Gral. A. Merino Chile: "Contamos con una flota de combate con un alto nivel operacional" 1
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Gral. A. Merino Chile: "Contamos con una flota de combate con un alto nivel operacional" 1

El comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile, general Arturo Merino, junto a un F-16 Block 50. Foto: FACh
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En el marco del especial Aviones de Combate en Latinoamérica, Infodefensa.com entrevistó al comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), general del aire Arturo Merino Núñez, quien lidera la institución desde el 5 de noviembre de 2018.

En esta primera parte de la entrevista, el general Merino se refiere al estado actual de la flota de aviones de combate, proyectos y la importancia estratégica del poder aeroespacial de la Fuerza Aérea de Chile.

¿Qué es el poder aeroespacial de la Fuerza Aérea de Chile?

Es la capacidad efectiva de uso del aire, del espacio y del ciberespacio en apoyo al poder nacional y, como tal, contribuye a la seguridad, al desarrollo y al cumplimiento de los objetivos nacionales. El poder aeroespacial está conformado por dos grandes componentes, una de “desarrollo”, que busca potenciar el poder aeroespacial en el tiempo, asimilando el estado del arte a nivel mundial, a las capacidades disponibles en el país; y otra de 'fuerza', que es la capacidad militar con que cuenta un país para controlar y emplear el aire, el espacio y el ciberespacio en beneficio propio.

¿Qué labor han realizado los aviones de combate de la FACh durante la pandemia?

Si bien es cierto que, gran parte de nuestro personal, incluyendo aquel que desempeña funciones de soporte a las operaciones, ha debido realizar actividades relacionadas con la pandemia, las Unidades de Combate de la institución han enfocado su labor en dar continuidad al desarrollo de las actividades de instrucción y entrenamiento de sus tripulaciones, con el propósito de mantener las capacidades y el alistamiento operacional requerido para seguir dando cumplimiento a la misión de la Fuerza Aérea de Chile.

¿Cuál es el estado actual de la flota de aviones de combate de la institución?

Actualmente, contamos con una flota de combate con un alto nivel operacional, disponibilidad operativa, bajo elevados estándares de mantenimiento y seguridad.

¿Permite este estado cumplir con la defensa de la Soberanía Nacional?

El estado de la flota y el entrenamiento actual de las tripulaciones permite a la Fuerza Aérea de Chile seguir contribuyendo a las distintas Áreas de Misión de la Defensa Nacional, dentro de las cuales se incluye la defensa de la soberanía e integridad territorial.

¿Qué importancia tiene para la institución contar con la capacidad de combate aéreo que brindan los sistemas de armas F-16 y A-29?

Contar con estos sistemas de armas es de mucha importancia para seguir siendo una institución moderna, que tiene la capacidad de defender y controlar el espacio soberano de nuestro país. Asimismo, el empleo de estos modernos sistemas, que están equipados con capacidades operacionales, tecnológicas y polivalentes, nos facilita la relación y el entrenamiento de nuestras tripulaciones al momento de interoperar con Fuerzas Aéreas de otros países, principalmente en instancias de cooperación internacional. Al mismo tiempo, la moderna tecnología que poseen estos sistemas de armas con que cuenta la institución ha permitido un importante desarrollo técnico-profesional, no solo de nuestras tripulaciones sino de todo el personal que soporta su operación, influyendo de forma transversal en las áreas operativas, logísticas y de capacitación del recurso humano institucional, entre otras, para operar sistemas cada vez más complejos. Dentro de este contexto, la importancia del sistema de armas A-29, radica en que se ha concebido como una óptima transición a un sistema de armas más avanzados como lo es el F-16.

¿Cuándo se retomará el programa de modernización de los F-16?

El desarrollo estratégico de la institución, cada cierto tiempo requiere la modernización y/o reemplazo, tanto del material aéreo como terrestre, dependiendo del cumplimiento de sus ciclos de vida. Dentro de este contexto, la “modernización de los F-16” y otros sistemas de armas, es una tarea permanente para la institución, dado el vertiginoso avance de la tecnología, la complejidad de los componentes y el soporte logístico que ofrece la industria de defensa a nivel mundial. Por ello, este programa se encuentra en constante revisión y actualización para todo el sistema de armas y se dará inicio una vez que los recursos se encuentren disponibles.

¿Habrá una licitación internacional?

