El Ejército del Aire y del Espacio ha reafirmado su compromiso con la excelencia operativa y la cooperación internacional mediante su participación en el ejercicio Athena 25, una de las maniobras más exigentes en el ámbito de las operaciones aéreas especiales. Desarrollado el pasado mes de mayo en las bases francesas de Cazaux y Mont-de-Marsan, el ejercicio ha reunido a unidades de elite españolas y francesas en un entorno de alta exigencia táctica centrado en operaciones contra el terrorismo y escenarios de zona gris.
El despliegue español ha estado compuesto por efectivos del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (Ezapac), el 353 Escuadrón de Fuerzas Aéreas Especiales del Ala 35 y el 803 Escuadrón del Ala 48. Junto a estos efectivos, el contingente español movilizó dos helicópteros NH-90 Caimán y una aeronave de transporte C-295M, que operaron de forma integrada durante toda la duración del ejercicio.
Athena 25 se estructuró en dos fases claramente diferenciadas. La primera, de carácter formativo, tuvo como objetivo reforzar la instrucción conjunta de las unidades participantes. En ella se practicaron inserciones paracaidistas, técnicas de fast rope desde helicópteros, y procedimientos de integración entre las plataformas aéreas y las fuerzas especiales terrestres. Estas actividades permitieron afinar la coordinación y cohesión entre los distintos elementos, sentando las bases para una actuación conjunta en escenarios de gran complejidad.
La segunda fase, de carácter eminentemente operativo, se desarrolló en el suroeste de Francia y en el campo de maniobras de Captieux. Durante esta etapa se llevaron a cabo misiones simuladas de operaciones especiales, con especial énfasis en acciones directas sobre objetivos hostiles. Una de las operaciones más destacadas fue el asalto y toma simulada de un aeródromo controlado por fuerzas enemigas, una acción que implicó un elevado nivel de coordinación interarmas y complejidad táctica.
En ese contexto, el Ezapac ejecutó un asalto mediante inserción aérea desde helicópteros, asegurando la pista de aterrizaje para permitir la llegada de un avión T.21 (C-295M) del Ala 35. La aeronave completó una misión de evacuación de personal civil en un entorno simulado de alta amenaza. Esta operación, clasificada como HRO (Hostage Rescue Operation), demostró la capacidad de proyección, eficacia y precisión de las fuerzas especiales del Ejército del Aire y del Espacio.
El ejercicio fue inspeccionado el 15 de mayo por el general jefe del Mando de Movilidad Aérea (JMOVA), quien visitó a las unidades desplazadas y presenció en directo varias de las maniobras realizadas. Durante su estancia, el general destacó la profesionalidad y el alto grado de preparación del personal involucrado, valorando positivamente el esfuerzo de integración y la interoperabilidad alcanzada con las unidades francesas.
Athena 25 forma parte de una serie de ejercicios que buscan potenciar la preparación combinada entre países aliados y reforzar las capacidades conjuntas frente a amenazas emergentes, en especial en entornos donde se difuminan los límites entre la guerra convencional y los conflictos híbridos. En ese sentido, la participación española contribuye directamente a los esfuerzos de la OTAN y la UE por mejorar la respuesta ante escenarios de terrorismo, sabotaje, ciberataques o desinformación.
El Ejército del Aire y del Espacio ha subrayado que su presencia en Athena 25 representa un nuevo paso en su estrategia de excelencia operativa, reafirmando el papel central que juega en las operaciones especiales aéreas, tanto en el ámbito nacional como en el marco internacional. El entrenamiento conjunto, la interoperabilidad con aliados y la adaptación a nuevos escenarios de amenaza son pilares fundamentales para el desarrollo de unas Fuerzas Armadas modernas, preparadas y adaptadas a los desafíos del siglo XXI.