La iniciativa europea de colaboración en defensa Pesco (siglas en inglés de Cooperación Estructurada Permanente) añade desde ahora once nuevos proyectos. El Consejo de la Unión Europea ha lanzado esta semana la sexta ola de estas iniciativas de desarrollo militar que arrancaron a finales de 2017 y en total ya suman 83. De este modo, además, se inicia una nueva fase de la Pesco, comprendida entre 2025 y 2029.
En comparación con el marco de la primera fase, lanzado en diciembre de 2017, esta segunda fase “tendrá lugar en un entorno de seguridad mucho más dinámico y desafiante”. La información facilitada por la Unión Europea recuerda cómo, “dada la guerra de agresión de Rusia en Ucrania, ahora existe una necesidad urgente de capacidad, especialmente aquellas que no pueden ser cumplidas por un solo país”.
Ante este nuevo contexto, continúa la fuente oficial, “en noviembre de 2024, los ministros de Defensa firmaron cuatro cartas de intenciones para trabajar juntos en áreas clave de capacidad destacadas en el último informe de la Revisión Anual Coordinada de la Defensa (CARD)”. La CARD ofrece una visión general de los planes de defensa de los Estados miembros y sirve de base para decidir posibles proyectos conjuntos.
Estas cartas de intenciones se centraron en la defensa integrada antiaérea y antimisiles, la guerra electrónica, las municiones de merodeo y en un buque de combate europeo. Estas iniciativas, sobre todo las de largo plazo, son firmes candidatas a convertirse en futuros proyectos Pesco.
Hay 19 países implicados en el nuevo paquete de once proyectos que han sido lanzados ahora, dentro de el instrumento Pesco diseñado para tratar de “fortalecer la cooperación de defensa y el desarrollo de capacidad”. De todos ellos, Alemania es el país que más iniciativas encabeza, al actuar como coordinador de seis de las once. Francia coordina dos, al igual que Italia, y Finlandia una.
75 iniciativas todavía en curso
Los nuevos proyectos lanzados también tienen en cuenta los retos futuros de la defensa, como el impacto de las tecnologías cuánticas y la garantía de un acceso fiable a la munición.
Por otro lado, los instrumentos existentes, como el Fondo Europeo de Defensa (FED), que cofinancia proyectos multinacionales de defensa con dinero del presupuesto a largo plazo de la UE, seguirán apoyando los proyectos de la Pesco. Al mismo tiempo, los debates celebrados en el Consejo Europeo de líderes de la UE de febrero de 2025 han dado impulso político y una dirección más clara a las ambiciones de defensa de la UE, informa la Unión Europea.
De los 83 proyectos de colaboración lanzados desde 2018 por la Pesco, y que abarcan los cinco dominios operativos (terrestre, marítimo, aéreo, espacial y cibernético), ocho ya han concluido. De modo que 75 permanecen en curso. Las iniciativas abarcan desde la protección de activos espaciales hasta la supervisión de infraestructuras submarinas.
Naturaleza jurídica vinculante
De acuerdo con las explicaciones de la Agencia Europea de Defensa (EDA), que forma parte de la secretaría de la Pesco, estos proyectos fomentan un enfoque compartido e intergubernamental de planificación de la defensa. Los 26 Estados miembros participantes se han comprometido a seguir, “colaborando para colmar las lagunas de capacidad y cumplir sus compromisos más vinculantes establecidos en la Pesco”.
A diferencia de otras formas de cooperación, la Pesco tiene una naturaleza jurídicamente vinculante con la veintena de compromisos asumidos por los Estados miembros participantes. Entre ellos se incluye aumentar el gasto en defensa; planificar y desarrollar capacidades militares junto con otros miembros, siempre que sea posible, y mejorar la interoperabilidad y el uso conjunto de las capacidades existentes.
Impacto positivo en la industria
Como parte de estos compromisos, los países implicados deben garantizar que los programas de cooperación y las estrategias de adquisición adoptadas por los países participantes tengan un impacto positivo en la denominada Base Industrial y Tecnológica de la Defensa (BITD) de la UE.
Cada uno de los compromisos cuenta con la cooperación de un grupo variable de Estados miembros participantes de la Pesco, y está coordinado por uno o más de esos países. En total hay 26 países adscritos a esta iniciativa, y por tanto susceptibles de formar parte de los proyectos. Se trata de Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, República Checa, Croacia, Chipre, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovenia, Eslovaquia, España y Suecia. Dinamarca se sumó a la iniciativa hace ahora dos años, en mayo de 2023.