Las claves del aumento de la inversión en Defensa: de la deuda pública a la revisión de los planes a medio y largo plazo
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Las claves del aumento de la inversión en Defensa: de la deuda pública a la revisión de los planes a medio y largo plazo

Un informe de la Fundación Alternativas concluye que será necesario endeudarse y contempla también la opción de subir impuestos, aunque los autores creen que no será necesario
Presentación del informe sobre gasto en defensa de la Fundación Alternativas en el Ceseden
(De izquierda a derecha) Carlos Martí, Carlos Calvo, Diego López Garrido, Juan Francisco Martínez Núñez, Marina Pina y Antonio Fonfría, durante la presentación del Informe. Firma: Fundación Alternativas
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Un estudio encargado por el Ministerio de Defensa a la Fundación Alternativas presentado esta semana en Madrid sobre cómo hacer frente al aumento de la inversión en defensa en España considera que, para ello, no será necesario subir impuestos, pero sí endeudarse. 

“Lo importante no es endeudarse sino cómo y con quién nos endeudamos”, explicó Antonio Fonfría, uno de los autores del estudio junto a Carlos Calvo y Carlos Martí. El informe, titulado El aumento del gasto en defensa español, financiación y necesidades, plantea tres escenarios posibles de inversión en defensa: el 2,1% que plantea el Gobierno y que requeriría unos 38.000 millones; el 2,7%, lo que implicaría un desembolso cercano a los 50.000 millones de euros, y el 3,5%, que es precisamente la petición de la OTAN para 2034 en gasto militar puro y duro y que, según esta estimación, supondría invertir 65.000 millones, tres veces el gasto actual.

Endeudamiento o subir impuestos

Para hacer frente a este endeudamiento, el trabajo plantea varias opciones. Una de ellas sería subir impuestos, aunque Fonfría cree que no será necesario. Las otras pasan por aumentar la deuda pública, emitir deuda mancomunada con el resto de países de la Unión Europea o relajar el objetivo de déficit, ya que la UE permite hacerlo si se trata de gasto de defensa, pues en ese caso no computa y es deuda que se pueda amortizar a largo plazo. “16 países ya lo han pedido”, explicó Fonfría.

En cualquier caso, el autor fue rotundo respecto al porcentaje de gasto que nuestro país tendrá que invertir en defensa para cumplir con los objetivos de capacidades impuestos por la OTAN: “España acabará superando el 2,1%”.

El informe explica que el gasto en defensa de España se ha caracterizado históricamente por su insuficiencia crónica e indica que la actual posición de nuestro país es compleja, ya que hay que hacer un esfuerzo muy significativo en un muy breve espacio de tiempo, lo que es "complicado" debido a que durante años no se ha realizado el esfuerzo necesario para dotarse de las necesarias infraestructuras.

Planificación a corto y medio plazo

Ello requiere una planificación a corto y medio plazo fundamentada, entre otras cosas, en la reformulación de algunas prioridades tanto en las Fuerzas Armadas como en la industria, apunta. “La industria necesita estabilidad en la demanda y que se huya del modelo de los ciclos de inversión, hay que ir hacia una inversión continuada en el tiempo”, dijo Fonfría durante la presentación del informe.

La financiación en este ámbito ha sido tradicionalmente insuficiente, evidenciando una diferencia del 25%, incluso del 30% señaló Calvo, entre el presupuesto inicial y el ejecutado durante la última década. Desde 2014, y con mayor intensidad tras la invasión de Ucrania, se ha intensificado la presión para elevar el gasto, en un contexto donde se prevé que el gasto en defensa de la Unión Europea alcance los 613.000 millones de euros en 2028, lo que equivaldría al 3,4% del PIB. 

Falta de recursos financieros

Tal y como analiza el informe, actualmente, el gasto en defensa en España enfrenta retos considerables, como la falta de recursos financieros, deficiencias en la planificación a largo plazo y una capacidad industrial limitada. La recurrencia a transferencias presupuestarias y suplementos de crédito ha dificultado la ejecución eficiente. Pese a que entre 1996 y 2023 se invirtieron 67.275 millones de euros en programas de defensa, la falta de estabilidad presupuestaria sigue condicionando la modernización de las Fuerzas Armadas, así como el cumplimiento de los compromisos internacionales.

En cuanto al comercio exterior de material de defensa, España ocupa el noveno lugar mundial y el cuarto en la Unión Europea. Las exportaciones a países miembros de la UE y la OTAN han supuesto casi dos tercios del total en el periodo 2014-2023, con un 33,6% derivado de programas cooperativos. Durante esos años, las exportaciones ascendieron a 37.853 millones de euros, frente a unas importaciones de 30.263 millones, generando un superávit de 7.590 millones. Sin embargo, desde 2020 el saldo ha disminuido y se volvió negativo en 2023. El sector aeronáutico domina las exportaciones, representando un 73,7% entre 2015 y 2024.

Fondo Europeo de Defensa

Las iniciativas europeas en materia de defensa, como el Fondo Europeo de Defensa (EDF), podrían facilitar el aumento del gasto y reforzar la capacidad industrial de los Estados miembro. Aunque hasta ahora las cifras movilizadas por la UE han sido limitadas, España ha obtenido buenos retornos del EDF. “Financiarse con la Unión Europea es positivo, porque obliga a crear consorcios y permite la coordinación de las capacidades”, explicó Carlos Martí.

A nivel global, el gasto en defensa ha crecido de forma constante desde 2015, impulsado por los acuerdos de Cardiff y la guerra en Ucrania. No obstante, España sigue en una posición desfavorable respecto a otros países de la OTAN. Además, la fragmentación del mercado europeo limita su eficiencia en comparación con Estados Unidos, China o Rusia, que gozan de una mayor economía de escala.

Desde 2014, y especialmente tras la invasión de Ucrania, ha crecido la presión para aumentar el gasto en defensa en el ámbito europeo. La Comisión Europea ha permitido a los Estados miembros aplicar la cláusula de escape del déficit, abriendo la posibilidad de movilizar hasta 800.000 millones de euros. Se estima que, para 2028, el gasto en defensa de la UE pueda llegar al 3,4% del PIB, con una inversión media anual de 72.000 millones de euros. Entre 2023 y 2024, este gasto creció en 47.000 millones, lo que indica una tendencia sostenida al alza.

Efectivos de las Fuerzas Armadas

Respecto del número de efectivos en las Fuerzas Armadas españolas, su número ha disminuido considerablemente desde la suspensión del servicio militar obligatorio en 2001. En 2024 se contabilizan 116.410 militares en activo, la cifra más baja desde 2007. En 2010 se alcanzó un pico de 130.039 efectivos, lo que implica una reducción de 13.629, siendo el 75,6% de tropa y marinería. El déficit estimado es de entre 14.590 y 24.590 efectivos, con una proporción de 2,4 militares por cada 1.000 habitantes, muy por debajo de la media europea de 3,6. Se prevé un incremento de 5.000 efectivos hasta 2029.

El sostenimiento logístico ha sido otro ámbito afectado por la insuficiencia presupuestaria. “Las carencias en el apoyo logístico son una vulnerabilidad estratégica y ahí donde se han centrado precisamente los recortes, sobre todo entre 2008 y 2015”, explicó Carlos Sala, otro de los autores del informe. 

Así, desde 2008, los créditos destinados a apoyo logístico se redujeron de 619,5 millones a 238,9 millones en 2017, lo que forzó la baja de sistemas no sostenibles y limitó las horas de instrucción. En 2024 se asignaron 2.784 millones de euros a estas necesidades, una cifra más acorde a las demandas actuales.

 



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