El 18 de agosto se conmemora un nuevo aniversario del remolcador de alta mar ATF 60 Lientur, unidad que por dos años ha servido a la Armada de Chile enfrentando los desafiantes mares australes y que junto al al patrullero oceánico OPV-83 Marinero Fuentealba y el rompehielos AGB-46 Almirante Viel conforman el denominado Trimonio Antártico en la Tercera Zona Naval.
El buque fue construido por el astillero turco Cemre Shipyard y entregado en abril de 2008 a la compañía noruega Havyard Group en donde prestó servicios con el nombre de Havila Neptune. Posteriormente, fue vendido en 2022 al armador griego MTC, siendo rebautizado como Achilles Z. Un año después sería adquirido por la Armada de Chile y rebautizado como Lientur.
La unidad es un buque de apoyo oceánico tipo Anchor Handling Towing Supply Vessel (Ahtsv) y tiene clasificación 1A1 ICE-E lo que le permite navegar en áreas de hielo a la deriva en desembocaduras de ríos y áreas costeras. Dispone de un sistema de posicionamiento dinámico DP 2 adecuado para la mayoría de los trabajos en alta mar y puede actuar en combate de incendio de embarcaciones.
Cuenta con una eslora de 74,5 m, una manga de 17,2 m, un calado de 8 m y un desplazamiento de 2.807 toneladas. Tiene dos motores principales Mak 12M32C asistidos por un propulsor de remolque de 883 kw de Rolls-Royce Kamewa Ulstein TT200 DPN más otro en la popa y un propulsor azimutal de 883 kw Rolls-Royce Aquamaster TVNS 73/50-180. Posee dos motores auxiliares Caterpillar C18TTA de 602 kw (807 bhp) y 1.800 rpm cada uno.
Tiene un cabrestante principal de Rolls-Royce con una fuerza de tracción de 350 toneladas. A popa hay dos juegos de mordazas Karmoy Shark Jaws, un pasador de remolque más el sistema de centrado para cables conductores a ese equipo y un cabrestante. Para operaciones en cubierta, el buque tiene una grúa Dreggen DKF 40 que puede levantar 3,5 toneladas y una grúa en riel Dreggen DKFR100 para cinco toneladas.
Un nombre con historia
El nombre de esta unidad evoca al cacique Lientur, quién fue un líder mapuche que en audaces expediciones contra los fuertes hispanos y otros asentamientos, dirigió la batalla de las Cangrejeras, en que los españoles fueron derrotados el 15 de mayo de 1629.
Lientur demostró en en aquella batalla grandes condiciones de estratega, utilizando las condiciones meteorológicas a su favor en las diferentes acciones militares, consolidándose como un líder y temido adversario.
El remolcador ATF-60 Lientur es la tercera unidad de la Armada de Chile que recibe este nombre. El primero fue un destructor entre los años de 1928 a 1930, luego un patrullero recibió este nombre en 1947 y operó por más de 30 años en las aguas australes, siendo este último protagonista en la búsqueda y salvamento del ARA Fournier en el Estrecho de Magallanes.
Esta segunda unidad estuvo presente en el incidente del Islote Snipe en 1958, así como diversas campañas antárticas, siendo parte fundamental del esfuerzo de la Armada de Chile en mantener la red de faros habitados y la conexión con comunidades aisladas.
Entrega, sacrificio y compromiso de servicio
Al igual que el antiguo patrullero Lientur, la actual unidad cumple importantes labores en la Antártica, aportando al soporte logístico de bases nacionales y de países amigos, traslado de científicos, comisiones de estudios hidrográficos, siendo parte de la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC) con la Armada Argentina y reafirmando en cada misión la presencia chilena en el continente blanco.
Su inconfundible estructura y colores no pasan desapercibida en las aguas del Océano Austral, siendo un punto resaltante del servicio y entrega que su tripulación en las cambiantes y complejas condiciones antárticas.
El ATF 60 Lientur, al igual que otras unidades de la Armada de Chile, cuenta con una dotación que ha enfrentado los desafíos y sacrificios del servicio en las aguas australes, en donde desde su puerto base en la ciudad de Punta Arenas están prestos a las necesidades que la patria disponga,
Sus tripulantes mantienen en sus cubiertas aquel espíritu y alma que se va transmitiendo entre historias y leyendas, las mismas que hacen portar con orgullo el nombre de Lientur con la mente puesta en que Chile al sur limita con el polo portando nuestro pabellón hacia las aguas antárticas.