ENTREVISTA INFODEFENSA.COM: General José Luis Orts, director del ITM: En materia de patentes hay que cambiar el chip, la realidad ha demostrado que la Administración no sabe explotarlas, debe ser la empresa
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ENTREVISTA INFODEFENSA.COM: General José Luis Orts, director del ITM: En materia de patentes hay que cambiar el chip, la realidad ha demostrado que la Administración no sabe explotarlas, debe ser la empresa

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12/05/2009 Por A. V. Suárez (Infodefensa.com) - El pasado 21 de abril, el Instituto Tecnológico de La Marañosa (ITM) vivió un importante hito. Seis de los once edificios que compondrán el ‘campus' fueron entregados a la Dirección General de Infraestructuras (DIGENIN) y de dicho órgano a la dirección del ITM, como usuario final. Con motivo del acontecimiento, el secretario de Estado de Defensa (SEDEF) Constantino Méndez visitó las instalaciones como muestra del gran respaldo de la Administración hacia este instituto de investigación militar que se aleja cada vez más de su carácter de proyecto para convertirse en una realidad.

Los edificios "aún no los hemos habitado", explica el general José Luis Orts Palés, director del ITM, en conversación con Infodefensa.com, "porque no tienen aún la conectividad necesaria. Es un contrato que está a un mes de salir y estimamos que, a la vuelta del verano, ya la tendremos". Uno de los problemas del ITM es que está viendo la luz en un momento económico desfavorable: "Económicamente tenía grandes aspiraciones ya que la orden del SEDEF era que estuviéramos operativos el año 2011, pero quizás tendremos que aceptar que no sea el 31 de diciembre de 2011, sino probablemente en 2012".

Con todo, la Secretaría de Estado a través de la Dirección General de Armamento dedicará mañana el tercero de los seminarios sectoriales a la presentación del ITM a una nutrida representación de la industria de la Defensa en España, la Universidad y diversos organismos públicos, profundizando en los objetivos de esta apuesta por la innovación al servicio del Ministerio de Defensa, de las Fuerzas Armadas y, en general, de la sociedad española.

¿Qué es el ITM?

El ITM es el resultado de un proceso de racionalización de cinco centros de investigación que están en Madrid y alrededores, de manera que se concentren en uno solo. Se trata del Taller de Precisión y Centro Electrotécnico de Artillería que está en la calle Raimundo Fernández Villaverde (Madrid), el Centro de Investigación y Desarrollo de la Armada (CIDA), el Polígono de Experiencias de Carabanchel, el Laboratorio Químico Central de Armamento en La Marañosa y la propia Fábrica Nacional de La Marañosa. Estos dos últimos centros están ya físicamente allí. Del resto, el primero que se trasladará será el Polígono de Experiencias de Carabanchel por la premura de la Operación Campamento. Posteriormente, será el Taller de Precisión y, por último, el CIDA. Hay un sexto centro, en Torregorda, Cádiz, que no se va a integrar, pero orgánicamente depende también del ITM.

Desde este momento hasta 2011, es el tiempo que disponemos para realizar todo el traslado: más de 800 personas, más de 10.000 equipos, muchos de ellos de categoría especial, conflictivos a la hora del traslado.

Estos centros tenían una estructura laboral orientada a la fabricación, por lo que estamos inmersos en un proceso de recolocación de excedentes (torneros, fresadores...) en diferentes centros de Madrid. Ahora estamos en la segunda fase de dicha recolocación, porque el objetivo es que la estructura laboral del ITM esté orientada hacia el I+D, es decir, más científicos e ingenieros que operarios.

Habrá mucha contratación civil...

No, intentamos que sea empleo de la Administración. Se disminuye el personal operario de 560 a 300, pero ocurre lo contrario con el personal funcionario. Tenemos una suma de 80 y necesitamos del orden de 300. ¿Cómo conseguirlo? En este momento es complicado porque la Administración Pública ha cerrado la oferta de empleo público para el personal funcionario, pero todavía está abierta la vía de la promoción interna, por ejemplo. Probablemente, cuando lleguemos a los 300, estaremos en torno al año 2024.

Por tanto, hay que olvidarse de la antigua ‘Fábrica' de La Marañosa.

Aunque se llame "Fábrica de la Marañosa", nosotros no fabricamos nada. Se trata de un instituto de investigación militar en el ámbito de la seguridad y defensa y, por tanto, defensa química, biológica... El ámbito aeronáutico es el único que no abordamos, porque para eso está el INTA, ni tampoco nada que haga referencia a armas nucleares. Las restantes tecnologías: optrónica, rádares, defensa NBQ, protección balística.., son nuestras áreas de trabajo. Se trata de un centro de investigación para encontrar las mejores soluciones para nuestras Fuerzas Armadas y, en definitiva, para la sociedad española. No hay que olvidar que muchas de las tecnologías que nosotros trabajamos son tecnologías de doble uso.

De forma indirecta, este instituto es un incentivo más para formar parte de las Fuerzas Armadas dado que se puede hacer carrera perfectamente compatible con el mundo civil.

Sí, por supuesto. Los temas que trabajamos tienen mucho "gancho". Por ejemplo, Hay muy poca gente que trabaje en la defensa ante la amenaza biológica. Para un licenciado en biología o un médico experto en virología o un farmacéutico, el ITM es un lugar ideal para aprender.

