La Armada Colombiana alerta del riesgo para la defensa por el retraso de las PES

La Armada Colombiana (ARC) ha advertido al gobierno de los riesgos que puede suponer para la defensa nacional el retraso que en los últimos años ha venido afectando al programa Plataformas Estratégicas de Superficie (PES).

En palabras de la ARC, el replanteamiento y la reprogramación del Plan de Desarrollo Naval podría estar “afectando la defensa de la nación con un alto riesgo, al no disponerse a mediano y largo plazo del poder disuasivo que permita conservar el balance estratégico”, frente a los intereses positivos que otras naciones tienen sobre los espacios marítimos colombianos. La alerta ha sido lanzada durante el desarrollo del cronograma general, en la fase de Desarrollo de Capacidades.

A la espera del Conpes

La alarma ha tenido origen en la decisión de la oficina de contratación del Ministerio de la Defensa de pausar el lanzamiento de la Solicitud de Propuestas (o RFP por las siglas de Request For Proposal), mientras no sean asignadas para la PES las partidas por parte del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), que incluyan recursos de vigencias futuras, tal como lo explicó a Infodefensa.com Alex Carrillo, especialista técnico y financiero en este tipo de procesos.

La consecuencia directa de dicha paralización es una demora en la selección de la alternativa técnica y del socio tecnológico, pues para ello es necesaria la evaluación de la respectiva RFP, cuando se tenga por fin oportunidad de lanzarla.

Cabe recordar en este punto que, según el cronograma general (desarrollado en este punto a través del Plan Faro), la ARC espera poder construir sus primeras cuatro PES entre los años 2025 y 2029, para reemplazar las fragatas ligeras FS1500 de la clase Almirante Padilla y las restantes cuatro entre los años 2031 y 2034.

Falta de apoyos

Para la ARC, el programa PES tiene como fin renovar las capacidades operacionales de su actual flota de superficie (bajo estándares tipo OTAN y durante un periodo de 30 años), y cerrar la brecha frente a un actual panorama regional desfavorable en estos momentos para esta fuerza.

Sin embargo, la falta de compromiso y apoyo político por parte de las últimas administraciones nacionales, así como la falta de interés (y desconocimiento en gran medida) de una parte significativa del Congreso de la República, viene dificultando de manera progresiva los planes de adquisición de nuevos sistemas y equipos para el conjunto de las Fuerzas Militares.

Dichos equipos son básicos para poder construir capacidades mínimas disuasivas (hoy muy escasas) con el fin de garantizar con las mismas la integridad y soberanía nacionales, así como poder cumplir con los pilares de la nueva Política de Defensa y Seguridad, para la Legalidad, el Emprendimiento y la Equidad. Una política que, en principio, no le da la importancia requerida al tema de la defensa nacional a través de la disuasión, punto que simplemente se limita a enunciar desconociendo las realidades y consecuencias que podría tener en un futuro la desatención del mismo.