El informe del contraalmirante Musso y la guerra de (des)información
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El informe del contraalmirante Musso y la guerra de (des)información

Musso
El jefe del Estado Mayor de la Armada, contraalmirante Gustavo Musso. Foto: Armada de Uruguay
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El pasado lunes 12 de junio, mientras el comandante en fefe de la Armada de Uruguay, almirante Jorge Wilson, se encontraba de viaje por motivos oficiales, Uruguay amanecía con la noticia en portada de uno de los diarios de mayor tiraje del país, El Observador, de que el jefe del Estado Mayor de la Armada, contraalmirante Gustavo Musso, recomendaba la compra de buques al astillero español Gondán. Se publicaron similares titulares en portales de defensa y medios extranjeros, inclusive agregando que la Armada sería la que habría preseleccionado a dicho astillero. En las notas se precisaban los distintos puntos a favor y en contra que el contraalmirante había evaluado sobre cada astillero para fundamentar su elección.

La noticia se originaba en un informe interno de la Armada que se había filtrado por varios canales de comunicacion y que los distintos medios tomaron y replicaron sin analizar ni verificar su contenido, como una opinión no de un contraalmirante, sino de la Armada en general. En nuestro caso, Infodefensa.com estaba en posesión del referido documento, pero se prefirió esperar a analizar su contenido, verificarlo y evaluar las posibles intencionalidades detrás de la filtración, antes de publicar algo al respecto.

Esa misma semana, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, aparecía en el programa de televisión uruguayo Desayunos Informales y al ser consultado sobre el tema le restó transcendencia, diciendo que era la opinión de un contraalmirante, que no era vinculante y que el se comunicaba únicamente con el comandante en jefe, y que esos informes no le llegaban porque no correspondía. Resaltó la verticalidad del mando y que la decisión final de la compra de los buques sería suya. Adicionalmente, manifestó que por más que se insistiera con preguntas sobre el referido informe, él no se iba a manifestar en este sentido y que había que entender que en este tipo de compras habían muchos intereses.  

El informe del contraalmirante Musso

El documento en cuestión, fechado el 31 de mayo de 2023 y dirigido al comandante en jefe de la Armada Nacional Uruguaya, almirante Jorge Wilson, comenzaba diciendo que se concebía en respuesta a una directiva (no se especifica de quien) de liberar los criterios para recibir y analizar las propuestas de patrulleras oceánicas. Luego menciona los criterios generales establecidos por el mando para la nueva selección de buques, que se limitan a un tonelaje de por lo menos 1.500 toneladas y hangar fijo para la operación de aeronaves del tipo Agusta Bell 412.



A estos criterios generales, el contraalmirante Musso agrega algunos, que a criterio personal, serían imprescindibles ratificar, entre los que se encuentran que el barco propuesto sea un casco probado con al menos uno construido y en operación, descartando la opción de barcos similares de distinta eslora o manga, astilleros que puedan acreditar la experiencia en construccion de buques de patrulla oceánica como así tambien actividad sostenida en la construccion de todo tipo de buques en la ultima década o quinquenio.  

Adicionalmente, manifiesta su preferencia por negociar con astilleros relativamente pequeños en vez de grandes empresas que tienden a subcontratar muchos de sus servicios pero que además cuentan con equipos de abogados con especialidad en contratos navales, algo de lo que la Armada carece. Sumado a esto, da preferencia en igualdad de condiciones a los astilleros de habla hispana porque, según sus criterios de selección, el mal manejo del inglés y francés en la fuerza serían un serio limitante a la hora redactar un contrato, establecer garantías, realizar entrenamientos, intercambiar opiniones técnicas, capacitaciones y otros aspectos de la compra.

En lo que se refiere a valores, indica que si bien él no pondera costos en su análisis,  se limitara a evaluar las ofertas que no superen los 120 millones de dolares como máximo. Para finalizar, hace referencia a que, dada la situación geopolítica, no evaluara la oferta china debido a la creciente tensión entre Estados Unidos y China, lo que seguramente generara problemas para el mantenimiento presente y futuro de la plataforma. También se menciona que por la distancia, los costos de traslados desde y hacia China para la supervisión del proyecto, como el entrenamiento de las tripulaciones, no sería solventable por parte de la Armada, pues carece de presupuesto para ello. Como forma de comparar los inconvenientes que se pueden generar a nivel logístico, compara la compra de OPV con la demora que se tuvo en un parabrisas para un ómnibus donado por China, que demoró nueve meses en llegar a Uruguay.

