El Gobierno argentino oficializó la transferencia de la administración y operación de la flota aérea presidencial al ámbito del Ministerio de Defensa, mediante Decreto 377/2025 publicado en el Boletín Oficial. La medida, firmada por el presidente Javier Milei y por el ministro de Defensa, Luis Petri, otorga a la Fuerza Aérea Argentina la custodia y gestión de las aeronaves asignadas al Poder Ejecutivo Nacional.
La disposición incluye tareas de mantenimiento técnico, capacitación del personal y gestión presupuestaria, bajo un régimen especial que excluye estas operaciones del régimen general de contrataciones estatales. La Secretaría General de la Presidencia conservará la potestad de definir el uso de los medios aéreos.
El decreto, que entró en vigencia en junio de 2025, se enmarca en el proceso de reorganización del aparato estatal impulsado por el Ejecutivo, con el objetivo de optimizar recursos técnicos y humanos. Además, implica el retorno de la administración militar de la flota, luego de que durante gobiernos anteriores se emplearan pilotos civiles.
La flota comprendida por esta medida incluye los aviones Boeing 757-256 ARG-01, adquirido durante la presidencia de Alberto Fernández; Boeing 737-500 ARG-02 y Learjet 60 ARG-03, así como los helicópteros Sikorsky S-70C AR ARG-10, dos unidades S-76B Spirit y un Airbus H155B1.
Según el decreto, la incorporación de estos medios a la Fuerza Aérea no representa un incremento en sus capacidades operativas; el uso de las aeronaves continúa siendo de carácter VIP. No se crearán nuevas unidades organizativas en el Estado ni se afectará el Sistema Nacional de Empleo Público (Sinep). En paralelo, se redefine la estructura de la Casa Militar y se asignan nuevas funciones a la Subsecretaría de Planeamiento Operativo y Servicio Logístico del Ministerio de Defensa.