Lecciones aprendidas de SYMDEX

Los debates celebrados durante las jornadas SYMDEX 2015 han puesto de manifiesto la importancia creciente que tiene el sostenimiento de los sistemas de armas en servicio, especialmente en escenarios restrictivos para las inversiones en nuevos sistemas, que obligan a realizar esfuerzos adicionales para mantener operativos los inventarios actuales.

Entre los muchos aspectos de interés sobre los que se ha debatido destacamos tres factores principales: la necesidad de realizar una definición de necesidades lo más completa y ajustada posible, la importancia que tiene el apoyo durante el ciclo de vida operativo de los sistemas y, finalmente, aunque no menos importante, el papel que debe jugar la industria no solo como suministrador de equipos sino como socio necesario en su mantenimiento.

En el ámbito de la definición de necesidades se ha resaltado la importancia de abordar los programas futuros con un enfoque integral. Si hasta ahora las decisiones se han centrado en determinar los costes, calendarios y características de los sistemas de cara a su obtención, en el futuro el impacto de los costes de ciclo de vida exigirá una atención especial. Aportemos desde aquí solo un dato. Según el Ministerio de Defensa británico el coste total de ciclo de vida de 6 sistemas RPAS estratégicos (30 aviones) para un periodo de vida operativo de 15 años se estima en 2.000 millones de libras. La obtención de los sistemas representaría alrededor de un tercio de esa cantidad. Es necesario por tanto contemplar el coste global desde el inicio, especialmente para sistemas principales cuyo horizonte de vida operativa se estima en el entorno de 30 años. Previsiblemente la utilización de metodologías específicas de estimación de coste de ciclo de vida será cada vez más habitual antes de tomar la decisión de abordar un programa de obtención.

El apoyo en servicio, por otra parte, excede las necesidades de sostenimiento en su carácter más clásico, e incluyen también otras. La formación de personal especialista, las tecnologías de simulación para su formación y las infraestructuras asociadas son algunas de las variables que habrá que tener en cuenta. El debate ha puesto de manifiesto las dificultades que se encuentran en España para plantear iniciativas comunes. Las competencias legales de los servicios, los diferentes procedimientos empleados y la poca comunalidad en materiales sobre los que una actuación más coordinada pudiera producir beneficios significativos son algunas de las dificultades planteadas.

Sin embargo, esas dificultades no deberían impedir una mayor colaboración en cuanto a formación de especialistas, reparto de tareas y carga de trabajo, suministro de repuestos o servicios de ingeniería de apoyo a ciclo de vida que permitan, por ejemplo, un mejor control de las configuraciones de los sistemas.

No cabe duda que la preocupación principal desde el punto de vista operativo es proporcionar un apoyo logístico eficaz y eficiente a las unidades, especialmente aquellas que están desplegadas en misión exterior. Una preocupación íntimamente ligada a la necesidad de reducir la huella logística en las zonas de operaciones y que lleva a centrar el esfuerzo de las Fuerzas Armadas en aquellas actividades que necesariamente requieran participación y control militar.

El apoyo de la industria en todo el espectro es esencial. En primer lugar porque el sostenimiento de futuros sistemas principales, con necesidades cada vez más complejas y costosas, requerirá nuevas aproximaciones desde la industria para resolver problemas específicos, en unos escenarios financieros que serán limitados. La externalización de servicios, limitada por la restricción presupuestaria en los últimos años, puede ser una solución, abordando enfoques de sostenimiento por disponibilidad, como desde la industria se ha planteado para algunos sistemas o componentes. En cualquier caso, se trata de una colaboración necesaria, para la que en palabras del secretario de Estado “no existen tallas únicas” y sobre lo que la industria debe trabajar. Y la Administración también.