Opv93 de CotecmarOPV 93 de Cotecmar. Imagen: COTECMAR

El informe continúa detallando lo que el contraalmirante define como “criterios obligatorios y excluyentes”, que se dividen en Astillero y Patrulleros, para luego agregar algunos criterios necesarios, pero no excluyentes. En el primer grupo de criterios y en lo correspondiente a Astilleros, solicita que el oferente tenga buques de “propósito similar” construidos y entregados, acreditar cartera de buques entregados en los últimos seis años, como así también el tonelaje construido y contratos finalizados en el mismo periodo de tiempo, y acreditar al menos un casco del tipo ofertado fabricado por el propio astillero. 

En lo que se refiere a los patrulleros, requiere que no sean prototipos con al menos un casco de su tipo construido y en servicio, con construcción del casco y superestructura en acero naval acorde a normas (no las detalla), casco subantártico reforzado con clasificación polar Hielo 1C, cubierta de vuelo para operar en condiciones de mar 4 durante el día o la noche, hangar para helicóptero AB 412, supervivencia de la plataforma con dos compartimientos adyacentes inundados, 6.000 millas náuticas de autonomía como mínimo, velocidad máxima mayor a 20 nudos, motorización Diesel con sus dos motores instalados en salas independientes y estancas entre sí, dos líneas de ejes con hélices de paso controlable, dos timones, tres generadores más uno de emergencia, una hélice en proa, sistema de estabilización activo con aletas móviles para la operación con helicópteros, dos rampas a popa para desplegar lanchas de interdicción con ambas embarcaciones rápidas incluidas en la propuesta, una embarcación de servicio o apoyo en una de las bandas de acuerdo a Solas, capacidad de remolque con grúa, apoyo a la lucha contraincendios de terceros con al menos un cañón de agua/espuma instalado, estación para reaprovisionamiento de agua y combustible, puente integrado con comando y control integral de la plataforma desde el puente, sistema de navegación, posicionamiento y comunicaciones acorde a Solas, puesto de control de máquinas, sala para CIC o CO con sistema de gestión de combate instalado separado del puente de mando, radar de exploración de superficie independiente de los de navegación, cámara optrónica de vigilancia independiente de los sistemas de armas, armamento principal de por lo menos 30mm giroestabilizado con cámara optrónica propia, armamento secundario de 12,7mm como mínimo y las mismas características que el anterior, dos contenedores abordo para distintas configuraciones del buque, grúa de manejo de cargas, repuestos para 10.000 horas de equipos y sistemas principales y asegurar la transferencia de conocimiento e interacción con el proyecto, y todos sus sistemas en idioma español a todos los niveles.

En el caso de los criterios necesarios pero no excluyentes se incluyen el Data Link entre los helicópteros y el buque, la preinstalación de estructura para el montaje de un cañón de 76 mm, habitabilidad para un jefe de división o escuadra, firme y gancho de remolque en caso de no disponer de grúa, y santabárbara con munición de origen e ILS.

El informe se completa con un texto ordenando las propuestas según las calificaciones asignadas por el contraalmirante y destacando que Damen no fue analizada pues su propuesta de 2022 no le fue presentada al contraalmirante Musso.

Según sus criterios, el astillero con mejores calificaciones fue Gondán, seguido por Cotecmar y Kership en segunda posición, luego Hyundai y cuarto Cardama. El informe presenta un cuadro, utilizado por el contraalmirante, para identificar cuales astilleros cumplían con los criterios seleccionados personalmente y cuales no. También se marcaban algunos aspectos como parciales otorgando menos puntuación.

Análisis del informe, sus consecuencias y el manejo de la información

El informe surge a la opinión publica durante la fase final de la nueva selección de potenciales ofertas para proveer dos buques de patrulla oceánica para la Armada Nacional de Uruguay. La filtración se comunica a los medios precisamente cuando el comandante en jefe de la Armada no se encuentra en el país y deja a la interpretación de periodistas, algunos con muy poca especialización y escrúpulos, la información presentada en él, que da la apariencia de ser una opinión generalizada de la Armada, cuando en realidad no lo es y que además posee en su contenido algunos conceptos y aseveraciones que por lo menos son debatibles y llaman a cuestionar las conclusiones del estudio. Es importante destacar que el autor presenta su informe como una justificación a su voto en una junta de almirantes previa, donde tres almirantes votaron por una opción y el resto, con la excepción de uno que se abstuvo de votar, eligieron cada uno un astillero diferente. Entre este último grupo, se encuentra el voto del contraalmirante Musso.

