​La futura artillería del Ejército: SIAC modernizados, sustitución del M109, lanzacohetes y obuses sobre ruedas
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​La futura artillería del Ejército: SIAC modernizados, sustitución del M109, lanzacohetes y obuses sobre ruedas

En la lista de prioridades está la llegada de artillería autopropulsada sobre ruedas y la búsqueda de un sustituto para el veterano M109
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Ejercicio con el obús M109 en Letonia. Foto: Emad
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La guerra en Ucrania demuestra que la artillería de campaña, lejos de estar obsoleta, sigue siendo un actor con capacidad para marcar la diferencia en un conflicto. Solo hay que ver los efectos de los lanzacohetes Himars, entregados por Estados Unidos a Ucrania. Los países europeos ya han tomado nota y comienzan a reforzar sus capacidades en este campo.

En el caso español, el nuevo ciclo inversor del Ministerio de Defensa incluye un programa para la adquisición de un lanzacohetes de alta movilidad, una de las principales demandas del Ejército de Tierra en los últimos años. De momento, no hay más grandes programas en esta área a la vista, no obstante, el ministerio ha aprobado algunas inversiones recientemente para actualizar determinados sistemas, como el obús remolcado 155/52, y adquirir munición de última generación, con más alcance y precisión. Entre los retos a medio plazo se encuentra además la sustitución del veterano obús autopropulsado M109 y la llegada de artillería autopropulsada sobre ruedas. 

La cuestión de la modernización de la artillería de campaña también ha llegado al Congreso. El año pasado, Vox presentó una proposición, que no salió adelante, con cuatro puntos: el reemplazo de los M109 por un sistema de cadenas o ruedas, la compra de lanzacohetes (ya en marcha), el refuerzo de los stocks de munición y la adquisición de radares de trayectoria y medios aéreos no tripulados (RPAS) específicos para mejorar su capacidad de localización de blancos de contrabatería. 

Modernización del SIAC

Los obuses 155/52 y el M109 componen en la actualidad la columna vertebral de la artillería de campaña del Ejército de Tierra, sin olvidar los Light Gun de un calibre menor. El primer sistema, producido por Santa Bárbara Sistemas, fue adquirido a principios de este siglo por el Ejército de Tierra para renovar y modernizar su capacidad artillera. El Ejército cuenta con 82 unidades de este modelo de obús: 16 de la variante 155/52 V07, en servicio en las unidades de la artillería de costa, y 66 de la variante 155/52 SIAC, utilizados en las unidades de artillería de campaña.

Pueden alcanzar blancos situados a una distancia de 18 kilómetros con municiones ordinarias, si bien, la distancia se puede incrementar hasta los 40 kilómetros con el empleo de municiones especiales. Con un calibre de 155 milímetros, tienen una recámara de 23 litros, una longitud de 8,12 metros y un peso de casi 13 toneladas.

Hace dos meses, el Ministerio de Defensa recibió el visto bueno del Gobierno a un contrato valorado en 30 millones de euros para actualizar estos obuses autopropulsados que incluye desde trabajos de mantenimiento, hasta la incorporación de mejoras y revisiones en profundidad de cada pieza.

Sustitución del M109

Si hablamos del M109, el Ejército de Tierra también ha realizado actualizaciones en la flota de estos obuses autopropulsados. La más destacada es la sustitución de los tubos a toda la flota, completada hace muy poco. Desde marzo de 2022, seis piezas de este obús, con mejoras en el sistema de apuntamiento, están desplegadas en la misión de la OTAN en Letonia.

Sin embargo, el gran reto a medio plazo es la sustitución de esta plataforma por un sistema moderno que incluya las últimas tecnologías y adaptado a los escenarios actuales. El reemplazo de los M109, junto con la compra de obuses sobre ruedas, son dos de las necesidades identificadas dentro del proyecto Fuerza 2035.

