Pedro Sánchez no lo va a tener nada fácil de cara a la próxima cumbre de la OTAN, en la que todo hace indicar que la Alianza exigirá a los países miembros un compromiso para que el porcentaje del PIB dedicado al gasto en defensa suba al 5% en un plazo aún por determinar, aunque ya se ha hablado de 2032 como fecha límite.
Más allá de la posibilidad económica de alcanzar esa cifra (un 3,5% sería gasto militar puro y duro, mientras que el 1,5% restante sería para temas relacionados indirectamente), el presidente tiene al enemigo en casa, pues su principal socio de Gobierno, Sumar, ha dejado bien claro no ya que no apoyen ese nuevo tope, sino que ni siquiera están de acuerdo con el Plan Industria y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa aprobado por el Ejecutivo para llegar al 2%.
Y dentro de la coalición Sumar, es quizás Izquierda Unida el integrante más beligerante al respecto. De hecho, en una rueda de prensa realizada este lunes, su secretaria de Organización, Eva García Sempere, ha advertido que cualquier aumento del gasto militar al que se comprometiera España de cara a la cumbre de la OTAN "dificultaría mucho" que su formación se mantenga como miembro del Gobierno de coalición.
IU ha insistido en las declaraciones que realizó el pasado sábado el portavoz parlamentario de la coalición, Enrique Santiago, en las que llegó a plantear que IU abandonará el Ejecutivo si Sánchez aceptaba entrar en una "brutal espiral de rearme".
García Sempere ha insistido en la rueda de prensa de hoy en que cualquier aumento del gasto militar sería una "pésima noticia" y se verían obligados a no continuar dentro del Gobierno. Ha advertido además de que su posición es "inequívoca" y consistente en la oposición de más incremento del gasto militar.
La secretaria de Organización ha declarado que no quieren formar parte de un Gobierno que aumente el gasto militar y en esa línea van a seguir trabajando, siempre con el objetivo de impedir entrar en una "espiral belicista" cuando la prioridad de inversión, asegura, debe ir encaminado a reforzar el estado de bienestar, especialmente a servicios como la sanidad o la educación.
"Nuestra posición va a ser clara desde el seno del Gobierno para contener el gasto militar, para dar respuesta a lo que realmente necesitan las familias trabajadoras", ha remachado.