La divulgación y publicación sin análisis del informe generó un rápido impacto tanto en la opinión publica en general con dentro de la Armada, pero también implicó que el ministro de defensa, Javier García, fuese consultado unos días después sobre su postura al respecto. El ministro, con quien en más de una oportunidad he estado en profundo desacuerdo con sus decisiones, en este caso manejo el tema con mucha claridad y le restó trascendencia, básicamente desactivando la explosividad de su difusión.

Ahora bien, analizando el informe con más profundidad de lo que la prensa en general hasta ahora ha hecho, surgen algunas preguntas que llevan a cuestionar básicamente todo el contenido del estudio. En primera instancia, el contraalmirante Musso decide por cuenta propia excluir a los astilleros chinos,  por considerar que la situación geopolítica y la lejanía del astillero son condiciones insalvables para hacer negocios con China. 

A esto debemos sumarle su preferencia por astilleros de habla hispana y su aseveración de que la Armada no cuenta con un departamento jurídico capaz de encarar una compra de esta magnitud, por lo que se prefieren astilleros chicos. Sobre esto, sólo puede caber el asombro. Asegurar que, no sólo la Armada sino el país -porque esta es una compra del gobierno uruguayo- carece de las capacidades para negociar con China o cualquier país extranjero algún aspecto comercial, el que sea, es incorrecto. Si así fuese, no existiría el comercio internacional entre Uruguay y el mundo, China no sería el primer comprador de productos uruguayos, no se podrían haber instalado plantas de procesamiento de celulosa europeas en Uruguay y así un sinfín de negocios realizados con países de todo el planeta. Descartar ofertas o quitarle puntos a las propuestas por estos motivos como le pasó a China o a los astilleros coreanos Hyundai y franceses Kership, está fuera de las prerrogativas del contraalmirante que debería haberse remitido únicamente al análisis técnico de cada una de las ofertas.

Continuando con el puntaje y sus criterios, algunos periodos de tiempo varían entre lo que es el comienzo del informe, que por ejemplo manifiesta que los astilleros deben acreditar su experiencia en el ultimo quinquenio o década, para luego, en los criterios excluyentes, cambiar arbitrariamente a seis años, en lo que parecería ser un periodo de tiempo particular para afectar a algunas de las propuestas. También, la suma de los puntos excluyentes y asumiendo que no existe una paramétrica que de mayor puntaje a algunos aspectos sobre otros, da un orden de astilleros distinto a lo que concluyó el contraalmirante Musso. 

Adicionalmente, algunos de los aspectos excluyentes que fueron marcados para algunos astilleros como que no cumplen, fueron verificados por Infodefensa.com y esto no sería correcto. Paralelamente, algunas de las ofertas que estarían presentes en ese informe ya ni siquiera son las que está evaluando el gobierno, pues varios astilleros han continuado negociando modificaciones en sus propuestas, particularmente los proyectos franceses, españoles y de la colombiana Cotecmar.

En definitiva, si bien el contenido podría ser definido al menos como cuestionable, por cómo se maneja la información de los astilleros y sus propuestas, cuáles son analizadas y cuáles son desechadas y los criterios de puntuación aplicados, una de las grandes preguntas que quedan pendientes es cuál fue el motivo por el que se filtra particularmente este informe, en ese momento en particular y cuáles eran los fines buscados. 

Considerando la turbulenta historia que ha tenido la compra de los buques de patrulla oceánica para la Armada, solo podemos concluir que se busca entorpecer el proceso aún más, tal vez con el fin de que no se adquiera nada, al menos en este gobierno. Precisamente en manos de este gobierno y de sus dirigentes es que caerá el peso de tomar la decisión sobre lo que es mejor para la Armada y el país. Esperemos que, pese a todas estas interferencias, prime el objetivo fundamental de lograr recuperar las capacidades perdidas de la Armada Uruguaya y que posea los medios necesarios para cumplir su función y proteger el mar uruguayo. 



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