Los primeros M109 llegaron a España en 1970, hace más de medio siglo ya. En la actualidad, el Ejército de Tierra mantiene en servicio unos 90 ejemplares de este obús autopropulsado en la versión M-109 A5E en sus grupos de artillería. De fabricación estadounidense, este obús tiene un peso de 24,5 toneladas y una longitud de tubo de seis metros, con una cadencia de seis disparos por minuto. El vehículo alcanza una velocidad máxima de 56 km/h y cuenta con una autonomía de 345 km/h. Su misión principal es dar apoyo con acciones de fuego a las unidades tipo brigada pesadas. Puede disparar proyectiles rompedores, fumígeno o iluminante. Tiene una amplia movilidad gracias a las cadenas y un alcance máximo de 18 km con munición convencional y de 30 km con munición de alcance extendido.

En el mercado existen diferentes opciones como el M109 A6 Paladin, la versión más moderna de este obús utilizada por el Ejército estadounidense; el K9 Thunder coreano o el PZH 2000 alemán. 

Llegada del obús sobre ruedas y lanzacohetes

Sobre la mesa también está la adquisición de artillería autopropulsada de 155 mm sobre camión, un programa que todavía no aparece entre las prioridades del Ministerio de Defensa. El Ejército ya ha dejado claro que considera necesario disponer en un futuro próximo de un sistema de este tipo, que no vendría a sustituir a otras plataformas sino a convivir con ellas. 

Tierra sigue de cerca los diferentes modelos que hay en el mercado. A mediados del año pasado, por ejemplo, una delegación del Mando de Artillería de Campaña conoció de primera mano los procedimientos de empleo del obús autopropulsado Caesar de Nexter. Este sistema ha tenido un gran éxito de ventas en 2022. La firma francesa ha recibido nuevos pedidos de ChequiaLituania, BélgicaFrancia. Otras empresas como la alemana Rheinmetall, que acaba de comprar la española Expal, también tiene desarrollos similares.

El programa que sí tiene presupuesto ya es el del lanzacohetes de alta movilidad táctica (Silam). El proyecto cuenta en concreto este 2023 con una partida inicial de 22 millones de euros en el apartado de Programas Especiales de Modernización, más conocidos como PEA, del presupuesto del Ministerio de Defensa. El Ejército de Tierra ha marcado como una prioridad dentro de la futura Fuerza 2035, recuperar la capacidad cohete, perdida hace más de una década ya, en 2011, con la retirada del sistema Teruel.

Todo apunta a que el nuevo lanzacohetes del Ejército de Tierra estará basado en el sistema PULS (Precise and Universal Launching System) de la empresa israelí Elbit. Si bien, podríamos decir que será ‘Made in Spain’. El proyecto está liderado por las empresas españolas Expal y Escribano y contempla la transferencia de tecnología para el desarrollo por parte de la industria de defensa nacional del lanzador y la munición, tanto cohetes como misiles. Estas compañías han propuesto un lanzacohetes capaz de destruir objetivos situados hasta 300 km con misiles y de abatir blancos en un radio de entre 40 y 150 km con cohetes.

Nuevas municiones

En el apartado de munición, Tierra ha marcado como objetivos un incremento del alcance y la precisión. Ya está en servicio, tanto para el obús M109 como para el SIAC, la munición de alcance extendido de 155 mm ER de Expal y el siguiente paso es la llegada de los proyectiles Excalibur.

El Ejército comprará a la estadounidense Raytheon un primer lote de 153 proyectiles Excalibur valorado en 20 millones de euros. Este tipo de munición será utilizada por el SIAC, aunque está previsto un estudio para su empleo en el M109. Se trata de un proyectil de 155 mm guiado por GPS con alcance extendido de entre 40 y 55 kilómetros y un círculo de error probable de unos cinco metros, producido por Raytheon y BAE Systems Bofors. Cada proyectil está dotado de una espoleta multifunción, que posibilita su programación a tiempos, proximidad o con retardo. El rango extendido de esta munición se obtiene mediante el uso de aletas deslizantes plegables que permiten que el proyectil se deslice desde la parte superior de un arco balístico hacia el objetivo.




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