El Ejército del Aire cierra con Einsa contratos por 26 millones para renovar sus vehículos de apoyo a aeronaves
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El Ejército del Aire cierra con Einsa contratos por 26 millones para renovar sus vehículos de apoyo a aeronaves

La empresa suministrará mulas descontaminantes, transferidores de carga, arrancadores, tractores remolcadores y barredoras de pista
Tractor remolcador de la compañía Einsa. Foto: Einsa
Tractor remolcador de la empresa Einsa
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Hasta seis contratos ha cerrado el Ejército del Aire y del Espacio en los dos primeros meses del año con la empresa Einsa para renovar sus vehículos de apoyo a las aeronaves, en servicio en las bases aéreas. Los contratos con un presupuesto conjunto de 26 millones de euros permitirán la llegada de nuevas mulas descontaminantes, transferidores de carga, arrancadores, tractores remolcadores de distintos modelos y barredoras de pista.

En el caso de las mulas descontaminantes, el contrato tiene un valor estimado de 8,8 millones de euros, que incluye el suministro de vehículos durante dos años, una posible prórroga por otros tres años más y modificaciones previstas.

El contrato de transferidores de carga cuenta con un presupuesto de 2,16 millones de euros, mientras que el de arrancadores dispone de una partida de 3,24 millones. Por otra parte, el Ejército del Aire y del Espacio ha invertido 7,44 millones en la compra de tractores remolcadores medios (6,4 millones) y pesados (1,04 millones) y otros 4,35 millones de euros en las barredoras de pista. Las entregas se extenderán a lo largo de los próximos cuatro años, salvo en el caso ya citado de las mulas descontaminantes.

Este tipo de vehículos es fundamental para el mantenimiento de los sistemas de las aeronaves, es el caso de los arrancadores o las mulas, y también para el correcto funcionamiento de las operaciones en las bases, si hablamos de los transferidores de carga o de los tractores.

Las mulas descontaminantes, por ejemplo, están diseñadas para comprobar de manera rápida y precisa las condiciones operativas de los sistemas hidráulicos con los que cuentan las aeronaves militares y civiles. Permiten probar los sistemas hidráulicos de la aeronave para averiguar posibles fallos en componentes, flujos y presiones; suministrar fluido hidráulico, controlado en presión y caudal; y llevar a cabo la descontaminación y aireación del aceite hidráulico filtrando y monitorizando las partículas sólidas.

Mientras, los arrancadores son un sistema de arranque alternativo a la Unidad de Potencia Auxiliar (APU) interna del avión y su uso permite preservar la vida de los sistemas embarcados. En el caso concreto de los veteranos F-5, utilizados por el Ejército del Aire para el entrenamiento avanzado de pilotos de caza, se necesitan específicamente arrancadores para la puesta en marcha de los motores.

Los tractores tienen la función de remolcar, posicionar y empujar aeronaves y equipos auxiliares de apoyo en bases aéreas, aeropuertos y muelles o zonas de carga del Ejército del Aire, y los transferidores hacen posible la carga y descarga de material en los aviones de transporte. En este caso, los nuevos equipos estarán adaptados para operar con los A400M y también con otros aviones como el C295 o el CN235. Por último, las barredoras son esenciales para eliminar los elementos extraños FOD (Foreing Object Damage) de las superficies de la pista, evitando situaciones peligrosas.

En prácticamente todos los expedientes, el Ejército del Aire y del Espacio justifica que la adquisición de este tipo de plataformas es necesaria ante la retirada o la próxima baja de los vehículos en servicio, en la mayoría de los casos por obsolescencia o al llegar al final de su vida después de décadas de funcionamiento.




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