​El adelanto electoral llena de incertidumbre los planes de adquisiciones de Defensa

El adelanto electoral ha caído como un jarro de agua fría en la industria de defensa y también entre los responsables de compras del Ministerio de Defensa. El sector ha pasado en pocos días del optimismo y hasta la euforia tras el éxito de la tercera edición de Feria Internacional de Defensa y Seguridad (Feindef) a la incertidumbre, una vez más.

Los comicios del 23 de julio trastocan y mucho los planes del Ministerio de Defensa para lanzar nuevos programas de adquisición de capacidades para las Fuerzas Armadas, enfrían las expectativas y el optimismo de la industria para este año y abren varias incertidumbres, coinciden los expertos consultados por Infodefensa.com.

En esta ocasión, el problema no es la falta de presupuesto; hay dinero para nuevas inversiones. España, al igual que otros socios europeos, está inmersa en una fase de expansión del presupuesto de Defensa, empujada en gran medida por la guerra en Ucrania. Ahora, el gran problema es que el Gobierno pasa a tener un perfil más bajo, al comenzar la cuenta a atrás para las elecciones, lo que podría dificultar la aprobación de la batería de compras que prepara Defensa; desde lanzacohetes, hasta cazas, pasando por aviones de patrulla marítima o morteros embarcados.

En Defensa, la principal cuestión que está por dirimir es si el Consejo de Ministros podrá dar luz verde a programas, con partidas en el presupuesto del departamento para este año, pendientes de aprobación por este órgano. Estas adquisiciones aparecen en el epígrafe conocido como Programas Especiales de Modernización (PEM).

En la práctica, el Consejo de Ministros continuarán funcionando. Aunque con ciertas limitaciones, estará capacitado para dar luz verde a cuestiones urgentes y a trámites presentados por los ministerios, sin embargo, el nuevo tablero político y el inicio de la campaña electoral en poco más de un mes dificulta las cosas. 

Los programas pendientes de autorización podrían entrar en esa segunda categoría de trámites, al estar ya incluidos en el presupuesto de este año, y esquivar el bloqueo. Esta sería una opción. Analistas consultados por Infodefensa.com apuntan a que hay precedentes en este sentido y que, por tanto, el Ministerio de Defensa encontraría un resquicio para sacar adelante programas.

¿Qué programas están en esta situación?

Los contratos de una quincena de programas deben recibir todavía autorización del Consejo de Ministros. Solo un programa ha tenido el visto bueno de este órgano: el helicóptero antisubmarino MH-60R Romeo para la Armada. El contrato fue aprobado hace un mes.

A mediados de abril, el Gobierno en el Consejo de Ministros aprobó un incremento del gasto comprometido por el Ministerio de Defensa para la próxima década con el objetivo de sacar adelante varios programas: el Vehículo de Apoyo de Cadenas (VAC), los nuevos buques hidrográficos, el RPAS Sirtap, el misil antiaéreo Mistral 3, nuevos drones Micro y Mini, y el citado helicóptero MH-60R, junto con otros contratos menores. Todos –salvo el Romeo, que ya lo ha hecho- tienen que pasar otra vez por el consejo para la autorización de los contratos.

En la misma situación están otros programas con presupuesto para este año, que todavía no ha visto el Consejo de Ministros, como el misil contracarro Spike LR2, el mortero embarcado, los aviones de vigilancia y patrulla marítima (dos programas), los sustitutos de los cazas F-18 de la península y los Harrier (dos programas), la modernización de los sistemas Patriot, el plan de comunicaciones MC3, el lanzacohetes de alta movilidad o el sistema conjunto de radio táctica.

La convocatoria electoral ha pillado a los encargados de adquisiciones y de finanzas del ministerio enfrascados en negociaciones a dos bandas, con Hacienda y con la industria, para sacar adelante estos proyectos.

Defensa, el ministerio de Estado, y el 2% de la OTAN

Los temas de Defensa están al margen habitualmente de la pelea política, tanto el PP como el PSOE coinciden en que el Ministerio de Defensa tiene que ser un ministerio de Estado, por lo que no parece que vaya a ver batalla entre los dos grandes partidos a cuenta de estos nuevos programas.

Tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como la ministra de Defensa, Margarita Robles, han defendido en más de una ocasión la necesidad de incrementar el presupuesto de defensa hasta el 2% del PIB, algo en lo que también está de acuerdo el PP, y de dotar a las Fuerzas Armadas de nuevas capacidades ante la amenaza sobre todo de Rusia. Por lo tanto, existe un compromiso político que podría ayudar a despejar el camino de los contratos en el Consejo de Ministros antes de las elecciones.

Lo que sí parece claro es que habrá una prórroga del presupuesto aprobado por el Gobierno PSOE-Unidas Podemos para 2023. Todo apunta a que el nuevo Gobierno no será una realidad hasta bien entrado el segundo semestre del año, si es que las elecciones arrojan mayorías claras. En el caso del Ministerio de Defensa, la partida para este año asciende a los 12.300 millones con una fuerte subida en los PEM.

Entre los temas pendientes que afectan a Defensa y que no pasarán al final por el Congreso de los Diputados, tras la disolución de las Cortes, se encuentra la Ley de Industria, cuyo anteproyecto de ley hacía referencia al sector de la defensa.