​La unión hace la fuerza

Es verdad que hay que potenciar la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) de la Secretaría de Estado de Defensa del Ministerio de Defensa, es algo que todo el mundo, tanto en el ministerio como en las Fuerzas Armadas como en la industria de Defensa, en definitiva, en la Defensa, viene diciendo desde hace ya muchos años, al menos desde que se modificaron las estructuras y las responsabilidades de todos estos organismos e instituciones.

Echando un vistazo a países de nuestro entorno, estructuras similares son mucho más potentes, y aunque las funciones y responsabilidades son en todo caso similares, las organizaciones son mucho más numerosas y con más medios.

Solo hace falta echar otro vistazo a las funciones de la DGAM para aseverar lo que aquí se dice: “Es el órgano directivo al que corresponde la planificación y desarrollo de la política de armamento y material del Departamento, así como la supervisión y dirección de su ejecución.

A estos efectos, dependen funcionalmente de esa Dirección General los órganos competentes en las citadas materias de las Fuerzas Armadas y de los organismos autónomos del Departamento, es decir:

La Subdirección General de Planificación, Tecnología e Innovación (Sgplatin), que planifica y programa las políticas de armamento y material y de investigación, desarrollo e innovación del Departamento, y controlar su ejecución, y propone y dirige los planes y programas de investigación y desarrollo de sistemas de armas y equipos de interés para la defensa nacional, en coordinación con los organismos nacionales e internacionales competentes en este ámbito.

La Subdirección General de Programas (Sgprog), que gestiona, en colaboración con las Fuerzas Armadas, los programas de obtención, de modernización y de sostenimiento común de los sistemas de armas y equipos de interés para la defensa nacional, incluyendo los programas de cooperación internacional, los de venta derivados del apoyo a la internacionalización de la industria española de defensa, así como armonizar y racionalizar su sostenimiento. Además, impulsa la gestión y tramitación de los expedientes de adquisición de los sistemas y equipos necesarios para las Fuerzas Armadas.

La Subdirección General de Relaciones Internacionales (Sgreint), que impulsa, en coordinación con la Dirección General de Política de Defensa, la cooperación internacional en los ámbitos bilateral y multilateral, así como ejerce la representación nacional en los foros industriales y de armamento de dichas organizaciones. Impulsa, además, el apoyo institucional a la internacionalización de la industria española de defensa, coordinando la promoción internacional de la enajenación de bienes muebles y productos de defensa y, en coordinación con la Dirección General de Política de Defensa, dirige las actuaciones de los agregados y consejeros de defensa. Ejerce a su vez las competencias atribuidas en relación con el control del comercio exterior de material de defensa y de productos y tecnologías de doble uso y la gestión de las inversiones extranjeras en España, relacionadas con la defensa.

La Subdirección General de Inspección, Regulación y Estrategia Industrial de Defensa (Sgreind), que propone la política industrial de la Defensa, coordinando su actuación con otros organismos y controla los activos materiales derivados de esa política que se hayan obtenido, total o parcialmente, con fondos públicos del Ministerio de Defensa, mediante la creación y mantenimiento de los oportunos registros de activos. Inspecciona la actividad y la seguridad industrial relacionada con la Defensa a través del aseguramiento de la calidad del armamento y material y de la fabricación, comercialización y transporte de armas y explosivos. Lleva a cabo la normalización, catalogación y homologación de los sistemas de armas, equipos y productos de interés para las Fuerzas Armadas así como la certificación de exención por razones de Defensa en materia de registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas, la certificación de aeronavegabilidad, y el resto del ordenamiento jurídico. Y, negocia y gestiona la cooperación industrial, controla las transferencias de tecnología nacional a terceros países, así como la obtenida de programas, acuerdos o convenios internacionales.

La Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material, que realiza la administración y gestión económica y contractual de los programas de investigación y desarrollo, así como de programas de obtención, de modernización y de sostenimiento común, no incluidos en la contratación centralizada, de sistemas de armas y equipos de defensa, incluyendo los programas de cooperación internacional. Y que también se ocupa de la gestión, negociación y administración de los contratos que pudieran derivarse del apoyo a la internacionalización de la industria española de defensa y la exportación asociada de material de defensa.”

