La adquisición de una radio definida por software SDR para las Fuerzas Armadas españolas es uno de los programas que está en la rampa de salida del nuevo ciclo inversor del Ministerio de Defensa. El proyecto ha sido eclipsado en los últimos años por otros mucho más mediáticos como el VCR 8x8, no obstante está considerado como una de las grandes prioridades en el plano operacional, sobre todo, del Ejército de Tierra, para garantizar la comunicaciones en un campo de batalla hiperconectado.
El programa, conocido como Sistema Conjunto de Radio Táctica (SCRT), verá la luz previsiblemente este mismo año, después de algunos retrasos. En este caso, será necesaria la colaboración con una firma extranjera, puesto que la industria de defensa española no dispone de esta tecnología a día de hoy.
Indra ya ha movido ficha y ha cerrado una alianza con la finlandesa Bittium como tecnólogo de cara a este proyecto. Fuera de la ecuación por el veto a Israel ha quedado la radio E-Lynx de Elbit, de la que España ha adquirido en los últimos años alrededor de 1.500 unidades.
A corto plazo, el programa contempla la compra de un modelo existente en el mercado. No obstante, el Ministerio de Defensa y la industria exploran de forma paralela la posibilidad más a largo plazo de desarrollar una radio SDR 100% española. El departamento que dirige Margarita Robles ha encargado a una unión temporal de empresas formada por Tecnobit, del Grupo Oesía (80%), e Indra (20%), un estudio para analizar si realmente es viable apostar por un programa de desarrollo de un modelo SDR nacional.
El contrato, en vigor desde principios de este año, tiene un presupuesto de 2,1 millones de euros. El estudio se extenderá en principio hasta noviembre de este año. Ambas compañías trabajan en este expediente en la conocida como Fase 0 que incluye la definición y análisis de las operaciones seguras de una futura radio SDR; alternativas tecnologías; el análisis de seguridad; la definición de un consorcio del programa -qué empresas españolas estarían en él-; o la especificación detallada de la siguiente fase. Toda está información será entregada a la Dirección General de Armamento y Material (DGAM).
Si este órgano decide seguir adelante, el próximo paso en un nuevo contrato sería la fase 1 de diseño y prototipo, con una duración aproximada de tres años, hasta 2028, que implicaría ya el lanzamiento de un primer prototipo para la demostración en un entorno operativo lo más cercano a la realidad, tras superar la pruebas de seguridad y los hitos de ingeniería. En paralelo, a partir del segundo año, comenzaría una tercera fase de desarrollo de los componentes y, por último, un fase de calificación e industrialización.
Sistema Conjunto de Radio Táctica (SCRT)
El programa SCRT es uno de los Programas Especiales de Modernización (PEM) incluidos en el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa del Gobierno, lanzado el pasado mes de abril. Tiene asignado para este año una partida de 350 millones de euros, aunque todo el proyecto podría superar los 1.000 millones. Todo está prácticamente listo para su lanzamiento, en principio, antes de final de año, como el resto de PEM del citado plan.
El proyecto de radio SDR representa una apuesta estratégica para disponer de soberanía en las comunicaciones tácticas militares a través de la nacionalización y también el desarrollo de forma de ondas y módulos de cifrado propios para garantizar la seguridad. Una capacidad esencial para la futura nube de combate, otra de las herramientas que marcará la diferencia más pronto que tarde en los escenarios de operación.
Sistema de comunicaciones de radio SDR
La radio SDR utiliza software para modular, demodular y decodificar las señales de radiofrecuencia. Sustituye a componentes hardware de las radios tradicionales. Este sistema presenta una serie de ventajas (multimisión, multiusuario...). El coste del mantenimiento es menor y desaparecen algunos fallos presentes en el hardware de las radios analógicas. También puede integrarse con tecnologías de otros fabricantes a través de interfaces de programación, con rangos de operación 24/7 de forma remota y actualizaciones más sencillas.
Por ello, las Fuerzas Armadas de todo el mundo avanzan hacia este tipo de sistemas digitales para asegurar la superioridad en escenarios muy volátiles donde resulta crítico tomar decisiones en tiempo real, de forma ágil.