“La era de reducción del número de armas nucleares en el mundo, que había perdurado desde el final de la Guerra Fría, está llegando a su fin”. Así lo augura el investigador Hans M. Kristensen, del Programa de Armas de Destrucción Masiva del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri) y director del Proyecto de Información Nuclear de la Federación de Científicos Americanos (FAS). “En su lugar, estamos viendo una clara tendencia de crecimiento de los arsenales nucleares, una retórica nuclear más agresiva y el abandono de los acuerdos de control de armas”, añade.
El ritmo de desmantelamiento de ojivas nucleares que desde el final de la Guerra Fría ha superado habitualmente el del despliegue de nuevas ojivas, lleva camino de revertirse en los próximos años, “ya que el ritmo de desmantelamiento se está desacelerando, mientras que el despliegue de nuevas armas nucleares se está acelerando”. Es una de las conclusiones destacadas por la entidad sueca a partir del Anuario Sipri 2025 que ha publicado esta entidad sin ánimo de lucro, referencia en la evolución de la industria militar mundial.
Casi todos los estados con armas nucleares que hay en el planeta (Estados Unidos, Rusia, el Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel) continuaron en 2024 con intensos programas de modernización nuclear, según este trabajo. Se trata de arsenales que en el último ejercicio se ha continuado mejorando y a los que se ha incorporado armamento más actual.
En total, se estima que existen 12.241 ojivas nucleares en el mundo, de las que 9.614 forman parte de los arsenales militares disponibles para un uso potencial. De ellas, se calcula que 3.912 se encuentran instaladas en misiles o aeronaves, y el resto se ubican almacenadas en depósitos centrales. Alrededor de 2.100 de las ojivas desplegadas se mantenían en estado de alta alerta operativa sobre misiles balísticos. Casi todas estas ellas están en manos de Rusia o Estados Unidos, de acuerdo con este balance que ofrece una foto de la situación con fecha enero de 2025. A ello se suma que China “podría mantener ahora algunas ojivas montadas en misiles incluso en tiempos de paz”, añade la fuente.
El 90% en manos de Rusia y EEUU
Moscú y Washington son responsables del 90% de todas las armas nucleares del mundo. Si bien el tamaño estos arsenales “parece haberse mantenido relativamente estable en 2024”, los investigadores advierten de que ambos países “están llevando a cabo programas extensos de modernización que podrían incrementar el tamaño y la diversidad de sus arsenales en el futuro”.
En este punto, el Sipri advierte de que, si no se alcanza un nuevo acuerdo para limitar estos arsenales, es probable que aumente el número de ojivas desplegadas en misiles estratégicos, ya que en febrero de 2026 expira el Tratado bilateral de 2010 sobre medidas para la nueva reducción y limitación de armas estratégicas ofensivas (New Start).
Dificultades para Washington y Moscú
Por parte de Estados Unidos, su programa integral de modernización nuclear sigue avanzando, aunque en 2024 se enfrentó a dificultades de planificación y financiación “que podrían retrasarlo y aumentar significativamente el coste del nuevo arsenal estratégico”. Además, continúa la fuente, “la incorporación de nuevas armas nucleares no estratégicas al arsenal estadounidense generará una presión adicional sobre el programa de modernización”.
En cuanto a Rusia, su programa de modernización de estas armas también se enfrenta a diversos desafíos. Entre ellos destacaron en 2024 el fracaso de una prueba, un nuevo retraso en el desarrollo del nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) Sarmat y un ritmo de mejora en otros sistemas más lento de lo programado. “Además, el aumento de ojivas nucleares no estratégicas en Rusia, que fue pronosticado por Estados Unidos en 2020, aún no se ha materializado”.
La mira puesta en China
Pese a estas dificultades para unos y otros, los expertos del Sipri ven probable que los dos países “incrementen sus despliegues de armas nucleares en los próximos años”. En el caso de Rusia, “este aumento se produciría principalmente como resultado de la modernización de las fuerzas estratégicas restantes para permitir portar más ojivas por misil y la recarga de algunos silos que habían sido vaciados en el pasado”. Para Estados Unidos, el aumento de su arsenal nuclear “podría derivarse del despliegue de más ojivas en lanzadores existentes, la reactivación de lanzadores inactivos y la incorporación de nuevas armas nucleares no estratégicas al arsenal”.
En el caso de Washington, los grupos que están promoviendo estas medidas tienen la mira puesta sobre todo en dar una respuesta a los nuevos despliegues nucleares de China, aunque de momento el país apenas cuenta con 24 ojivas nucleares desplegaras, frente a las más de 1.700 disponibles tanto para EEUU como para Rusia, dentro de un inventario total de 600, incluidas las ojivas almacenadas y las retiradas. EEUU cuenta en total, contando todos estos conceptos, con casi 5.200 ojivas, mientras que rusa se acerca a las 5.500.