La nueva DGAM

(Infodefensa.com) Por Carlos Calvo (*) - Una afortunada coincidencia hace que uno de los primeros Reales Decretos promulgados por Su Majestad El Rey Felipe VI sea el de modificación de la estructura orgánica básica del Ministerio de Defensa. Una medida legislativa que, en el ámbito de la política de adquisiciones, culmina un proceso iniciado desde el principio de esta legislatura y que potencia el papel de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) como órgano responsable de la dirección, planificación, ejecución y control de las adquisiciones de sistemas de armas en un momento especialmente importante.

Esta medida orgánica culmina un proceso normativo para centralizar la gestión de los programas de armamento, de tal manera que se diferencien claramente las responsabilidades entre los Ejércitos y los responsables de la adquisición, tal y como se establece en la Ley Orgánica 5/2005 y siguiendo las directrices políticas marcadas por la Directiva de Defensa Nacional 2012. Un proceso de centralización que no debe verse como una finalidad en sí mismo, sino como una medida necesaria para mejorar la eficiencia de nuestro modelo de adquisiciones.

En diciembre de 2013, el RD 1011/2013 sobre desconcentración de facultades en materia de contratos, acuerdos técnicos y otros negocios jurídicos onerosos marcaba un primer paso importante en ese camino. En febrero de este año, la Orden 244/2014 que lo desarrollaba, incidía en la potenciación de las competencias de la DGAM y facultaba al Secretario de Estado a aprobar las disposiciones necesarias para centralizar la gestión y la contratación de los programas de armamento y material.

En virtud de esa delegación, el 20 de marzo se promulgó la resolución 320/03967/2014 en la que se acordó centralizar en la DGAM una serie de programas de armamento y material (17), correspondientes fundamentalmente a los programas especiales de modernización, y en donde se establece un proceso de transferencia de responsabilidad en la gestión, que debe estar finalizado el 30 de noviembre de este año. Recordemos que estos programas suponen compromisos de pago para la hacienda pública por un importe cercano a los 23.000 millones de euros hasta el año 2030, de acuerdo con la reprogramación aprobada por Acuerdo de Consejo de Ministros de 2 de agosto de 2013.

En paralelo a estas medidas hay que citar otras actuaciones. En primer lugar, la creación de la Oficina de Apoyo Exterior en el seno de la Subdirección General de Relaciones Internacionales dirigida a fomentar la presencia internacional de nuestras empresas de defensa, materializando el necesario apoyo institucional en este ámbito. En segundo lugar, y en el marco del plan CORA de reforma de la administración, la integración del Instituto Tecnológico La Marañosa y del organismo autónomo Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo en el INTA para concentrar la capacidad de gestión tecnológica del departamento. Finalmente, y en clave más interna pero no menos importante, la creación en el seno de la Subdirección General de Planificación y Programas, de cinco Jefaturas de Sistemas para potenciar su capacidad de gestión, de cara a la integración de las oficinas de los programas especiales de modernización. Estos tres cambios orgánicos, junto con las disposiciones anteriormente citadas habían materializado “de facto” el cambio de modelo que ahora queda recogido en el nuevo Real Decreto.

La nueva DGAM, que continúa siendo un órgano directivo de la administración general del Estado, asume de una forma más clara unas competencias que ya tenía asignadas y que están recogidas en las diferentes disposiciones de estructura desde que, en 1977, se creó el Ministerio de Defensa. La división de responsabilidades entre los Ejércitos como usuarios de los recursos y los órganos que tienen la responsabilidad de proporcionarlos, estaba ya establecida por la Ley Orgánica 5/2005 de la Defensa Nacional. El nuevo Real Decreto deja clara la responsabilidad de los Jefes de Estado Mayor en la definición de las especificaciones militares de los sistemas.

El cambio orgánico, conveniente pero no imprescindible, modifica el modelo de “dirección centralizada y ejecución descentralizada” para plantear de forma efectiva la centralización en la gestión de los programas de obtención, modernización, sostenimiento común y venta en apoyo a la internalización de la industria. Las líneas generales de la política de armamento y material y de actuación de la DGAM se mantienen aunque potenciadas:

En el ámbito de la gestión, se diferencia claramente esta responsabilidad de otras y se refuerza la capacidad de la Dirección para unificar criterios de actuación, simplificar la toma de decisiones y reforzar el papel de cliente único frente a la industria. Las Subdirecciones Generales de Gestión de Programas y de Adquisiciones de Armamento y Material, en sus respectivos ámbitos de competencias, se encargarán de buscar la mayor eficiencia y eficacia en la gestión de los programas que se establezcan. En el ámbito de las relaciones internacionales, se mantienen básicamente las competencias de la actual Subdirección General de Relaciones Internacionales en los ámbitos multilateral y bilateral con un mayor énfasis en la coordinación de las iniciativas internacionales con las necesidades nacionales, el apoyo a la internacionalización de la industria y la enajenación de bienes muebles y productos de defensa. En el ámbito de la política industrial de defensa, se potencia el papel de la Subdirección de Inspección, Regulación y Estrategia Industrial que asume mayores competencias relacionadas con el conocimiento del sector. En el ámbito de la preparación del futuro, la Subdirección General de Planificación, Tecnología e Innovación, hasta ahora centrada en el pilar tecnológico, reforzará la capacidad de planificación y programación de la Dirección para preparar el futuro de forma integrada, a la vez que ejerce la función de control global sobre el desarrollo de las políticas de armamento y material e I+D+i.

Un cambio de modelo que debe suponer un cambio de mentalidad a diferentes niveles para proporcionar a las Fuerzas Armadas lo que necesitan, de acuerdo a las posibilidades nacionales, y contribuir al desarrollo de nuestra industria de defensa. Una misión con doble componente que ha marcado la actuación de la DGAM desde su creación.

Carlos Calvo González-Regueral es coronel destinado en la Dirección General de Armamento y Material (DGAM).