¿Son los cazas anunciados por Polonia y Eslovaquia los primeros aviones facilitados por la OTAN a Ucrania?
EDICIÓN
| INFODRON | INFOESPACIAL | MUNDOMILITAR | TV
Guerra de Ucrania >

¿Son los cazas anunciados por Polonia y Eslovaquia los primeros aviones facilitados por la OTAN a Ucrania?

El Pentágono reveló en abril de 2022 un envío de plataformas sin más detalles. Después se conoció el envío de al menos 22 unidades de un arma que supone un importante salto del apoyo militar a Kiev
Avió Su 25. Foto Ministerio de Defensa de Ucrania
Avión Su-25. Foto Ministerio de Defensa de Ucrania
|

Ya está confirmado: Polonia suministrará en “los próximos días” cuatro aviones de combate MiG 29 a Ucrania. Con este anuncio, el presidente polaco, Andrzej Duda, verbaliza un nuevo paso en el nivel de ayuda militar que la OTAN está prestando a Kiev desde que comenzó la guerra, en febrero de 2022. Como ha ocurrido con los carros de combate, se prevé que la medida sea seguida por otros países, y de hecho apenas unas horas después Eslovaquia se ha sumado comprometiéndose al envío también de 13 aeronaves del mismo modelo de origen soviético. El suministro de este tipo de armas se apuntó desde el primer momento como una de las necesidades más importantes de las Fuerzas Armadas Ucranianas para defenderse frente a Moscú. Pero el temor a una escalada frente a la mayor potencia militar nuclear del planeta había impedido hasta ahora realizar cualquier anuncio en esta línea. Sin embargo, el propio secretario de prensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, hizo unas declaraciones en abril del año pasado, menos de un mes después del inicio de la guerra, que apuntaron a que ya se estaban suministrando este tipo de aparatos. Las fuerzas ucranianas “en este momento tienen a su disposición más aviones de combate de ala fija que hace dos semanas”, afirmó en una comparecencia ante la prensa.

Kirby aclaró que ese incremento se debía “a que otras naciones que tienen experiencia con ese tipo de aviones han podido ayudarles a poner en marcha más aviones". Pero ante las preguntas de la prensa llegó a decir, tras advertir que no quería “entrar en lo que ofrecen otras naciones”, que los ucranianos “han recibido plataformas y piezas adicionales para poder aumentar el tamaño de su flota de aeronaves”. “Creo que lo dejaría así”, apostilló tratando de no hablar más del asunto. Pero al ser preguntado directamente a qué se refería con “plataforma”, el portavoz del Pentágono respondió: “Han recibido aeronaves adicionales y partes de aeronaves para ayudarles a poner más aeronaves en el aire. Sí”. A partir de ahí no quedó claro si se refería únicamente a aviones suministrados para extraer partes útiles para los aparatos del arsenal ucraniano o si se trató de aeronaves que pudieron ponerse de nuevo en vuelo.

Posteriormente se conoció que Bulgaria ha llegado a suministrar a Kiev, desmontados y a través de terceros, 14 aviones de apoyo aéreo cercano Su-25, de origen soviético, lo que coincide con las revelaciones de Kirby. Macedonia del Norte, aspirante a unirse a la OTAN, también ha facilitado cuatro S-25 a Ucrania, e igualmente Polonia otros cuatro, según los datos recopilados por la firma analista de inteligencia neerlandesa Oryx, que lleva un recuento de todos los suministros militares principales de los que hay evidencias desde que comenzó la guerra.

El Ministerio de Defensa ruso llegó a advertir en los primeros momentos de la guerra que el uso por parte de las fuerzas ucranianas de aeródromos de otros países para combatir a sus fuerzas “puede considerarse como la participación de esos países en el conflicto armado”. El temor a una expansión del conflicto, que obligaría a la OTAN a intervenir si se viese afectado alguno de sus socios en la zona, alimentó la prudencia en torno a este tipo de envíos que, singularmente, fue uno de los primeros que se señaló como posible suministro para ayudar al país. El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, fue ,en concreto, el primero en señalar, apenas unos días tras el inicio de la guerra, la posibilidad de enviar aviones de combate provenientes de Estados miembros que “tienen este tipo de aviones”, atendiendo a una petición previa del ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmmitro Kuleba.

