Nueva detención en Israel por posible corrupción en la compra de submarinos a TKMS
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Nueva detención en Israel por posible corrupción en la compra de submarinos a TKMS

Submarino Dolphin israelí. Imagen: Shlomiliss
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La venta de tres unidades adicionales a la flota Israelí de submarinos Dolphin de fabricación alemana sigue bajo la lupa de las autoridades de Tel Aviv por posible corrupción. Unos días después de que el Consejo de Seguridad Nacional de Alemania aprobase esta transacción, se ha detenido a la séptima persona por su presunta vinculación con el caso.

Un portavoz de la policía israelí ha detallado que la identidad del nuevo implicado es Miki Ganor, socio local del fabricante alemán de los submarinos, ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS), al que entre otros delitos se le imputan cargos por lavado de dinero y fraude.

Tel Aviv mostró hace meses su intención de adquirir tres naves de la clase Dolphin para añadir a la flota de seis buques de este tipo ya encargados. Este proceso es objeto de una investigación criminal abierta por el fiscal general israelí hace cuatro meses a partir de una investigación iniciada en noviembre por un posible conflicto de intereses en las relaciones entre el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y su abogado personal David Shimron, por representar supuestamente este último también a la compañía alemana ThyssenKrupp Marine Systems, fabricante de los buques que quiere el país.

Netanyahu ha asegurado que desconocía que hubiese alguna relación de su abogado con la empresa y que únicamente le movían intereses nacionales en su intención de adquirir estos buques. Distintos medios israelíes recogieron que Netanyahu intervino directamente para que el contrato recayese en la firma alemana sin que mediase ningún concurso.

Se trata de una práctica permitida por la ley del país y que se justifica sobre la base de la seguridad nacional. Sin embargo, el primer ministro ha actuado en contra de la opinión de estamentos militares que no mostraron un gran interés en la compra de nuevos submarinos.

En cualquier caso, la fiscalía aclaró en febrero que Netanyahu no es sospechoso en el caso, pero a la vez confirmó que se está realizando una exhaustiva investigación a partir de las pruebas recopiladas por la policía. Las evidencias levantan sospechas sobre “crímenes relacionados con la corrupción pública” cometidos por algunos involucrados en esta operación.

Ante este panorama, la autorización del Consejo de Seguridad Nacional de Alemania para seguir adelante con esta venta, recogida por Infodefensa.com a principios de mes, incluye la advertencia de que el acuerdo quedará sin efecto si se demuestran las acusaciones de corrupción que se investigan.

La adquisición, de producirse finalmente, se incluirá en el contrato anterior de compra de seis submarinos del mismo tipo, cuya última unidad está previsto entregar este año. La compra israelí de los Dolphin es financiada en parte por los contribuyentes alemanes en virtud a la política germana de apoyo a la defensa de Israel.

Se trata de un programa que lleva dos décadas desarrollándose gracias a un programa de cooperación estratégica suscrito entre Israel y Alemania por el que el segundo se encarga de su construcción siguiendo las especificaciones de diseño del primero, además de incluir sistemas de mando y control israelíes.

El coste de los tres nuevos submarinos se estima en 1.400 millones de euros. Según la información publicada por distintos medios israelíes el acuerdo para su adquisición ha necesitado menos de doce meses, mientras que otros contratos militares emplean años para tomar forma.

La construcción de los dos primeros submarinos de la serie, dentro del lote inicial de seis naves, fue financiada por Alemania y la del tercero se dividió a partes iguales entre ambos países. En el cuarto y el quinto el capital germano ha procurado alrededor de un tercio de los costes. Para el sexto, Berlín firmó un acuerdo en 2014 con el que cubrir unos 135 millones de euros de una adquisición valorada en más de 600 millones.



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