicaciones satelitales y de aterrizaje de precisión del sistema de aeronaves no tripuladas Hermes 900. En esta línea, indicó que "es casi un hecho que poco a poco transitaremos hacia una Fuerza Aérea que incorporará cada vez más aeronaves no tripuladas, con mejores prestaciones que las actuales y capaces de cumplir parte importante de las misiones que tenemos asignadas, prescindiendo de la tripulación humana en vuelo. Estas aeronaves serán parte fundamental de la columna vertebral de nuestra fuerza, y se deberá armonizar su empleo entre la diversidad de medios, en perfecta sincronía con las condicionantes de eficacia, economía y riesgo".

Sumado a lo anterior, "hoy nos encontramos comprometidos con el desarrollo de un Sistema Nacional Satelital, que como pilar del Programa Espacial de Chile, permite el desarrollo de capacidades que responden plenamente a los objetivos estratégicos de la Defensa Nacional, pero que también, contiene los elementos y factores necesarios para apoyar de manera concreta y transversal al Estado y a diversos actores de la sociedad nacional, así como impulsar el desarrollo de tecnologías y conocimiento a través de la educación, construcción y explotación de ingenios espaciales, todo bajo el concepto de generar valor público y social en función de las capacidades aeroespaciales polivalente de la Fuerza Aérea de Chile".

El sistema de armas A-36 Toqui fue desactivado a fines de este año. Foto: FACh

"De igual forma, robustecer el poder aeroespacial en su vertiente espacial es y seguirá siendo una necesidad para el país, por esto, aportar a la creación de una Agencia Espacial e incorporar nuevos satélites, son los desafíos que deberán enfrentar a futuro y para ello se necesita una visión conjunta entre el mundo civil y el militar, que nos permita avanzar como país en temas de investigación, desarrollo, conocimiento e innovación".  

Sobre el alistamiento y preparación de la fuerza, durante el presente año la FACh demostró su capacidad con el desarrollo de importantes ejercicios miliatres nacionales e internacionales tales como ADEX,Estrella Austral, Solidaridad ySalitre. Al respecto, el general Merino indicó que la Fuerza Aérea es una institución que "ha alcanzado una madurez equilibrada, que le ha permitido impactar positivamente en el desarrollo de nuestra nación, como también proyectarse hacia el futuro a través de nuevos desafíos, siempre con el objetivo de ser útil a los superiores intereses de nuestra patria. La Fuerza Aérea de Chile es hoy una institución de casi 12.000 hombres y mujeres, dotada de una estructura de fuerzas acorde, en tamaño y capacidades, a los requerimientos de la Defensa, y que es capaz de desenvolverse con propiedad en los tres dominios en los cuales le corresponde actuar: el aéreo, el espacial y el ciberespacial".