La munición merodeadora es uno de los nuevos desarrollos tecnológicos de la industria de defensa con un mayor impacto en los conflictos modernos. Solo hay que echar un vistazo a la guerra de Ucrania. En España ya son varias las empresas que trabajan y tienen experiencia en este tipo de sistemas.
Entre las firmas se encuentra Zelenza, empresa con sede en Madrid, que trabaja el desarrollo de Milvus, un dron con múltiples funciones, entre ellas, puede operar como munición merodeadora con cabeza de guerra rompedora de hasta 1,4 kg, diseñada para neutralizar objetivos de alto valor, destaca la compañía, "con un óptimo equilibrio entre eficacia y eficiencia". En este caso, la empresa colabora con Instalaza, responsable de la cabeza de guerra.
Este sistema fue una de las principales novedades de la compañía en Feindef, junto con el USV Fogo, un vehículo de superficie no tripulado de alta velocidad, especializado en vigilancia, persecución e interceptación de lanchas rápidas, para operaciones de seguridad marítima y control fronterizo.
La empresa ya ha suministrado a la Armada un USV, el Sead 23, de siete metros, pensado para misiones de alta velocidad y maniobrabilidad en zonas de difícil acceso. En la feria, la compañía mostró esta embarcación con una estación de armas Lionfish de la italiana Leonardo. También puede llevar un amplio abanico de sensores, radares y altavoces.
Sin salir de los sistemas no tripulados, Zelenza cuenta con los sistemas de enjambres Starling, con lógica distribuida e inteligencia embarcada que permiten una reconfiguración automática y navegación autónoma en entornos sin comunicaciones.
Integración de diferentes drones
También tiene entre sus soluciones Simacoda, un sistema integral de mando y control para flotas de drones multidominio y multitarea. Su arquitectura abierta, según la compañía, permite la integración de plataformas de distintos fabricantes, El sistema 'corre' sobre una red MESH establecida sobre diferentes medios y facilita "la gestión unificada de flotas de vehículos no tripulados en los dominios terrestre, naval y aéreo, actuando como el cerebro central que integra datos provenientes de una amplia variedad de sensores y actuadores, incluyendo sistemas antidrón".
Simacoda incorpora "inteligencia artificial de última generación que permite el desarrollo de múltiples tareas concurrentes y/o complementarias, mediante el análisis y procesamiento de la información en tiempo real, optimizando la toma de decisiones y permitiendo una gestión eficiente de los recursos". Todo ello, asegura la compañía, "con una algoritmia y capacidad de proceso independiente de la capa de comunicaciones y resiliente en entornos de espectro degradado o señal GPS anulada".
Esta capacidad minimiza la necesidad de intervención humana y mejora significativamente la gestión del espectro electromagnético, un recurso crítico en entornos operativos complejos.