Feindef calienta ya motores. Solo falta una semana para el inicio de la cuarta edición, la más esperada para la industria de defensa española. La feria, consolidada como una de las grandes en Europa para el sector, abrirá sus puertas el próximo 12 de mayo en un escenario de incremento presupuestario en España, con un nuevo ciclo de adquisiciones en marcha en el Ministerio de Defensa. El gran aliciente, sin duda, de esta edición.
Infodefensa.com ha entrevistado al presidente de la Fundación Feindef, Ángel Olivares, para conocer las claves de la feria y analizar de paso el momento de la industria de defensa española, junto con los desafíos que tiene por delante para ser un actor relevante más allá de nuestras fronteras. En una edición que busca afianzar la internacionalización, la apuesta de Europa, al fin, por la Defensa y las oportunidades que dibujan los nuevos planes de la Comisión también estarán muy presentes en las reuniones, las conferencias y los corrillos en los pasillos.
¿Cómo será Feindef 25?
Este año, la feria contará con cuatro pabellones en Ifema, en 2023 eran dos, con 60.000 metros cuadrados de superficie expositiva, un incremento del 59%. También aumentará el número de expositores, un 78% más, con 601 empresas; 404 españolas, un 83% más, y 187 internacionales, un 67% más. También hay dos datos relevantes. Habrá 5.900 metros cuadrados dedicados a la exposición estática, el 70% de un pabellón, con materiales agrupados por temáticas. Otra novedad respecto a la pasada edición, es que en 2023 la feria tenía un único pabellón internacional y esta edición serán siete. Ya en la tercera edición, Feindef entró en el top 10 de ferias multidominio más importantes del mundo. En 2025, Feindef se consolidará como una gran feria, referente en el sur de Europa, lo que permitirá diseñar nuevas líneas estratégicas de cara al futuro dentro de la situación geopolítica internacional y las necesidades de la industria de defensa española y europea. Un trabajo que empezará el próximo mes de junio.
Las empresas israelíes no estarán presentes en esta edición, ¿tampoco se expondrá soluciones de estas compañías en los stand?
En principio, no está previsto.
Lo que sí habrá este año es mayor presencia de comunidades autónomas
Sí, habrá seis pabellones de comunidades autónomas y ayuntamientos que agruparán a diferentes empresas de defensa.
La feria se celebra en un momento de incremento de la inversión. El Gobierno español anunció hace apenas quince días un plan para alcanzar el 2% del PIB en Defensa este mismo año.
Invertir en Defensa más y mejor no es una opción, sino una obligación. El Estado tiene la obligación de garantizar la seguridad de sus ciudadanos; y, sin seguridad, no hay bienestar, ni paz, ni libertad. Es una condición primigenia y necesaria.
¿Cómo ve al sector? ¿Cómo llega a esta feria?
La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha generado dos escenarios. Por un lado, está la necesidad de fortalecer la capacidad industrial con toda la cadena de suministros; y, por otra parte, hay también necesidad de productos innovadores con nuevas tecnologías para incrementar la disuasión. Creo que hay que actuar sobre las dos realidades. En el plano industrial existe una industria que no es específica de defensa que podría adaptar sus líneas de producción a satisfacer las necesidades que han surgido. En el ámbito de la tecnología, hay una gran diferencia entre Europa y Estados Unidos, por poner un ejemplo. Europa gasta en innovación la quinta parte de Estados Unidos. Ahí tenemos que incidir.
¿Qué ventajas y desventajas presenta la industria de defensa española en este escenario?
La gran ventaja comparativa en la industria de defensa española respecto a la europea es que aquí hay mucho talento y costes asequibles. Es lo que permitió al sector solventar la crisis de 2008 con la internacionalización, el 80% de la facturación era exportación. Y hoy sigue siendo el 77% con los crecimientos importantes del presupuesto de Defensa en España. Hay un punto débil, también en el conjunto de la Unión Europea, la fragmentación; que se concreta en el tamaño de la empresas y en un volumen empresarial escaso y también en la sobreabundancia de sistemas de armas que en muchas veces no son interoperables entre sí. Esas son las dos cuestiones a solucionar en España y en Europa. Las grandes empresas europeas son muy pequeñas; hay que ir a procesos de consolidación empresarial a través de los diferentes mecanismos; fusiones, absorciones, consorcios...
