Tal día como hoy, 25 de abril, pero en 1707, las tropas del recién coronado Felipe V (Felipe de Anjou), se enfrentaron a las del archiduque Carlos de Austria en la batalla de Almansa, actual Albacete. La batalla terminó con la victoria de Felipe de Anjou y sirvió como puerta de entrada al reino de Valencia durante la guerra de Sucesión española.
La guerra de Sucesión española fue la causa directa de la falta de un heredero al trono tras la muerte de Carlos II, quien dejó por escrito en su testamento la voluntad de que su sobrino-nieto Felipe de Anjou le sucediese. Esta última voluntad no contentó demasiado a las demás potencias europeas porque supondría demasiado poder bajo una misma corona (Felipe obtendría el trono de Francia y España a la vez) y decidieron otorgar su apoyo a Carlos de Austria, alegando derechos dinásticos para que este ocupase el trono. Dos bandos se formaron.
El ejército angloholandés contaba con superioridad logística debido a su gran ventaja naval, que le permitió abastecerse por este medio y poder organizarse más rápido. Su plan era aislar a Felipe V a partir de la entrada por Orihuela y su posterior avance hacia Aragón y Navarra. Las tropas llegaron a Villena, donde tomaron el castillo después de 7 días de asedio.
El ejército borbónico tuvo que replegarse poco a poco ante la entrada de los austriacos, hasta que el duque de Berwick, líder de las tropas, decidió aprovechar ese retraso de los austriacos para establecer el campamento en Pétrola y, a partir de ahí, organizarse con la llegada de más hombres.
Berwick movió a las tropas a Almansa debido a las provisiones que tenía allí y decidió enviar un destacamento de 2.000 infantes y 500 jinetes que fuese a Ayora con el objetivo de reconquistarla, pero ya había sido tomada por seguidores del otro bando. El capitán Galway se enteró de los planes del ejército borbónico y decidió que el ejército austro-anglo-holandés avanzase sobre el enemigo, eso sí, lo hicieron con una información incorrecta, ya que esperaban que los efectivos fuesen menos.
El 25 de abril de 1707, comienza la batalla de Almansa, los ejércitos de ambos bandos se desplegaron uno contra el otro. El ejército de Berwick contaba con 50 batallones de infantería y 81 de caballería. Valencia estuvo representada con un regimiento de 300 hombres que batalló de lado del ejército borbónico, bajo el mando del coronel Riera. En el otro lado, el ejército aliado contó con 42 batallones de infantería, 60 de caballería con 100 jinetes.
Los segundos decidieron romper la formación entre el centro y el flanco, cansados de la inferioridad numérica, que no habían esperado, y la mala organización. Finalmente, las tropas del archiduque fueron derrotadas por las de Felipe de Anjou, con un papel clave de la artillería francesa. La batalla de Almansa no fue decisiva para el fin de la guerra, pero permitió la ocupación del Reino de Valencia.