Pistola Indumil Cordova 9x19 mm

(Infodefensa.com) Erich Saumeth Cadavid - Para el año 2010 se elaboraban los primeros esbozos de la que sería la primera pistola semiautomática de diseño enteramente nacional y producida  por la industria militar colombiana –INDUMIL-.

La misma, es producto del interés de Indumil de poder desarrollar y fabricar una pistola de calibre 9x19 milímetros (parabellum), con la cual satisfacer la demanda de las Fuerzas Armadas colombianas (incluidos organismos de seguridad) y al mismo tiempo ofrecer un nuevo modelo al mercado regional, interesado en los últimos años, en los recientes diseños de las empresas del sector de la Defensa colombiano.

La evolución del concepto original y su desarrollo en el ahora producto final, se dio a lo largo de tres años y gracias al trabajo de los ingenieros Javier Figueroa y Eduardo López, a inversiones cercanas a los US 1.100.000 de dólares, a la colaboración de cerca 50 personas de esta empresa y a cerca de 27.000 disparos de pruebas, realizados durante 12 meses a los tres prototipos que han comenzado a fabricarse y a comercializarse.

De hecho y para finales del mes de marzo de 2013, se producía la primera venta, por un total de 250 unidades, destinadas 150 a la Policía y 100 al Ejército colombianos, por un monto aproximado (no confirmado) a los US 490.000 dólares.

La Córdova, cuyo nombre es un homenaje al  héroe de la independencia de Colombia y Perú, José María Córdova, es una pistola semiautomática, ergonómica, ambidiestra, con un peso que oscila entre los 730 a 750 gramos, con alcances efectivos de hasta 25 metros, con seguro multipropósito que desalinea la percusión, desmonta el martillo y anula el disparador.

Doce componentes del arma están fabricados en polímeros (80% del total), mientras que el 20% restante, en acero de alta finura y utilizado en el cañón y en las partes móviles.

La pistola tiene una altura de 143.6 milímetros y un ancho de 37.6 milímetros y es producida en tres diferentes modelos: el Compacto con una longitud de cañón de 94 milímetros, la Estándar con un cañón de 111.7 milímetros y la Táctica con 130.1 milímetros. La primera tendrá como destino el mercado civil, femenino y de escolta, mientras que la Estándar será producida para las diferentes Fuerzas Armadas y la Táctica para competencias de tiro, instrucción y para oficiales.

La Córdova dispone de una empuñadura de policarbonato y al momento de la venta de cada arma, esta será entregada con tres complementos, precisamente para la empuñadura, con el fin de que se ajuste al agarre del usuario, facilitando con ello su uso. Cuenta además con un proveedor de plástico, con el objeto de reducir el peso total del arma y una corredera de acero de especial, sin embargo en algunas pruebas, esta cacerina ha ocasionado fallas en la corredera y en el reten de la misma, problema que al parecer ya fue corregido.

Otra característica es su muy buena compensación de tiro, que le permite al arma recuperar el blanco después de cada tiro, pues su centro de gravedad esta adelante, dándole gran estabilidad en rondas seguidas de disparos.

La nueva pistola colombiana es fabricada en la Planta de Indumil ‘José María Córdova’, (con una línea de montaje para 1.000 unidades mensuales), a través de procesos con materiales compuestos (níquel, molibdeno, cromo, acero), que la hacen más resistentes al uso constante, así como a climas húmedos y tropicales, lo que de la aún mayor confiabilidad.

Indumil ha revelado que su nueva arma ya ha despertado el interés en sur y centro América, aunque el principal objetivo –aparte de su exportación- es satisfacer la demanda del consumo a nivel nacional, tanto de las FFAA, como de particulares. En este sentido el Ministerio de la Defensa está próximo a realizar un segundo pedido (para la Policía y el Ejército), al igual que el Instituto Nacional Penitenciaro INPEC, para una primera compra.

Indumil es una empresa pública, gestionada bajo derecho privado, con facturaciones anuales aproximadas de $480.000 millones de pesos (US 260 millones de dólares) y un beneficio anual de 20 a 35.000 millones de pesos, (US de 15 a 18 millones de dólares), recursos que se reinvierten en una fuerte apuesta por la I+D.