John Griffiths y Marcelo Masalleras analizaron en el documento Actualización Geopolítica de la Zona Austral de Chile: Región de Magallanes y la Antártica chilena la importancia de fortalecer la presencia estatal, mejorar la conectividad y establecer una estrategia de largo plazo para garantizar la soberanía nacional y el desarrollo de esa área del país.
Los autores, destacadores investigadores de la Fundación para las Relaciones Internacionales y la Defensa AthenaLab, afirman en el documento publicado en junio de 2023 que la Zona Austral de Chile, en particular la Isla Grande de Tierra del Fuego, constituye un área del territorio nacional de importancia geopolítica y geoestratégica para el Estado.
Según una nota publicada en El Magallanes, Masalleras y Griffiths sostienen que la plena integración y desarrollo de esa zona "debe ser una prioridad nacional. La situación actual evidencia un desbalance de estos atributos entre ambos lados de la frontera en Isla Grande de Tierra del Fuego”.
Los investigadores afirman que “la falta de conectividad inter e intrarregional impacta en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena en términos sociales, económicos, políticos y, por cierto, estratégicos, reflejándose en la desconexión con el resto del territorio nacional.
Dentro de los elementos que destacan, señalan que la fragmentación geográfica, sumada a la inacción o acción limitada del Estado chileno en la región, desencadena una condición que el día de hoy se expresa en una “fragilidad geopolítica”.
Presencia del Estado
En ese plano, concluir la ruta EV-Y se transforma en una prioridad inmediata para la adecuada vertebración del territorio austral ya que permitirá la unión del Estrecho de Magallanes con el canal Beagle por vía terrestre, materializando el enlace de Punta Arenas-Porvenir-Puerto Williams.
“Una fuerte posición de Chile en Isla Grande de Tierra del Fuego proyectará y reforzará la soberanía nacional sobre la Antártica, sustentado en la ya existente continuidad y contigüidad territorial”, sostienen los autores.
Es de esta manera que, la situación descrita da cuenta que Chile, como Estado, no se piensa estratégicamente, sosteniendo que “en consecuencia, tanto la región analizada como la mayor parte de las actividades no cuentan con las previsiones necesarias para abordar los problemas oportunamente ni existe una visión de largo plazo”.
La presencia de las instituciones para ejercer una soberanía efectiva se constituye en una demanda de mayor urgencia, de allí que el despliegue de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, así como otros entes estatales en Tierra del Fuego, sea una necesidad primaria para establecer las bases de un mayor poblamiento y desarrollo de la zona austral.
Riesgos en la Región Austral
Marcelo Masalleras y John Griffiths expresan en el documento que “la debilidad estatal y limitado ejercicio de la soberanía genera espacios 'vacíos' que, potencialmente, pueden ser ocupados o aprovechados por organizaciones transnacionales o actores extrarregionales”.
La fragmentación del territorio nacional, expresado en la ausencia de una red vial segura y flexible en esta área, “dificulta el despliegue estratégico y el sostenimiento de las fuerzas, debilitando la defensa nacional”.
Para los investigadores, un marcado desbalance geopolítico en la Zona Austral “podría debilitar la posición chilena a la hora de ejercer sus derechos en el territorio marítimo, plataforma continental extendida y territorio antártico chileno”.
Los autores afirman que “una posición débil de Chile en la región lo desplaza a un papel secundario a la hora de discutir el futuro antártico, en un ambiente de potencial competencia y confrontación por la región”, esto último en la medida que el sistema antártico pierda fuerza.
Oportunidades
De igual manera como Masalleras y Griffiths plantean “riesgos”, estos investigadores señalan que la integración inter e intrarregional de las Regiones de Aysén y Magallanes y Antártica Chilena “presenta un potencial de desarrollo económico y social relevante, no sólo para la población local, sino como atracción para otros chilenos o inversores extranjeros, dado el potencial existente”.
Afirman que “una revisión de los procedimientos y plazos entre el Cuerpo Militar del Trabajo y el Ministerio de Obras Públicas podría beneficiar el trabajo y avance de las obras”, con el consecuente acortamiento de plazo para finalizar la ruta EV-Y.
Del mismo modo, finalizar la ruta Puerto Williams-Puerto Toro “representaría una integración más efectiva y permanente de las comunidades y actividades económicas de isla Navarino, extendiendo la integración física hasta la última comunidad chilena en el término del continente americano”.
Visualizar y explotar actividades de complementación con Argentina en el área sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego, “podría beneficiar a los chilenos que habitan en isla Navarino, accediendo a instalaciones de salud, aeroportuarias y otras, mientras el Estado de Chile desarrolla un plan estratégico para la zona”.
“La existencia de un área del continente antártico sin reclamar hasta ahora (2023), sumado a la proyección longitudinal que ofrece Isla de Pascua hacia el sur, presentan una oportunidad de reclamo para el Estado de Chile a futuro entre los meridianos 90º y 110º de longitud oeste, al menos”.