Cada Mes del Mar es un punto de encuentro con la vocación marítima de Chile, la cual nos une con una historia única de la que somos herederos, mirando el presente y proyectando el futuro.
Es en este sentido que las aguas australes han marcado un carácter único a los miembros de la Armada de Chile, enfrentando su inmensidad, inclemencia y también concretando proyectos nacionales fundamentales para el desarrollo nacional, salvaguarda de la vida humana en el mar y el ejercicio de la soberanía efectiva.
Este continuo responde a una larga aspiración del entonces Imperio Español de Ultramar, el cual vio en el Estrecho de Magallanes un articulador fundamental de las comunicaciones mundiales, siendo el origen y sentido de la Capitanía General de Chile, constituyéndonos como Reyno mirando a nuestro mar y proyectándose hacia la Tierra Incognitas Australis.
Sin embargo, esta aspiración de control territorial no se concretó, pasando de una u otra forma este pensamiento y proyecto a diferentes pensadores, siendo en nuestro caso Bernardo O´Higgins clave en comprender el valor del Estrecho de Magallanes y la necesidad de control, en el marco de su viaje de regreso desde Inglaterra en donde ya forjaba la llama de un Chile independiente.
Con ímpetu y obsesión, no pudo concretar su proyecto austral siendo Director Supremo, conociendo años más tarde al general Manuel Bulnes, quién en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, encontraría consejo e inspiración en el libertador.
Es por lo cual, que la hazaña de la goleta Ancud, ordenada por el general Bulnes ya siendo presidente en 1843, es parte de un continuo histórico, siendo literalmente el desembarco de la Armada de Chile en los australes territorio de Magallanes, hecho capital que da cuenta de una historia que se forja en el rigor de los mares australes.
Primero un fuerte, después una colonia y posteriormente una ciudad fueron claves para que ya pasada la década de 1870 el accionar de la Armada de Chile fuese claro, estableciendo control del tráfico marítimo, estableciendo el orden y el estado de derecho en sublevaciones, así como ideando el trazado urbano, colonización y estudios hidrográficos. Es así como ilustres marinos como los almirantes Óscar Viel y Manuel Señoret, fueron hacedores y forjadores del territorio de Magallanes, instalando un apostadero naval a fines del siglo XIX, del cual una valiente flota de escampavías como el Cóndor, Huemul, Yáñez y Yelcho fueron forjando el conocimiento de la zona austral y apoyando a las comunidades en innumerables rescates, soporte logístico y haciendo presente al Estado en zonas aisladas.
Es de esta manera que, el puerto de Punta Arenas, construido y forjado al alero de la Armada, se fue constituyendo a principios del siglo XX como un punto de entrada al Territorio Chileno Antártico, siendo por lo tanto consecuencia de este accionar el histórico rescate del escampavía Yelcho a la Expedición Imperial Transantártica en 1916, pasando a la historia el piloto segundo Luis Pardo como salvador de la expedición liderada por Ernest Schakcleton.
El control y exploración de las tres principales rutas marítimas fueron parte del imparable quehacer naval de la primera mitad del siglo XX, comprendiendo la importancia y trascendencia del trimonio del Estrecho de Magallanes, Canal Beagle y Mar de Drake, pensando en concretar una proyección hacia el Territorio Chileno Antártica, la cual en 1947 se hace patente con la construcción de la Radio Estación Meteorológica y Radiotelegráfica Soberanía, actual base naval antártica Capitán Arturo Prat, el inicio de un continúo ininterrumpido de la Armada de Chile en el continente blanco, tanto con el despliegue de buques y aviones, sino también con el establecimiento de bases y refugios, presencia de la Autoridad Marítima, que han sido fundamentales para la soberanía efectiva y el desarrollo de la ciencia en uno de los lugares más inhóspitos del mundo, el cual hoy se ve reafirmada con la operación del rompehielos Almirante Viel, el patrullero oceánico Marinero Fuentealba y el remolcador de altamar Lientur, el trimonio antártico con puerto base en la capital de la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
El establecimiento y fundación de localidades, enfrentando las fronteras interiores ha sido una clara tarea desarrollada por la Armada de Chile, ejemplo de eso son Puerto Toro, Puerto Williams y Puerto Edén, las cuales hoy son ejemplo del temple, entrega y valor de sus comunidades, en donde la Armada realiza labores fundamentales de sostenimiento logístico, apoyo y presencia en lugares aislados de este inmenso territorio.
El enfrentar desafíos ha forjado el carácter de los marinos que se forjan en la zona austral, tanto las condiciones meteorológicas, geográficas e inmensidad de la jurisdicción, en donde en más de una ocasión exigió de ellos el estar desplegados a espera del momento decisivo al igual que comandante Arturo Prat, conocidos son los despliegues en el incidente del Islote Snipe en 1958, Crisis de Laguna del Desierto en 1965 y la Crisis del Canal Beagle de 1978, historias, memorias y experiencias que aún circulan en las nuevas dotaciones que, en momentos de paz y colaboración con Argentina, recuerdan a aquellos otrora jóvenes que estaban dispuestos a entregar su vida en servicio de la Patria.
El apoyo a emergencias no ha estado ajeno al quehacer de la Armada de Chile, apoyando en aplacar incendios forestales, desbordes de río, realizando conectividad y llevando apoyo en diversas ocasiones, como lo fue durante el dantesco Terremoto Blanco de 1995, en donde enfrentando el desastre nuestros marinos llevaron la ayuda y esperanza, superando una vez más lo “imposible”, concepto proscrito de nuestro vocablo naval.
La pandemia de covid-19, al igual que en todo el mundo, exigió de los servidores navales el proteger a nuestra población, mantener sostenimiento logístico, rutas de navegación seguras y exponer sus propias vidas ante un enemigo invisible, silencioso e implacable.
Hoy, la Tercera Zona Naval está compuesta por distintas unidades y reparticiones, las cuales tienen un carácter especial, forjado por el espíritu de hombres y mujeres que, ya sea a bordo de un buque, en un faro, alcaldía de mar u otra repartición es heredero de una historia que trasciende tres siglos de historia, marcando en su piel y sobre todo en sus corazones lo que es servir a Chile a través del mar, en una jurisdicción bioceánica y que resguarda una historia que da cuenta que nuestra patria está forjada a través del mar.
*El contraalmirante Jorge Castillo es comandante en jefe de la Tercera Zona Naval de la Armada de Chile desde el 24 de noviembre de 2023