Partida de tenis

Lo que siguió entonces fue una sucesión de declaraciones a uno y otro del Atlántico en el que cada interlocutor buscaba que fuese el otro quien diese el paso. Estados Unidos comenzó esta suerte de partida de tenis presionando para que los miembros de la OTAN con aparatos de origen soviético (Polonia, Eslovaquia y Bulgaria) se los facilitasen a Kiev, capaz de operar con ellos por ser similares a los suyos. A continuación, Polonia, que se había mostrado inicialmente reacia, aceptó el envite, pero quitándose cualquier responsabilidad, al anunciar que entregaría todos sus cazas MiG-29 a EEUU para que fuese éste quien los enviase a Ucrania. Washington no aceptó la maniobra, aduciendo que “la perspectiva de que los aviones de combate [puestos por Polonia] a disposición del Gobierno de EEUU partan a una base de EEUU y la OTAN en Alemania para sobrevolar espacio aéreo sobre Ucrania, disputado con Rusia, planea serias inquietudes para toda la Alianza”, según las palabras pronunciadas entonces por Kirby, el mismo portavoz del Pentágono que un mes después dejó entrever que Kiev ya había recibido aviones, sin entrar en más detalles.

El camino de los carros de combate

El anuncio realizado este jueves por Duda, durante una comparecencia ante los medios junto al presidente de la República Checa, Petr Pavel, rompe finalmente las precauciones que hasta el momento ha estado adoptando la OTAN y apunta, para los aviones de combate, hacia el mismo camino que arrancó el pasado enero con los carros de combate.

Tras meses solicitando tanques, Francia se comprometió en la primera semana de este año a facilitar carros ligeros AMX-10 RC, entreabriendo una puerta que Reino Unido dejó totalmente expedita días después, al revelar que enviaría 14 carros de combate Challenger 2. A partir de ese momento comenzó un rosario de anuncios que a día de hoy ya suman más de 250 carros occidentales (principalmente Leopard de origen alemán y algunos Abrams) por parte de una docena de países, todos miembros de la OTAN excepto Suecia, que tramita actualmente su adhesión a la Alianza.

También como ha ocurrido con los carros de combate, antes del primer anuncio del suministro de cazas a Ucrania se ha estado calentando el ambiente con una serie de declaraciones de distintos países revelando sus intenciones de sumarse a la iniciativa, siempre y cuando fuesen otros los que arrancasen. Así, Países Bajos, por ejemplo, apuntó a finales de enero que su Gobierno se planteará el envío de aviones de combate F-16 a Ucrania una vez que reciba la correspondiente solicitud. Además, durante esos días también trascendió, de boca de un portavoz de las Fuerzas Aéreas ucranianas (Yurii Ihnat), que algunos pilotos del país en guerra han estado visitando Estados Unidos y se han asignado fondos para su formación, lo que se interpreta como una preparación para el posible uso de aviones occidentales en los combates.

Del A-10 al F-16

El secretario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), Frank Kendall, no descartó el pasado verano que Kiev pudiese llegar a recibir aviones A-10, desarrollados en su momento por Estados Unidos para neutralizar principalmente a carros de combate de origen soviético. Si bien es el modelo F-16 el que más se ha estado apuntando como posible suministro de un aparato occidental (el presidente de EEUU, Joe Biden, lo ha descartado “por ahora”), tras aparatos soviéticos, principalmente MiG-29, considerados más propicios por los conocimientos que ya tienen de ellos los pilotos ucranianos. Eslovaquia reveló el pasado verano su intención de hacer llegar a Ucrania una docena de MiG-29, que el país va a reemplazar por F-16, aunque no se ha llegado a confirmar ningún suministro.

Ahora, tras la confirmación polaca de que comenzará en breve a facilitar aviones de combate a Ucrania, está por ver si arranca una sucesión de anuncios similares de otros países, como ha ocurrido con los carros de combate, que en otro momento también conformaron un gran tabú en la ayuda militar de Occidente a Ucrania. De momento, Eslovaquia ya se ha unido a la iniciativa poniendo sobre la mesa otros 13 MiG-29 más para Kiev.



Los comentarios deberán atenerse a las normas de participación. Su incumplimiento podrá ser motivo de expulsión.

Recomendamos


Lo más visto