La Aviación Naval de Uruguay desarrolla un simulador propio de vuelo

Cuando los fondos son escasos y los medios limitados, la creatividad uruguaya se pone de manifiesto para compensar esas carencias con creatividad, dedicación, profesionalismo y amor al servicio. Estas virtudes quedaron nuevamente manifiestas cuando luego de un buen tiempo de trabajo y desarrollo, la Aviación Naval de la Armada Uruguaya presentó oficialmente su simulador de Beechcraft T-34C-1 Turbo Mentor, totalmente desarrollado y construido por personal de la Aviación Naval.

Infodefensa.com pudo obtener en exclusiva los detalles técnicos del ingenio tecnológico que demuestran el alto grado de profesionalismo demostrado por los integrantes de la fuerza, construyendo un simulador casi a nivel de los que se adquieren a nivel comercial por montos de dinero totalmente fuera del alcance de los magros presupuestos de las Fuerzas Armadas Uruguayas.

El simulador

El simulador, construido sobre la base del fuselaje de un Beechcraft T-34A Mentor en desuso, con su cabina modificada para reproducir en forma ciento por ciento fiel la cabina de un T-34C-1, tiene la capacidad de reproducir todas las condiciones de vuelo incluyendo todo tipo de escenario y aproximaciones tanto visuales como instrumentales. Tiene capacidad de sincronización automática (opcional) con las diferentes estaciones meteorológicas de la región donde se esta operando virtualmente, para reproducir las condiciones climáticas de la zona de vuelo en tiempo real con la opción de modificar la situación a voluntad del operador, posee un sistema de audio de alta fidelidad y cuatro canales con mezcla de sonidos tanto externos como interiores para lograr un alto nivel de simulación de la sensación de vuelo y posee un sistema de movimiento neumático sincronizado eléctricamente que reproduce el comportamiento de la aeronave inclusive las aceleraciones de la aeronave en condiciones IFR.

A nivel de efectos visuales, posee tres pantallas de super alta definición de 43 pulgadas cubriendo todo el campo visual del piloto, en una cabina del tipo ‘inmersión’ evitando así que el piloto tenga alguna referencia del exterior sin percibir ninguna influencia externa como paredes, pisos o cualquier otro elemento externo. El sistema es completado por un fan vibrador que esta sincronizado con las revoluciones de la hélice generando un efecto de ‘vibración’ en el fuselaje lo que se transmite el control de mando para aumentar así aún más la sensación de vuelo real.

Todo el proyecto fue gestionado, financiado, concebido y ejecutado por personal de la Aviación Naval Uruguaya, lo cual es una prueba más de que con esfuerzo, dedicación y amor a lo que se hace, se pueden lograr soluciones que de otra manera seria imposible conseguir.