El Ejército de Tierra español ha adjudicado a una unión temporal de empresas formada por Iturri y Fecsa un contrato valorado en 14,4 millones de euros -impuestos incluidos- para la renovación de los equipos de protección NBQ de los que disponen las Fuerzas Armadas.
Las compañías entregarán a lo largo de los próximos cuatro años unos 8.400 nuevos EPI (equipos de protección individual) contra agresivos nucleares, biológicos y químicos, a razón de aproximadamente 2.100 anuales. El Ejército de Tierra recibirá unas 1.500 unidades al año; la Armada, 400; y el Ejército del Aire y del Espacio, 200, de acuerdo con las estimaciones que contemplan los pliegos del contrato al que ha tenido acceso Infodefensa.com. Estos equipos irán sustituyendo a los existentes a medida que su vida útil vaya finalizando.
Las compañías suministrarán uniformes de protección NBQ, incluidos guantes y cubrebotas, y máscaras con sus respectivos filtros. El contrato incluye un curso de formación en el empleo, mantenimiento básico para usuarios y almacenamiento. El expediente ha sido gestionado mediante procedimiento negociado con publicidad y tramitación ordinarias por la Junta de Contratación del Ejército de Tierra.
La UTE y el Ejército firmarán un acuerdo marco que establecerá las condiciones generales de los sucesivos contratos que se suscribirán entre ambas partes. El contrato marco permitirá a las Fuerzas Armadas seguir contando con el equipamiento de protección individual adecuado contra estos agentes no convencionales cuando actúen en los complejos escenarios en los que desarrollan sus misiones.
El acuerdo incluye una posibilidad de prórroga por un año más, por lo tanto, el pedido final podría llegar al final hasta las 10.500 unidades.
El EPI NBQ está formado habitualmente por un uniforme o mono de protección, guantes (exteriores e interiores), máscara con elementos filtrantes, cubre botas, y las respectivas fundas para el traje y los equipos auxiliares (máscara y filtros).
Este material fue una pieza clave en 2020 durante la operación Balmis contra la pandemia de la Covid. Los militares implicados en este operativo, el mayor de las Fuerzas Armadas en tiempo de paz, utilizaron estos equipos durante los trabajos de descontaminación por toda España. Su amplia distribución desde el primer momento permitió la rápida creación de un gran número de unidades con plenas garantías de protección.
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