Por otra parte, los procesos involucrados para su financiamiento, licitación, adquisición y recepción, están claramente establecidos a nivel nacional y en su momento se deberá definir los detalles técnicos del referido proceso de licitación.

En noviembre de 2020 llegaron las últimas unidades de A-29. ¿Qué significó para la Escuela Táctica esta incorporación?

La incorporación del A-29 a la Escuela Táctica significó generar importantes cambios en el proceso de instrucción completo, ya que la instrucción cambió de una aeronave análoga, como era el A-36 Toqui, a una plataforma aérea con sistemas de aviónica propios de aeronaves de cuarta generación; digitalizado en su totalidad, con capacidades que permiten simular un combate aéreo de la actualidad. Por tanto, el nuevo producto esperado por la Escuela Táctica cambia radicalmente, donde ahora el nuevo piloto de combate formado para la institución, al egresar desde el curso táctico, poseerá las herramientas y conocimientos necesarios para poder desarrollarse dentro de un escenario complejo en la operación de plataformas con aviónica y armamento de IV generación, haciendo más fácil y fluida su transición a plataformas más avanzadas y exigentes como el F-16.

¿Se finalizó la adquisición de este tipo de material de vuelo o se contempla incorporar unidades adicionales?

No podemos descartar la alternativa de adquirir unidades adicionales, todo depende de los escenarios futuros de la institución.

¿Qué importancia tuvo para la FACh cofabricar el A-36 (C-101)?

Para la Fuerza Aérea de Chile la coproducción entre Enaer y la empresa CASA de España (hoy Airbus) del avión de entrenamiento táctico y ataque A-36 (C-101) significó una gran oportunidad, tanto desde el punto de vista de desarrollo técnico profesional de nuestro personal de mantenimiento, que trabajó en gran parte del proceso en conjunto con Enaer, como para la continuidad de la instrucción y el entrenamiento de las tripulaciones de combate, al contar con soporte técnico a nivel nacional, que contribuyó a mantener el alistamiento operativo y la capacidad institucional para el apoyo a fuerzas de superficie en el accionar conjunto. La experiencia obtenida en su desarrollo, construcción y operación permitió lograr una masa crítica de profesionales, los cuales vertieron toda esa experiencia en los futuros proyectos institucionales, incrementando al mismo tiempo las capacidades de Investigación y Desarrollo de la Industria Aeronáutica Nacional.

¿Se reemplazarán los A-36?

En esta etapa del ciclo de vida de este sistema de armas es necesario plantearse la posibilidad de su reemplazo. Sin embargo, esta situación se encuentra bajo análisis y no es posible descartarla a futuro. Lo anterior, siempre buscando alternativas que permitan mantener una continuidad en el entrenamiento y operación, acorde con las necesidades presentes y futuras de la Institución.

De no ser reemplazados, ¿qué implica no contar con un avión de entrenamiento a reacción?

Con el desarrollo de las capacidades de simulación, tanto en tierra como en aire, actualmente se puede preparar a los pilotos en aeronaves de un menor costo de operación, para así transicionar hacia plataformas más avanzadas, especialmente en lo referido a sistemas de navegación y ataque, tanto aire-aire como aire-tierra. Sin embargo, dentro del análisis es un tema relevante a considerar la posibilidad de no contar con un avión a reacción y su impacto en la habilidad de la futura tripulación respecto de la capacidad para manejar escenarios y sistemas de armas más complejos.

Si es que son reemplazados, ¿se contempla incorporar una aeronave a reacción con capacidades de entrenamiento y ataque?

En caso de ser considerado el reemplazo del avión A-36, dentro del análisis y estudio no se descarta ninguna opción y en este mismo sentido, seguramente también se considerarán los resultados y experiencias obtenidas con aeronaves turbo-hélice, como el A-29 y otras a reacción, para la instrucción de pilotos de combate en su transición a aviones de alta performance.

En 1975 Chile adquiere su primer avión de combate supersónico. ¿Qué ha significado para la institución contar con el F-5 durante 45 años?

Contar por tanto tiempo con el material de vuelo F-5, en sus versiones Tigre II y Tigre III, ha sido muy importante en las distintas etapas del desarrollo de la fuerza de combate institucional. Este sistema ha tenido una serie de modificaciones a lo largo del tiempo, que le han permitido operar sin restricciones hasta el día de hoy, incluso en un escenario geográfico muy distinto al que en un comienzo se definió para la operación de los F-5. Por ello, actualmente sigue siendo de suma importancia para la Fuerza Aérea contar con una aeronave de estas características y performances, para mantener las capacidades operativas que le entrega a la institución.

