El gigante alemán Rheinmetall acelera para incrementar la producción de munición, sobre todo, de 155 mm, con la demanda disparada desde el inicio de la guerra en Ucrania, hace más de tres años ya.
En los ambiciosos planes para aumentar la capacidad de fabricación de proyectiles de artillería juega un papel fundamental la filial de la compañía en España, Rheinmetall Expal Munitions, con seis plantas en Trubia (Asturias), Páramo de Masa (Burgos), Navalmoral y El Gordo (Cáceres), Albacete y Javalí Viejo (Murcia).
El consejero delegado de la compañía, Armin Papperger, ha anunciado en una entrevista en el diario económico alemán Handelsblatt que la división española ha aumentado la producción hasta 450.000 disparos al año, tras las inversiones de los últimos años orientadas a la fabricación masiva de proyectiles.
Rheinmetall Expal Munitions recibió a principios de este año un importante pedido de munición de artillería M107 de 155 mm por un valor de 21 millones de euros. La demanda de este tipo de proyectiles es actualmente muy alta, debido no sólo a las necesidades de Ucrania sino también a los planes para reponer los stocks de municiones en gran medida vacíos de los países de la OTAN y la Unión Europea.
Papperger también ha destacado que el posible envío de misiles de crucero Taurus, como plantea Alemania, no cambiará el curso de la guerra en Ucrania. "Lo que va a cambiar las reglas del juego es la munición de artillería clásica. Ucrania puede mantener a los rusos a distancia sólo con eso", ha indicado.
El grupo también construye una nueva planta en Alemania (Baja Sajonia, Unterlüß) con una inversión de unos 600 millones de euros, donde prevé producir 350.000 proyectiles de 155 mm. Además, la compañía está levantado otra fábrica en Ucrania con un socio local que estará a pleno rendimiento en 2026.