Francia advierte de la influencia en defensa de la corriente europea por la sostenibilidad

Un informe de la Asamblea Nacional francesa publicado el pasado 30 de diciembre, y firmado por el diputado Jean-Louis Thiériot, del partido político Los Republicanos), exhorta al país a proteger la base industrial y tecnológica de defensa y seguridad europea frente a las exigencias de sostenibilidad. Europa está desarrollando dos proyectos de identificación de actividades económicas y empresas sostenibles desde un punto de vista ambiental y social, lo que, según cita el informe francés, “probablemente tenga consecuencias importantes para las empresas de BITD” (siglas de base industrial y tecnológica de defensa). Se trata de la denominada taxonomía de las actividades económicas consideradas sostenibles y de la etiqueta ecológica europea sobre productos financieros, en beneficio exclusivo de las empresas consideradas sostenibles.

El informe advierte de que: “Si fueran excluidas de esta taxonomía y/o de la etiqueta ecológica, las restricciones de financiación a las que ya se enfrentan por parte de bancos e inversores empeorarían, amenazando así la autonomía estratégica de nuestro país y de la Unión Europea, de la que la BITD es un componente esencial”. Ante esta amenaza, añade, “esta propuesta de resolución europea tiene por objeto llamar la atención del Gobierno francés y de la Comisión Europea sobre la necesidad de tener mejor en cuenta, en los proyectos europeos en curso en el ámbito del desarrollo sostenible, las especificidades y los retos del BITD europeo, y de seguir promoviendo la inversión en empresas de defensa”

A lo largo del documento se incide en las dificultades de la industria de defensa para obtener financiación, por sus características, entre las que figuran la notable influencia del Estado, los ciclos industriales particularmente largos a los que está sometida y la falta de liquidez de las inversiones. A este panorama, el informe añade el aumento de las dificultades en los últimos años, especialmente para las pymes del sector, y explica que las dificultades de financiación están actualmente contenidas, “a pesar de las señales preocupantes de otros países europeos”.

Gran riesgo

El texto apunta el “gran riesgo para la BITD europea” que pueden suponer los proyectos europeos de financiación sostenible, acordados a raíz del nuevo marco de desarrollo sostenible adoptada en 2015 por Naciones Unidas: la denominada Agenda 2030. Sobre el denominado Proyecto Europeo de Taxonomía, el informe de la Asamblea Nacional explica que este reglamento, elaborado para “definir lo que constituye una actividad económica ambientalmente sostenible”, deja fuera al sector de la defensa, que inicialmente no se incluye entre las actividades económicas que contribuyen sustancialmente a la mitigación o adaptación al cambio climático. Y en cuanto al proyecto europeo de etiqueta ecológica para productos financieros minoristas, en el que la Comisión Europea está trabajando actualmente, el trabajo también incide en las dificultades de la industria de defensa para obtener esta etiqueta verde.

De este modo, el informe recoge, por ejemplo, “consecuencias importantes para la BITD y para la autonomía estratégica europea” derivadas de estos reglamentos. Por ejemplo, “en el caso de que la futura etiqueta ecológica aplicable a los productos financieros al por menor excluya a las empresas que realizan más del 5% de su volumen de negocios en la venta o el comercio de armas y/o equipo militar utilizado en combate, como se propone en el informe técnico antes mencionado, las dificultades de financiación de la BITD se agravarían necesariamente directa e indirectamente”.

Etiqueta ecológica

En este contexto, se propone, entre otros, “reconsiderar la propuesta de excluir a la industria de la defensa de la etiqueta ecológica europea”, promover la inversión en las empresas europeas del sector y aprovechar la presidencia francesa de la Unión Europea, durante el primer semestre del nuevo año, “para promover los retos de una BITD europeo fuete y sostenible”.

Finalmente, se pide a la Comisión Europea que reconsidere el proyecto de excluir a la industria de defensa de la taxonomía europea de finanzas sostenibles y reconsidere el proyecto de excluir de la etiqueta ecológica a las empresas con actividades de producción o venta de armas o equipos “utilizados para combate”, que reconozca el papel positivo de la industria de defensa en la próxima elaboración de la taxonomía social de las actividades económicas; destaca la necesidad de promover la inversión en empresas de la base industrial y tecnológica europea de defensa, e invita al Gobierno francés a que utilice su peso, y que sobre todo aproveche la presidencia de la UE, para promover ante Europa y los demás Estados miembros “los retos relacionados con la existencia de una sólida base industrial y tecnológica europea de defensa cuya existencia sea compatible con los objetivos [del tratado internacional sobre el cambio climático de 2015, conocido como] Acuerdo de París”.