¿El seminario de mañana está despertando mucho interés?

Mucho, muchísimo. Este seminario sectorial es algo diferente con respecto a los anteriores (relaciones internacionales y sostenimiento) que tuvieron una asistencia de unas 150 personas, porque sólo se convocaba a la industria. En esta ocasión, también está convocada la Universidad, los organismos públicos, las Fuerzas Armadas... se ha creado mucha expectación. Todo ello nos llena de responsabilidad para explicarlo bien. Ahora bien, todo esto hay que entenderlo como un proyecto no finalizado, pero partimos de unos buenos fundamentos.

¿Cuál va a ser la relación de la industria con el ITM?

Hay varias opciones. El ITM da servicios a la industria o recaba servicios de la industria. En el primer caso, nosotros tenemos unas instalaciones e instrumentación de ensayo, galerías de tiro, etcétera, que están al servicio de las FAS, pero puede haber empresas que no puedan hacer fuertes inversiones para adquirirlas y podrían alquilar el servicio, por ejemplo. En el segundo caso, se recaban servicios de la industria a través de asistencias técnicas. Ante un nuevo proyecto, nosotros tenemos los medios y los expertos para desarrollarlo, pero puede que lleguemos a un punto en que no podamos continuar y acudimos mediante contratos de I+D a las empresas especializadas. Los servicios como mantenimiento, cocina, jardinería, etcétera, del ITM se externalizarán lógicamente.

¿Se trata de las fórmulas de colaboración expuestas en el seminario sectorial de sostenimiento (ver noticia)?

Exactamente.

De manera que no se darían, por ejemplo, situaciones de competencia entre una empresa y el ITM a la hora de abordar un proyecto.

La nueva Ley de contratos con el sector público abre el abanico de la colaboración público privada. El valor añadido de este tipo de contratos es precisamente eso; se abre la posibilidad de la colaboración en la que todos estamos interesados. El sector público entiende que ‘tú éxito es mi éxito', Sin embargo, hasta hora se funcionaba con el concepto de cliente y proveedor. Aquí aprendemos, trabajamos y logramos el éxito todos juntos.

Lo que debería quedar muy claro al final es el tema de explotación de patentes.

En Europa se tiende a que la propiedad intelectual sea del desarrollador, no de la Administración. Si entramos en un proceso de colaboración público privado, qué menos que los derechos de explotación reviertan también en la Administración. Pero sí es cierto que hay que cambiar el chip, porque hasta ahora si el Ministerio de Defensa pagaba, consideraba que todos los logros eran suyos y la realidad ha demostrado que no puede ser de la Administración quien los explote, porque no sabemos hacerlo, sino que debe ser la empresa quien lo haga.

En cuestiones de inversión, ¿en qué situación se encuentra el ITM?

Nosotros vivimos del capítulo 6 de los Presupuestos del Estado y sumando todos los proyectos de I+D del 2009 hablamos de unos 4,5 millones de euros de inversión, de créditos del Ministerio de Defensa. Este año, lo que ha ocurrido es que en dicho capítulo la reducción ha sido del 26%, y por lo tanto hemos tenido que ir a una "economía de mínimos". En 2009, no se han podido arrancar proyectos nuevos, solo mantenemos los ya existentes. A la altura de 2012, entiendo que el ITM deberá tener un soporte económico de unos 15 millones de euros. Con todo, hay que tener en cuenta de que el ITM no es un organismo autónomo, como es el INTA o el CEHIPAR. El crédito que se genera no vuelve al instituto, sino que se devuelve a Hacienda y será el Ministerio de Hacienda quien decida si concede crédito de nuevo al ITM con los réditos conseguidos.

¿Y cabe la posibilidad de que sea autónomo en algún momento, ya que se trata de una gran apuesta de futuro?

Puede ocurrir que en los próximos años quieran que seamos un organismo autónomo. Cuando nos hicimos cargo del ITM, había quien pensaba que teníamos que ser un organismo autónomo. Yo, personalmente, tengo mis dudas porque creo que primero hay que dejarlo "nacer" y que crezca un poquito y quizás, en el 2014 ó 2016, podamos pensar en ampliar, reducir o hacer lo que sea necesario.

En el programa del seminario de mañana hay una frase a modo de lema: "El valor de servir... e innovar". Entienden que la innovación es fundamental para servir al Estado.

El eslogan del Ministerio de Defensa es el valor de servir. Nosotros asumimos dicho eslogan, tanto en el sentido del coraje como el de ganancia, pero añadiendo la innovación. Es decir, lo que queremos es dar valor añadido y no sólo en lo referente a productos, soluciones, etcétera, sino también en cuanto a conceptos que mejoren la capacidad militar, incluyendo nuevos procedimientos de trabajo, por ejemplo.

De lo que no cabe duda es del entusiasmo de los promotores del ITM...

(Risas) Cuando me nombraron director del ITM, yo no podía imaginar el reto que supone implantar el ITM, aunque conocía sus orígenes. El ITM tiene su origen en las reflexiones que se hicieron para elaborar el Plan Director de I+D de 2000 en el que se estudiaron las redundancias de actividades y de medios, los modelos de investigación tan distintos, las áreas tecnológicas a las que ningún centro se dedicaba, como por ejemplo la robótica, acústica, o el factor humano entre otros. Se llegó a la conclusión de que había que racionalizar los centros. Y eso es lo que estamos haciendo.



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