Italia y España se encargarán del proyecto europeo de Sistemas de Energía Dirigida (DES, por sus siglas en inglés) anunciado en la nueva ola (la sexta) de iniciativas de la herramienta de cooperación estructurada permanente (Pesco) de la Unión Europea. Se trata de uno de los nuevos once proyectos de esta herramienta lanzada por el Consejo de la Unión Europea acordados el 27 de mayo, de los que España participa en dos. Uno contempla la obtención futura de aeronaves de abastecimiento de combustible en vuelo no tripuladas, que se desarrollará junto a Alemania, y el que nos ocupa, liderado por Italia, persigue la obtención de un arma de energía dirigida modular y escalabre, que pueda ser montada en cualquier plataforma móvil.
Se trata de un programa nuevo. Es decir, no deriva de otro anterior, como ocurre en algunos de los 83 proyectos Pesco lanzados hasta el momento desde que en diciembre de 2017 arrancó la iniciativa. Por ejemplo, entre los nuevos proyectos figura uno sobre equipos quirúrgicos, denominado MTF R2F CD, coordinado por Francia, que es la continuación de otro anterior, conocido como ROLE 2F, lanzado hace dos años y liderado por España. Ahora, por cierto, España ni tan siquiera figura ya entre los países implicados en el MTF R2F CD, que son Bélgica y Finlandia, además de la citada Francia.
Con el DES que nos ocupa aquí, se busca “reforzar la defensa antiaérea y antimisiles de superficie” (SBAMD, por las siglas de este concepto en inglés), enfocado particularmente “en las capacidades de defensa antiaérea de corto alcance (Shorad) y de sistema de defensa antiaérea de muy corto alcance (VShorad)”. Aquí se incluyen capacidades contra sistemas aéreos no tripulados (C-UAS) y contra cohetes, artillería y morteros (C-RAM).
Contra drones, morteros y cohetes
Más en detalle, su propósito se concreta en cinco puntos. El primero aborda el desarrollo de un sistema que pueda contrarrestar eficazmente amenazas de UAS, de RAM, de municiones merodeadoras y de misiles de crucero.
El segundo elemento contemplado se refiere a “la integración de tecnología láser de alta energía escalable (10-100 kW de potencia) en plataformas móviles para contrarrestar diversas amenazas aéreas”.
Otro punto que se persigue es el desarrollo de un sistema capaz de producir efectos precisos y controlados, con daños colaterales mínimos, y adaptable a diversos escenarios de amenaza”.
Precisión y casi nulos daños colaterales
También se tiene en cuenta la necesidad de garantizar que el sistema cumpla requisitos relacionados con una buena capacidad de cargador, con su relación coste-eficacia, con una huella logística limitada, precisión, con daños colaterales casi nulos y con la velocidad de intervención.
Otro propósito buscado es la creación de un sistema C3 (siglas en inglés de mando, control y comunicaciones) que integre herramientas de evaluación de amenazas, detección y asignación de armas para apoyar el sistema de arma de energía dirigida (DEW).
Y, por último, también se pretende un nivel adecuado de participación entre las partes interesadas, garantizando la interoperabilidad y una comprensión compartida de cómo se empleará el sistema.