En España está el debate del campeón nacional o las conocidas como empresas tractoras
Bien, pero en todo caso hay que incrementar el tamaño y el volumen para agregar demanda y beneficiarse de las economías de escala.
¿Qué posición tiene la industria de defensa española en Europa?
La industria española participa en el 74% de los proyectos financiados por el Fondo Europeo de Defensa y es el segundo país coordinador. El sector tiene un tamaño posiblemente reducido, formado en dos terceras partes por pequeñas y medianas empresas, pero con una altísima calidad.
En los grandes programas como el FCAS han surgido discrepancias entre empresas, ¿cree que la industria debe cambiar el chip y apostar por la colaboración?
Totalmente, las discrepancias son incluso positivas, pero es verdad que hay que superar el nacionalismo de vía estrecha. Creo que se han acabado los sistemas de armas complejos estrictamente nacionales. Los grandes sistemas de armas exigen tal cantidad de recursos y una cadena de suministro tan compleja que es necesaria la colaboración multinacional.
A la vuelta de la esquina también está la cumbre de la OTAN en La Haya. España parece que llegará con los deberes hechos
España cumple con sus compromisos siempre y es un socio fiable. En todo caso, hay parámetros que habría que reconsiderar. Me parece injusto por muchos motivos que el esfuerzo inversor en Defensa se mida en porcentaje del PIB. Cuanto más creces, estás en peores condiciones, como sucede en España. Y tampoco mide bien otros puntos como la participación en misiones de paz ya sea al amparo de la OTAN, la Unión Europea o Naciones Unidas.
Aquí en casa, los presupuestos prorrogados y las cuestiones de Defensa generan discrepancias en los socios de Gobierno, ¿esta situación genera incertidumbre en la industria?
La industria quiere estabilidad. La mayor estabilidad posible son los contratos firmados. Los programas especiales de modernización tienen comprometidos más de 50.000 millones de euros. Es más estable esto que una ley que puede modificarse un año u otro. Esa es mi opinión. Pero es verdad que en esta materia cuanto más estabilidad y apoyo social, mejor.
Al hilo del apoyo social, en España la ciudadanía parece que no está convencida del todo de la necesidad de invertir en defensa, ¿cómo explicaría usted la importancia de invertir en el sector y en fortalecer las capacidades militares?
Tenemos que invertir en defensa porque queremos paz. Para tener paz hay que poner coto a aquellos países no democráticos que no respetan las reglas del juego internacionales y que están en condiciones de agredir a otros. Es mucho más caro un conflicto que la inversión en defensa para garantizar una disuasión eficaz. No hay nada más progresista, desde mi punto de vista que invertir en defensa, porque es invertir en paz y seguridad. Si, por ejemplo, dejamos de prestar ayuda a Ucrania, le estaríamos obligando a la rendición y primando al agresor. La neutralidad beneficia al agresor, no al agredido. La indiferencia se traduce en connivencia y complicidad. Afortunadamente, la percepción de los españoles está evolucionando. Al margen de los estudios de opinión, hay un incremento real del número de ciudadanos que considera que es conveniente incrementar la inversión en defensa. Kennedy decía que se gastan miles de millones de dólares en armas para no ser usadas. De eso se trata, de disuadir frente a una agresión.
¿Cómo valora Feindef esa necesidad de que la sociedad conozca más a la industria de defensa? ¿Está sobre la mesa una jornada de puertas abiertas?
Tras la clausura de esta edición, hay que iniciar una reflexión estratégica sobre el futuro y una de las cuestiones a debatir es la conveniencia de un cuarto día de puertas abiertas. Creo que hay mimbres suficientes para celebrar un gran día de puertas abiertas.
¿Qué retos tiene por delante la feria?
Las próximas ediciones deben poner el foco en los grandes proyectos europeos o multinacionales que estarán en gestación o eclosionarán en ese momento como el FCAS, el carro de combate europeo, los sistemas de mando y control o la constelación Iris2. En 2027, también habrá que dedicar una atención preferencial a la inversión en nuevas tecnologías y a empresas pequeñas que tienen capacidad de aportar talento y tecnologías diruptivas. La internacionalización seguirá siendo uno de los objetos centrales, así como los acuerdos y el diálogo entre empresas y países y el fomento de la cultura de defensa.