¿Hasta cuándo volarán en la FACh?

Los actuales “Tigres Australes” se mantienen vigentes en su operación y se espera que siga siendo así en los próximos años. Lo anterior, a través de un adecuado mantenimiento y procesos de actualización, acordes con su ciclo de vida y, si es necesario con el complemento de otros proyectos que se pudiesen dar para garantizar la interoperatividad con otros sistemas de armas.

¿Hay algún nuevo plan de extensión de vida para los F-5 o serán reemplazados por otro tipo de avión de combate?

Dentro la planificación institucional no se descarta la posibilidad de una nueva modificación de sistemas y/o estructura de la aeronave, que resulte en una extensión de vida para el material F-5. Mientras se mantenga la capacidad de operarlo y el soporte logístico, estará considerado en el inventario institucional, teniendo en cuenta que estos análisis y evaluaciones se realizan periódicamente.

¿Cuál es la importancia de Enaer y DTS en los trabajos de mantenimiento y mejoras de los aviones de combate de la FACh?

Tanto Enaer como DTS son muy importantes dentro de la industria de defensa nacional y entregan una capacidad estratégica en el ámbito aeronáutico a nuestro país. Específicamente, Enaer ha aportado con distintas soluciones para el material F-16, como por ejemplo: servicios de mantenimiento preventivo, a través de la ejecución de inspecciones “Look Phase” en la Base Aérea Cerro Moreno de Antofagasta, pintura de aeronaves y partes, fabricación y reparación en materiales compuestos y aplicación de soluciones estructurales a problemas de fatiga presentados por la normal explotación de este sistema de armas.

¿Hay algún proyecto en que Enaer y DTS estén contemplados para nuevos trabajos?

A su vez DTS, empresa de alta especificación tecnológica en el área electrónica que provee servicios de calibración y reparación de múltiples equipos y sensores electrónicos para su utilización en el área de operaciones y mantenimiento, se encuentra participando en proyectos de mejora en la confiabilidad de ciertos componentes de radar y en otros asociados a equipos de sostenimiento como: up-grade de banco de pruebas hidráulico, up-grade de banco de pruebas RITE (Radar Intermediate Test Equipment) y gestión de información técnica.

Según sus declaraciones, se espera que el F-16 esté operativo hasta el 2040 como avión de cuarta generación. ¿Cómo será la aviación de combate de la FACh una vez finalizado ese período?

La incorporación del sistema de armas F-16 al inventario nacional, ya significó un avance muy importante en la institución, no solo desde el punto de vista operativo y de entrenamiento, sino que también obligó a reestructurar los procesos logísticos, de administración de personal y otros de planificación. Si consideramos que el impacto del continuo avance de la tecnología aeronáutica significa que modificaciones y actualizaciones importantes en los aviones de combate se producen cada diez años aproximadamente, para esa fecha, seguramente tendremos aviones de combate con sistemas completamente integrados, que interactúen en los dominios espacial y ciberespacial, durante la ejecución de sus misiones. Esto se traducirá en plataformas mucho más sofisticadas, tecnológicamente avanzadas, altamente eficaces y con requerimientos cada vez más exigentes para las tripulaciones. Lo mismo ocurrirá con los sistemas de apoyo en tierra para las misiones, con sus sistemas de transferencia de datos, comunicaciones protegidas, preparación del armamento, sistemas de guerra electrónica, entre otros. Es por eso que es nuestra constante preocupación observar a los principales referentes y obtener el máximo de experiencias en ese sentido.

¿La institución planea incorporar una aeronave de quinta generación?

El F-16 debería mantenerse como uno de los pilares fundamentales de la flota de combate de nuestra Fuerza Aérea durante muchos años más, si el avance tecnológico y su soporte logístico lo permiten. Sin embargo, a largo plazo, el avance de la tecnología supondrá que posteriormente su reemplazo y/o actualización (upgrade), debería llevarnos a contar con un sistema de armas de quinta generación.

*Ir a la segunda parte de la entrevista desde aquí.

Foto 1: Issan Valenzuela / Foto 2: Alfredo Vera / Foto 3: Fernando Castillo / Fotos 4, 6 y 7: FACh / Foto 5: Cristóbal Soto



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