La emiratí EDGE busca nuevas alianzas con la industria española, tras los acuerdos con Indra y EM&E

Emiratos Árabes Unidos aportó quizás el toque más exótico a Feindef, la feria de defensa y seguridad celebrada a mediados de mayo en Madrid. El país del Golfo Pérsico, con una incipiente industria de defensa, participó en la feria con un pabellón nacional de considerables dimensiones liderado por EDGE, el grupo estatal que reúne a más de 25 firmas emiratíes relacionadas con la tecnología militar. 

Para EDGE ha sido también la primera vez en Feindef. El conglomerado industrial participó en la feria después de cerrar en menos de un años dos importantes alianzas con Indra, para el desarrollo de radares de nueva generación, y con EM&E, que fabricará en Jaén vehículos 6x6, tras un acuerdo de transferencia de tecnología como la corporación emiratí. 

“Es nuestra primera vez en Feindef. Venimos tras haber estado la semana pasada en la feria Defea de Atenas, y lo hacemos impulsados por la colaboración con Indra. Hemos creado Pulse para co-invertir en nuevas tecnologías, y ese vínculo es una razón fundamental para estar aquí”, explicó a Infodefensa.com Miles Chambers, responsable de Desarrollo de Negocio Internacional en EDGE.

Más allá de la cooperación con la firma española, EDGE se presenta como un actor con soluciones punteras para el mercado de defensa europeo. “Creemos que muchas de nuestras tecnologías pueden tener aplicación no solo en España, sino también en el conjunto del mercado europeo. Y hacerlo de la mano de socios locales permite asegurar una producción doméstica que impulse el desarrollo industrial y la generación de empleo en Europa”, añadió Chambers.

Tecnología autónoma y guerra electrónica, pilares de la oferta

Aunque el grupo EDGE cuenta con un portafolio de más de 200 productos, en Feindef optó por mostrar una selección representativa centrada en sistemas autónomos, guerra electrónica y municiones de precisión. Una de las grandes apuestas es el HT100, un dron de despegue y aterrizaje vertical (VTOL) desarrollado por Anavia, una compañía del grupo con sede en Suiza. Con un alcance de 600 kilómetros, el HT100 tiene una autonomía de seis horas y soporta una carga útil de hasta 60 kilogramos.

Se trata de una plataforma especialmente útil para misiones marítimas, vigilancia fronteriza o inspección de infraestructuras críticas. “Pensemos en un barco que ha apagado su transpondedor. En lugar de enviar un helicóptero o una patrullera, operaciones costosas, el HT100 puede hacer esa inspección previa de forma más eficiente”, explicó Chambers. Esta versatilidad también se extiende a aplicaciones civiles como el control de oleoductos o tendidos eléctricos.

Junto a los UAV, EDGE está poniendo especial énfasis en sus capacidades de guerra electrónica. A juicio de la compañía, los conflictos actuales han evidenciado la importancia de contar con sistemas resistentes a entornos con altos niveles de interferencia y guerra electrónica (EW). “Estamos viendo muchas lecciones en los conflictos activos. La capacidad de jam y contra-jam es cada vez más crítica. Tener plataformas que puedan operar en esos entornos es esencial”, apuntó Chambers.

Autonomía estratégica europea

La presencia de EDGE en Feindef se enmarca en un momento clave para el sector. Con múltiples países europeos incrementando sus presupuestos de defensa, crece también la apuesta por fomentar una industria propia, tecnológicamente avanzada y capaz de responder a los retos actuales. En ese contexto, EDGE busca posicionarse como un socio tecnológico, dispuesto a transferir conocimiento y capacidades que se produzcan localmente en colaboración con empresas europeas.

“Queremos aportar soluciones, pero también contribuir al crecimiento de la industria europea. Y eso pasa por desarrollar tecnología aquí, crear empleo y reforzar capacidades nacionales. Nuestra alianza con Indra es un ejemplo concreto de ese compromiso”, concluyó Chambers.