Capaz de remolcar al portaaeronaves Juan Carlos I y en un futuro apoyar el rescate de submarinos en altamar, el Carnota A-61, es el modelo de buque que pondrá las bases de la nueva generación de buques multipropósito de la Armada. Encuadrado en la Fuerza de Acción Marítima y con base en Ferrol, se adquirió para reemplazar al veterano remolcador de altura Mahón. Con su entrada en servicio hace más de un año, la dotación del Carnota ha estado adaptando la plataforma a las nuevas necesidades y capacidades militares para cumplir sus cometidos.
Lo primero que llama la atención es su forma y diseño peculiar: de su casco sobresalen dos estructuras en la proa, y desde la cubierta de popa se pueden ver unas grúas y máquinas de gran tamaño. ¿A qué se debe? Bautizado como Ocean Osprey, proviene del mundo civil, fue construido en 2014 en los astilleros de Pasajes y operó en el mar del Norte dando apoyo a plataformas petrolíferas y como remolcador de altura para la naviera Atlantic Offshore.
Cuando la Armada lo compró se rebautizó con el nombre de Carnota, en honor a los vecinos de las comarcas de Lira y Lariño, situados en la localidad gallega de Carnota, en La Coruña, por acudir al rescate de la dotación de la fragata Ariete, que naufragó en aquellas aguas de la Costa da Morte en 1966.
"Fui a Noruega a recoger el buque con una tripulación ya contratada por el propio armador y lo llevamos hasta los astilleros de Metalships & Docks en Vigo", explica su comandante, el capitán de corbeta Fernando Mariño Moreira. Allí se hicieron adaptaciones menores y después en el Arsenal de Ferrol se incorporaron nuevos sistemas de comunicaciones y se adaptó el espacio la la dotación. En su etapa civil tenía una tripulación de 19 personas y "hemos tenido que ampliar el espacio para las 36 que formamos la dotación, pero el total de capacidad se ha proyectado para 56 personas, para disponer de alojamiento extra en caso de necesidad de transporte de personal", detalla el comandante.
Un remolcador de altura capaz de rescatar submarinos en alta mar
El Carnota tiene como misión principal el remolque de altura de unidades de gran porte, en caso de una avería o cualquier otra necesidad, y para ello cuenta con una gran capacidad de tiro de hasta 65 toneladas, por lo que es capaz de remolcar a grandes unidades como el portaaeronaves Juan Carlos I, buque insignia de la Armada, a buques de asalto anfibio como el Castilla y el Galicia, así como a los buques de aprovisionamiento de combate Cantabria y Patiño.
Además, funciona como buque de transporte logístico ligero con la función de trasladar personal militar y contenedores de material, combustible o agua entre diferentes plazas de soberanía nacional en el norte de África, o entre los distintos arsenales de la Armada en territorio español.
Mariño explica que la embarcación "tiene un enorme potencial para ampliar sus capacidades, ya que dispone de preinstalación para el Sistema de Posicionamiento Dinámico nivel 2 (DP2), lo que le permitiría jugar un papel importante en misiones como rescate de submarinos, operaciones de buceo de gran profundidad y con unidades submarinas no tripuladas".
Esa versatilidad se debe en parte a su potente maquinaria, pero también a su gran capacidad de navegación porque es un "barco bastante marinero, y con la mar de popa o aleta vamos literalmente surfeando las olas", detalla el teniente de navío Gonzalo García de Paredes, oficial de navegación y operaciones.
Esto se debe también a los modernos sistemas de navegación que utiliza el remolcador, como las hélices que tiene en la proa o la Unidad de Propulsión Auxiliar (UPA), que utilizan en altamar, destaca el oficial de navegación, para "orientar la propulsión 360 grados, lo que permitirá permanecer en el sitio parados cuando estemos trabajando en las plazas de soberanía nacional en el norte de África".
Su incorporación a la Armada marca una nueva etapa en la modernización de la flota auxiliar, porque renueva las capacidades de transporte logístico, salvamento y rescate, y de remolque, capacidades que habían quedado obsoletas por la falta de relevo. "El trabajo y la experiencia que adquiera esta primera dotación", como advierte el teniente de navío, será, en parte, la base para los futuros procedimientos, adiestramientos y ejercicios que se realicen a bordo del Carnota, pero también en el resto de los barcos que formen la nueva flota de unidades auxiliares y multipropósito.