El constructor naval español Navantia estará al frente del proyecto Nereus que busca sentar las bases de un 'sistema de sistemas' para los futuros buques europeos, con el fin de crear una infraestructura común que permita operar de manera integrada y multidominio.
La iniciativa ha sido seleccionada en la última convocatoria del Fondo Europeo de Defensa (EDF). Navantia coordina a 24 empresas y organismos de 14 países europeos. El programa está valorado en 64 millones de euros, con hasta 45 millones de financiación europea. Navantia ya ha trabajado con la Armada y otras entidades europeas en un proyecto muy similar, el 4E (Essential Elements of European Escorts) impulsado por la Pesco, el otro instrumento europeo para el desarrollo conjunto de capacidades de defensa.
El presidente de la compañía, Ricardo Domínguez, anunció el nuevo proyecto en el marco de la feria de defensa y seguridad Feindef, celebrada la semana pasada en Madrid. En una conferencia, el directivo destacó que la compañía está preparada para dar respuesta a un nuevo escenario de aumento de las inversiones.
"Hemos tomado las decisiones adecuadas: decisiones de inversión, de I+D, de transformación tecnológica e industrial, de capital humano, todo ello con el fin de estar preparados para responder adecuadamente a los desafíos que se nos presenten", subrayó.
Domínguez reivindicó el compromiso de la compañía con la innovación tecnológica como piedra angular del desarrollo que ha experimentado Navantia, con una inversión en I+D en 2024 que superó el 10% de los ingresos del ejercicio.
Además, puso en valor que buena parte de esa I+D está ligada a programas para el Ministerio de Defensa: “Estamos hablando de las fragatas más tecnológicas que existen y de los submarinos convencionales más evolucionados que hay en el mercado porque cuentan con sistemas que garantizan la superioridad de nuestros buques en un escenario global cada vez más complejo”.
Desde 2019, Navantia ha invertido más de 540 millones de euros en la modernización y transformación de sus procesos productivos, lo que supone una media anual cercana a los 100 millones de euros. “En el actual contexto geopolítico, la UE está tomando decisiones importantes de inversión en defensa y la industria debe estar preparada para responder adecuadamente. Nos toca a nosotros convertir esa inversión en capacidades operativas a disposición de nuestras fuerzas armadas”, señaló Domínguez.