El vehículo de combate sobre ruedas (VCR) 8x8 Dragón del Ejército de Tierra y el submarino S-80 de la Armada son dos de los programas estrella que actualmente tiene en marcha el Ministerio de Defensa. En ambos casos, estamos ante proyectos milmillonarios, la inversión inicial en el futuro blindado ronda los 2.100 millones de euros, mientras que el presupuesto del sumergible va por los 3.685 millones. Además, involucran a grandes empresas del sector de la defensa y éstas, a su vez, arrastran a decenas de suministradores, con lo que la cantidad de gente que depende de esas inversiones es ingente.
Tanto el VCR 8x8 como el S-80 serán plataformas totalmente digitales muy complejas y contarán con tecnología de última generación. El futuro submarino de la Armada, por ejemplo, ha sido diseñado siguiendo los manuales de ingeniería de sistemas de la NASA. A bordo llevarán infinidad de sensores para identificar rápidamente amenazas y armamento puntero para responder en cuestión de segundos.
El Ejército de Tierra y la Armada no tienen en servicio nada parecido, ni de lejos. El reto que tienen por delante va mucho más allá de la mera adquisición de un vehículo, vaya sobre tierra o bajo el agua. Cuando los modernos blindados y submarinos entren en servicio, habrá que tener personal perfectamente adiestrado, hacer un seguimiento de los equipos y sistemas que incorporan, contar con la financiación adecuada para la operación y el mantenimiento, disponer de un suministro de repuestos y de calendario de revisiones… Al final de nada sirve tener un Porsche si no tienes la gasolina para el paseo o no puedes pagar el taller.