Un mundo de responsabilidades para el que ahora, el Director General de Armamento y Material (Digam), solicita la potenciación de los recursos humanos propios de defensa y FAS, en su propia dirección, pero también la colaboración e integración de personal especializado de Isdefe y de la industria de Defensa para que se integre sobre todo en las estructuras de los programas Sgprog con vistas a las previsiones de nuevos programas.

No es una vuelta a anteriores estructuras que había cuando las jefaturas de programas estaban en las estructuras de los Ejércitos y Armada, lo que quiere organizar la DGAM es que haya personal de los programas en esas estructuras, pero bajo la dirección operativa de la DGAM.

Propuesta muy coherente y estimo que fundamental para la gestión de los programas, pues considero lógico que, por ejemplo, un programa naval dirigido por su oficina de programas de la Jefatura de Programas Navales de la Sgprog, tenga sus ramificaciones, en este caso en la Armada lógicamente en la Jefatura del Apoyo Logístico (JAL), al igual que un programa terrestre dirigido por su oficina de programas de la Jefatura de Programas Terrestres de la Sgprog tenga sus ramificaciones en el Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE), de la misma forma que los Programas Aéreos y Espaciales las tengan en el Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire y del Espacio (Malog).

Por otra parte, siempre desde mi punto de vista, veo absolutamente lógico que ingenieros e ingeniería de la enorme y cualificada estructura de Isdefe, se integren en la planificación de la DGAM, en sus programas, en sus estructuras de apoyo logístico y ahora incluso en las oficinas técnicas de apoyo a los ciclos de vida de los programas.

Además, como también se indicaba en la DGAM, con la actual problemática existente con el recurso humano técnico (carencia de ingenieros de todo tipo, de técnicos, de gestores, etc), la industria y sus empresas adjudicatarias de contratos, tienen que participar en ello mediante contrataciones ad-hoc a las necesidades. Debería ser normal y deseable que personal especialista de las empresas de la industria que participan en un programa, estuvieran de apoyo en los órganos de decisión de las oficinas de programas, en otras oficinas de apoyo, en las inspecciones de obras, y hoy en día con base a la digitalización, integrados en los módulos y oficinas de los modelos y gemelos digitales, así como en las oficinas de apoyo al ciclo de vida.

Lo que emana de lo que creo que quiere la DGAM es la filosofía de “la Defensa la componemos todos” y “todos participamos en la Defensa”. Así, encabezados por el Ministerio de Defensa y con apoyo de otros Ministerios, las Fuerzas Armadas, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la industria de Defensa y las organizaciones y asociaciones empresariales deben de aunar sus esfuerzos para ello.

La unión hace la fuerza, y como siempre he defendido y más ahora con la política y las acciones anunciadas y siempre defendidas por la DGAM, es el momento de colaborar y cooperar todos juntos para conseguir, como ha publicado recientemente el Jemad, unas Fuerzas Armadas que puedan cumplir con las necesidades de la Directiva de Defensa Nacional, con la Estrategia de Defensa, y con la Estrategia de la Industria de Defensa, para conseguir las capacidades que necesitan y componer una Base Tecnológica Industrial de la Defensa eficiente, tecnológicamente avanzada y duradera.

Bajo el liderazgo de las tractoras, nuestras principales prime, el resto de las pyme, startup, spin off y microempresas existentes en la industria de Defensa, junto con universidades y centros de investigación, deberíamos optar a integrarnos colaborativamente en consorcios o agrupaciones para trabajar todos juntos siempre con la filosofía de colaborar compitiendo o competir colaborando. Esto es lo que nos está mostrando y mandando Europa, mediante los programas del Fondo Europeo de Defensa (EDF), y también España a través de los Perte, formar grandes consorcios y agrupaciones que puedan llevar a cabo el desarrollo de las capacidades que nuestro país necesita, y además, que todos participen de la estructura de cada uno de los programas y proyectos.